Posted on Fri, Dec. 15, 2006
Estrictas reglas para la prensa extranjera en Cuba
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
En un claro atrincheramiento para enfrentar situaciones de crisis o
eventos trascendentales dentro del país, el gobierno cubano tiene listo
un nuevo reglamento que delimita el ejercicio de la prensa extranjera y
establece inmediatas sanciones para sus infractores.
El código de 11 páginas clarifica y amplía los ya estrictos controles
gubernamentales sobre los corresponsales extranjeros, las coberturas
informativas y el acceso de periodistas a la isla, aceitando la
estrategia de respuesta frente a la avalancha de reporteros que trataría
de llegar a Cuba al producirse el fallecimiento del gobernante Fidel Castro.
De acuerdo con la resolución 182/2006 emitida por el Centro
Internacional de Prensa (CPI) del Ministerio de Relaciones Exteriores
bajo el título de Reglamento para el ejercicio de la prensa extranjera
en Cuba:
• El CPI podrá suspender temporalmente o retirar definitivamente la
acreditación periodística ``cuando el titular realice acciones impropias
o ajenas a su perfil y contenido de trabajo, así como cuando se
considere que ha faltado a la ética periodística y/o no se ajuste a la
objetividad en sus despachos''.
• El medio de prensa interesado en enviar temporalmente a Cuba a un
periodista o un equipo de trabajo deberá presentar la solicitud a las
autoridades cubanas con no menos 21 días hábiles previos a la fecha del
viaje.
• Solamente se autorizará una matrícula de automóvil por cada
corresponsal permanente del medio de prensa. Los acreditados como
colaboradores no tendrán derecho a un auto con la matrícula de prensa.
• Los colaboradores cubanos acreditados ante el CPI tendrán que declarar
el dinero que perciben en moneda libremente convertible y pagar
impuestos por estos ingresos.
Aunque la resolución tiene fecha del pasado 28 de octubre, no fue hasta
la pasada semana que el texto comenzó a entregársele a los
corresponsales extranjeros acreditados en La Habana para su aplicación.
''Es obvio que el gobierno se está preparando para un evento inminente
que implica una oleada masiva de prensa internacional y quiere dejar
bien claro cuáles serán los límites del terreno'', dijo un corresponsal
europeo que pidió anonimato. ``Esto es algo que es visible en todas las
esferas del país''.
El reglamento se sustenta básicamente en las reglas impuestas desde 1997
para el funcionamiento de las corresponsalías extranjeras en Cuba, pero
en esta ocasión resulta más exhaustivo en torno a las restricciones
impuestas, el uso de acreditaciones temporales y los periodistas en
tránsito.
''Que el código haya salido justamente en estos días no deja dudas de
cuál es su mensaje'', agregó la fuente.
Actualmente hay acreditados en Cuba 160 periodistas de 114 medios de
comunicación de más de 30 países.
En el caso de profesionales de la prensa que viajen al país amparados en
tarjetas turísticas u otro tipo de visa, el código es enfático en su
advertencia: ``Deben abstenerse de ejercer el periodismo, a menos que
cambien su estatus migratorio''.
''El incumplimiento de este trámite constituye una violación de las
disposiciones migratorias vigentes en Cuba y expone al profesional de la
prensa a ser reembarcado a su lugar de origen'', indica el documento.
El pasado 31 de julio, la noticia de la enfermedad de Fidel Castro y el
traspaso temporal del poder al general Raúl Castro generó un oleaje de
prensa extranjera hacia la isla.
Las autoridades cubanas negaron la entrada al país a numerosos
periodistas que intentaron entrar como turistas e incrementaron los
obstáculos para la entrega de visados de prensa para informar sobre la
situación.
La prolongada ausencia de Castro de la escena pública y el incremento de
los rumores acerca de su depauperada salud, que el gobierno califica de
''secreto de Estado'', han acelerado los planes de la prensa
internacional para la cobertura noticiosa del fallecimiento del gobernante.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), con sede en Nueva
York, consideró ayer que el nuevo reglamento reafirma el comportamiento
selectivo que históricamente han seguido los funcionarios cubanos a la
hora de otorgar visados a la prensa internacional.
''A través de este reglamento el gobierno busca dejar en claro, una vez
más, que continuará en ese camino'', señaló Carlos Lauría, coordinador
del programa de las Américas del CPJ.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) opinó que el documento es
''tremendamente restrictivo'' para el ejercicio periodístico y la
libertad de expresión.
''Este reglamento demuestra que no hay una voluntad auténtica de abrir
espacios en Cuba en materia de libertad de prensa'', manifestó Gonzalo
Marroquín, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP.
El texto completo de la resolución puede leerse en la edición digital de
El Nuevo Herald.
wcancio@elnuevoherald.com
http://www.miami.com/mld/elnuevo/16243427.htm
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