Octubre 2, 2006
Nefasto y la charada china: ¿Ciencia, superstición o arte marcial?
Víctor Manuel Domínguez
LA HABANA, Cuba - Octubre (Lux Info Press / www.cubanet.org) - Aunque
los grandes estudiosos de la cábala en la charada china no se han puesto
de acuerdo en si la interpretación de los números del juego de azar,
conocido como "bolita" en Cuba tiene un carácter científico, es pura
superstición, o constituye una modalidad de "lucha" para sobrevivir en
nuestro país, les adelantaré algunas consideraciones escritas sobre el
tema en mi libro "Del gatofino al tibor: análisis de la numerología ante
un posible fricasé", que tanto han solicitado miles de cubanos amantes
de la lotería del Táchira.
Si bien muchos alegan sin conocimiento de causa que los cubanos no
sueñan, sufren pesadillas, y que "quienes juegan por necesidad pierden
por obligación", la realidad nos manda diversos derroteros a la hora de
apostar a un número.
Y es a partir de ahí donde la sensatez -ciencia-, moldeada por la
imaginación -superstición-, se une con el arte marcial -la lucha-, para
invertir en la nebulosa de un sueño la necesidad de alcanzar un parlé,
un número fijo o uno corrido, que multipliquen el ruinoso capital y les
permita cerrar el día sentados frente a un contundente fricasé. Pero lo
primero es soñar o tener pesadillas -perdonando la redundancia- para
luego acudir al siempre fiel "apuntador" familiar, quien diestro en
soledades y esperanzas suele dar tan nobles y certeros consejos como este:
"Me parece, Dolores Amargura, que si usted resbaló con una cabeza de
pescado y cayó como un saco en medio de la calle, fue atropellada por un
bicitaxi al ponerse de pie, y al llegar a su casa se le habían quemado
los frijoles que dejó en el fogón, y perdido el gato de la gatera, ni
por aproximación puede apostar al uno, es decir, al caballo; y mucho
menos ocurrírsele el cinco, monja, pues hasta ayer usted mantuvo un 13,
chulo, en contra de la voluntad de sus hijos".
¿Usted se imagina que si en vez de algunas palomas en el campanario de
la iglesia, hubiera estado encaramada una cuadrilla de equinos
bombardeando al descuido heces sobre su cabeza? Mucho menos apostar al
99, serrucho, pez desterrado de nuestras aguas territoriales y nuestra
carne-huevos-croque-pescadería, por enfritarse o escabecharse sólo a la
mesa de los extranjeros.
Además, apostar al 100 porque considera que los bicitaxis son
automóviles, resultaría un desatino. ¿Dónde usted ha visto que les
permitan usar otro motor que no sean sus piernas? Y esas, sólo para
transportar cubanos, ya que si trasladan a un extranjero pueden
imponerles una multa o decomisarles el carromato. Sin embargo, entre la
quemadera de los frijoles y la desaparición del gato, se encuentran los
números a seguir.
Caliente-caliente sería el 18, pescado chiquito e iglesia, ya que la
cabeza que la hizo resbalar y caer en medio de la calle no puede ser de
otro pez que un jurel, y eso fue al salir del sagrado recinto. También
el 20 se pinta solo: tibor y gatofino. ¿No pensaba comer potaje de
frijoles negros? ¿Esto no terminaría en el tibor que usa desde hace diez
años, cuando Aguas de La Habana y Acueductos y Alcantarillados se
pusieron de acuerdo para reparar con urgencia las tupiciones y salideros
que aromatizaban su casa? ¿Acaso asqueado por el mal olor no se volatizó
el gato en su finura?
Sin embargo, de no haberse quemado los frijoles y el gato ser ajeno y
rondar hambriento por el tejado de su casa, tendría la variante fricasé
de gato con frijoles, una de las de más éxito en los años 90. Entonces,
ante una cábala tan clara, le recomiendo hacer un parlé con el 18 y el
20, ponerle unos centavos al fijo y al corrido de los dos, y le aseguro
que de no pescar el jurel, adquirir el tibor o comerse al gato, tendrá
la opción de ir a rezar a la iglesia hasta la próxima jugada.
Y recuerde, cuando escuche a los vecinos gritarse de balcón a balcón, de
esquina a esquina, que son las 20 horas con 18 minutos y 13 segundos,
corra, que usted ganó. Nada, que si el reloj es un producto de la
ciencia; los sueños y accidentes los padres de la superstición, y la
necesidad de luchar para sobrevivir un arte marcial, la charada es un
poco todo esto y una magnífica ocasión para leer "Del tibor al gatofino:
análisis de la numerología ante un posible fricasé", como aseguro yo,
Nefasto "El bolitero" Boza.
LUX INFO-PRESS
Agencia Cubana Independiente de Información y Prensa
E-mail: Fsindical@aol.com
http://www.cubanet.org/sindical/news/y06/10020601.html
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