La Madre de Todos los Embargos
2006-12-19
Oswaldo Yañez, Periodista Independiente
Ciudad de La Habana, A dieciocho de diciembre del año de la inminente
Libertad para los Cubanos. Vaclav Havel ha puesto el dedo en la llaga.
Si se estableciera un consenso para no realizar viajes de turismo a la
Mayor de las Antillas, el Gobierno cubano se vería obligado a cambiar de
postura pues, si la campaña tuviera éxito, tendría consecuencias
demoledoras en toda Cuba. Cuba entera se iría alca, alca, al carajo,
como diría el ínclito Chavez.
Permítanme que haga mía la frase que le salió del alma a una abuela con
tres nietos que tuvo oportunidad de oír al irredento bolivariano. Cuando
escuchó que le había mandado chocolate a Castro exclamó a viva voz:
"Mándaselo a los niños ca...".
Cuando la sabiduría popular habla por boca de la experiencia hasta los
más sabios callan y quien conoce los barrios que rodean el antiguo
enclave de San Cristóbal de La Habana, sabe lo que significa media libra
de chocolate venezolano; para un niño, un tesoro. En cuanto a las
conversaciones telefónicas del enfermo, sabemos que existen máquinas
perfectas para tal fin, solo hacen falta unas grabaciones y un buen
informático que haga hablar al ordenador a voluntad. Creo que estas son
parecidas a los paseos nocturnos.
Tuve oportunidad de leer a Hugo J. Byrne y cometeré la osadía de
contestarle a alguna de sus reflexiones. Yo les afirmo con rotundidad
que ninguna de las personas que rodean al comandante podría negar sin
cometer perjurio que el oxígeno de la botella es indispensable para él,
que lo tienen monitorizado y que la situación de gravedad es extrema, no
hay cabida para la relajación en su entorno, aunque para enterarme de
estas cosas ha hecho falta la ayuda de Dios y algún milagro.
También les digo que han sido consultados embalsamadores con la mayor
discreción, independientemente de si de deciden mostrarlo o no para la
eternidad, como a Lenin. Su padecimiento causaría un gran deterioro tras
la muerte efectiva y sería necesario prepararlo para que aguantara, al
menos, hasta los funerales que pretenden ser de un fasto nunca conocido.
El traje de madera ya está preparado y no creo que el entorno de Castro
prepare ataúdes todos los días y en castrolandia estamos tan
acostumbrados a convivir con el engaño que lo reconocemos sin necesidad
de mirar al que lo entona.
Volviendo al asunto del titular debemos decir que el señor Havel refirió
con posterioridad, "yo no he dicho tal cosa". Acaso sin querer queriendo
ha puesto sobre el tapete una estrategia a considerar seriamente,
llegados a este punto cabría preguntarse si los cubanos aceptarían esta
postura y cuan efectiva puede ser.
La respuesta a la pregunta no es simple, quien está preparando el
hatillo guardando todos los chavitos que consigue del turismo,
probablemente se opondría a la medida. La mayoría solo piensa en como
poder marcharse, algunos estiman que el oriente cubano quedaría en la
mitad de población cuando el enfermo se vaya definitivamente.
Los que no viven de los recursos turísticos y no contemplan como
solución la inmigración, probablemente estarían de acuerdo con la
medida, sólo si esta significara cambios a corto plazo que produjeran el
bienestar necesario para que el resolver no sea una tragedia diaria.
Pero como en la Mayor de las Antillas sólo sobreviven los paranoicos,
serían pocos los dispuestos a dar su opinión en público, no se
atreverían siquiera a debatir la medida.
Campañas como el "yo no coopero" son llevadas más en silencio que
públicamente pues el asumirla como propia significa la salida del
sistema revolucionario. La praxis y la necesidad se imponen sobre los
más íntimos deseos.
A pesar de todo el blanco se ve cada día más o acaso. Es que me fijo más
en el color, no lo sé, quiero pensar que quien lo lleva tiene en su
interior las mismas ansias de libertad que mi persona. Desde España nos
llegan dos consensos, uno político que devendrá en una Posición Común
Española para Cuba y otra de la unión de fuerzas disidentes que
significó el nacimiento de Comité Coordinador para la Libertad de Cuba,
son noticias excelentes que podrían tener una rúbrica de oro si la
disidencia en la isla fuera capaz de elegir un Primus inter pares y
actuaran en consenso para conseguir la libertad de los injustamente
encarcelados y promover una Cuba Libre y Democrática.
El asunto del posible embargo podría cocinarse en los foros
internacionales, pero debido a los intereses comerciales de países como
China, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Rusia, Italia y España no se
llegaría a ningún acuerdo. La inacción ha sido la estrategia de la
comunidad internacional por largo tiempo, haciendo oídos sordos a los
llamados desesperados de los presos políticos y la disidencia pacífica.
Sólo en la era de Internet se ha podido conocer el trabajo de los
periodistas independientes con el eco que merecen sus esfuerzos y la
dureza de la represión del régimen castrista.
La estrategia de Fidel Castro de gritar invasión e injerencia en cuanto
alguien reclama para Cuba, la libertad y democracia que merece, ha sido
hasta ahora efectiva. No entiendo que Castro haya sido capaz de
mangonear en África e Iberoamérica cuanto ha querido sin que nadie le
acusara y que en cambio en relación a su país, quien hace una propuesta
es descalificado, insultado y denostado por los panfletos de propaganda
castrista, sin piedad y nadie les conteste como merecen.
Ya llegaron los americanos y sin fusiles, quien lo iba a decir. Según
sus palabras, los gobernantes no están preparados para asumir que la
transición ya comenzó. La realidad es otra, tienen todos el mismo miedo
a ser tronados que no serían capaces de decirles sí, ni cuando les
invitaran a un café.
Es lógico. Si leen el panfleto oficial todos los días pueden entender
que no cabría otra explicación viable para ellos que salir diciendo que
derrotaron a los americanos. Nada de acuerdos ni sones de otro tipo. Los
empecinados revolucionarios prefieren la dictadura verde olivo a un
acuerdo. Deben poner el cebo para que piquen los peces pero su
estrategia es difícil que surta efecto. Los americanos llevan 48 años
esperando esta oportunidad y no la perderán cambiando un dictador por
otro; ni la comunidad cubano americana se lo permitiría, ni ellos lo
aceptarían por todo el petróleo del mundo. Quien manda en EE.UU.
comprende que la Libertad de Cuba no tiene precio.
Ante este claro enroque por orden de los militares que desgobiernan la
Isla, si se le planteara al embajador cubano en la ONU que hay
posibilidad de que se debata una propuesta de desaconsejar los viajes
turísticos a la Isla si no se dan los pasos necesarios para la
implantación de una democracia real en la Mayor de las Antillas, el
temblor que le entrarían a las estrellas de Raúl Castro sacudiría la
caspa de todos los elementos del Partido Comunista Cubano y de los que
visten el temido verde olivo.
No sería necesario que hubiera resolución alguna en cualquiera de los
foros internacionales. Bastaría con que hubiera la financiación
necesaria para promover una campaña en los países que lideran el flujo
turístico hacia la Isla para que el golpe hiriera de muerte a la
revolución cubana.
El desconocimiento de la auténtica situación en Cuba por parte del
turista es legendario. La inmensa mayoría no sabe la dramática situación
que ocultan los circuitos turísticos; y los pocos que son capaces de
romper el itinerario impuesto para enterarse de primera mano, o no
vuelven o se convierten en entusiastas contrarrevolucionarios. Los más
intentan salvar por lo menos a un cubano(a). Es muy comprensible que
cualquier persona de buen corazón no le guste apoyar un sistema que
produce tamaño sufrimiento en su pueblo. Por mucho que Manuel Marrero se
empeñe en negarlo u ocultarlo, para lo que está la vista no hace falta
candil.
"Si quieres libertad para el pueblo cubano no visites Cuba", un eslogan
similar a este tocaría los bolsillos de la gerontocracia castrista lo
necesario para que ellos mismos removieran el cotarro para encontrar una
solución.
Si se dieran estos factores, podrían contribuir al fin del fallido
sistema revolucionario, pero nada haría falta si fueran los mismos
dirigentes los que promovieran los cambios necesarios para liderar la
transición a una democracia efectiva.
Si Raúl Castro no quiere hacerlo, lo tiene fácil. Aduciendo motivos de
salud, podría emigrar a las Islas Canarias con su nieto dejando a otros
la responsabilidad de liquidar el sistema revolucionario.
El retiro dulce es preferible a que le remuevan sus propios compañeros
de armas por la fuerza. El hermanísimo no debe olvidar que cuando la
bolsa está llena, amigos no han de faltar; pero si la jaba está vacía,
no atenderán a sus llamadas.
Aures habent et non audient.
Tienen oídos pero no oyen.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=8188
No comments:
Post a Comment