Para justificar el crimen

POLITICA
Para justificar el crimen
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad

LA HABANA, Cuba - Diciembre (www.cubanet.org) - Treinta días después de
que algunos medios de prensa norteamericanos divulgaran un informe de la
Oficina General de Contabilidad (GAO), del Congreso de ese país, en el
que se señalan errores en el manejo de los fondos para la ayuda a la
instauración de la democracia en Cuba, el gobierno cubano, a través del
periódico Granma, atacó a la sede diplomática estadounidense en La
Habana, a la oposición pacífica y a la prensa independiente.

El informe salió a la luz pública el 15 de noviembre, y Granma habla del
asunto un mes después. ¿Por qué esa demora? Tal vez porque los halcones
de la Plaza exigieron darles la bienvenida de esa forma a los diez
congresistas del vecino país que visitaron la Isla. Puede también que se
trate de justificar en el atropello que se cometió contra los opositores
pacíficos que conmemoraban el aniversario 58 de la Declaración Universal
de Derechos Humanos en un parque del Vedado.

Sea como sea, parece que los gobernantes cubanos están temblando. No
pueden pensar siquiera que van a dejar de ser los amos, perder su vida
cómoda y enviados al hueco de la historia.

Pueden hacer lo que quieran -difamar, apalear, encarcelar, asesinar-,
que la época de los regímenes totalitarios no es la actual. Pueden decir
lo que deseen, pero los opositores pacíficos, el gobierno estadounidense
y los periodistas independientes no son los culpables de la actual
situación que vive y ha vivido durante décadas el pueblo de Cuba.

Los culpables son lo que, a contrapelo de la historia y las tradiciones,
impusieron al país el marxismo y, en su nombre, la llamada dictadura del
proletariado.

Es de esperar que la visita de los congresistas norteamericanos a Cuba
no haya sido para abrir el camino a las compañías petroleras, sino para
ayudar a que la democracia llegue lo más pronto posible a la Isla.

Existe la desagradable experiencia de las autoridades españolea que
allanaron el camino a los inversionistas de su país, y se hicieron
cómplices de la política discriminatoria del régimen en el sector turístico.

De la forma en que se desarrollan las cosas en Cuba, no hay nada que
indique que tras las afirmaciones de Raúl Castro de garantizar la
libertad del pueblo y la independencia de la patria, no existe otra cosa
como no sea perpetuar en el poder al mismo grupo. Lástima, porque el
general y los generales están dejando pasar la última oportunidad de
demostrar que su amor por Cuba va más allá de sus intereses personales.

fornarisjo@yahoo.com

http://www.cubanet.org/CNews/y06/dec06/19a7.htm