Balseros cubanos podrían reintentar viaje
Bitácora Cubana, 19 de diciembre de 2006 - La Habana (Reuters)
- Balseros cubanos repatriados por error de Estados Unidos y varados
desde hace 11 meses en la isla a la espera de un permiso de salida
dijeron el lunes que, cuando agoten su paciencia, volverán a hacerse a
la mar.
Siete de los 15 miembros del grupo original ya lo hicieron,
desembarcando clandestinamente el viernes en Estados Unidos, de donde
habían sido devueltos en enero.
Otros seis fueron el lunes a la Sección de Intereses de Estados Unidos
en La Habana, que les ofreció en marzo visas después de que un juez
federal de Miami dictaminara que habían sido repatriados ilegalmente a
la isla.
"Dicen que tenemos que esperar y esperar. Hemos estado esperando todo
este tiempo," dijo Noel Reyes, un ex empleado de 37 años, a periodistas
extranjeros en La Habana.
El gobierno cubano les emitió pasaportes, pero después de casi nueve
meses todavía no les dio el permiso de salida.
"Quiero irme legalmente, me lo gané (...) Pero ellos saben quién soy
yo," dijo Emiliano Batista, otro de los balseros.
El ex camarero de 32 años asegura haber intentado 18 veces cruzar en
balsa los 150 kilómetros que separan Cuba de Estados Unidos.
"Yo no quisiera tener que volverme a tirar al mar, pero si tengo que
volverlo a hacer lo haré," comentó.
La vez que estuvo más cerca de alcanzar su sueño fue el 4 de enero,
cuando desembarcó junto con Reyes y otras 13 personas en el puente
abandonado "Seven Mile" de los cayos del sur de Florida.
Cinco días después, la Guardia Costera los envió de regreso a Cuba
porque, según la ley, los inmigrantes cubanos sólo se pueden quedar en
Estados Unidos si pisaron tierra firme.
Quienes son interceptados en el mar son devueltos a Cuba. La ley es
conocida como "pies secos, pies mojados."
La noticia de que parte de sus compañeros de travesía habían llegado a
Estados Unidos fue recibida con una mezcla de "alegría y frustración."
"Sabíamos que era sólo cuestión de tiempo para que lo intentaran otra
vez," comentó uno de ellos.
Los balseros dicen que su situación es "desesperante," que perdieron sus
empleos, entregaron sus cartillas de racionamiento y están sobreviviendo
gracias a la venta de sus pertenencias y a la ayuda de los vecinos.
El próximo paso, dijeron, sería protestar ante el Consejo de Estado,
presidido por el convaleciente líder cubano Fidel Castro.
Los balseros residentes en Matanzas, 100 kilómetros al este de La
Habana, protagonizan el último capítulo del drama de la emigración
ilegal cubana a Estados Unidos, que llegó a un máximo de 30.000 balseros
en 1994.
Su odisea se convirtió en una cruzada política para los exiliados
cubanos de Miami.
Estados Unidos ofrece un trato preferencial a los inmigrantes cubanos, a
quienes considera víctimas de represión en la isla.
Cuba, por su parte, acusa a Washington de estimular la emigración ilegal
y alentarlos a arriesgar sus vidas en el Estrecho de la Florida.
Castro ha acusado al presidente George W. Bush de querer romper un
acuerdo migratorio de mediados de la década de 1990, en el cual Cuba se
comprometió a frenar la inmigración ilegal y Estados Unidos ofreció a
cambio 20.000 visas anuales.
Un nuevo grupo de 25 balseros cubanos desembarcó en la madrugada del
lunes en Sarasota, Florida.
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=3578
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