POLITICA
Evacuación
José Antonio Fornaris, Cuba-Cuba Verdad
LA HABANA, Cuba - Agosto (www.cubanet.org) - La conocida fábula del
joven pastor anunciando que viene el lobo volvió a poner las armas y las
tropas en movimiento, listas para repeler la agresión del enemigo
imperialista.
El motivo, en esta ocasión, ha sido el problema de salud del señor que
hasta el pasado 31 de julio ostentaba los cargos políticos y militares
más importantes de la nación.
De nuevo, dentro del contexto de propaganda bélica, muchas personas
volvieron a ser censadas y alertadas sobre una posible evacuación hacia
zonas rurales. Durante años, y al parecer como parte de la llamada
doctrina de "guerra de todo el pueblo", se ha estado divulgando la
disposición, ante un enfrentamiento armado con los Estados Unidos, de
sacar de las ciudades a gran parte de la población.
Quizás la idea haya tenido algún basamento en la estrategia militar en
alguna época de la humanidad; pero en los tiempos actuales, ¿de qué
forma se podría hacer eso?
Pongamos como ejemplo a Ciudad de La Habana, de donde habría que sacar a
un millón o más de sus habitantes. Lógicamente, la parte a evacuar tiene
que ser la más vulnerable de la población. Es decir, niños, ancianos y
mujeres, que tendrían que acompañar a sus familiares.
¿Qué cantidad de recursos habría que poner a disposición de esas
personas para garantizarles un mínimo de abastecimiento? ¿Cuántas
morirían al enfrentarse a condiciones hostiles? ¿Qué cantidad de medios
de transporte se necesitarían para trasladar a decenas o cientos de
kilómetros a esa cifra de personas?
¿Por qué lugar transitarían esos transportes, cuando es bien conocido
que en una guerra las vías férreas, las carreteras y autopistas son
objetivos militares, porque de esa forma se obstaculiza el movimiento y
se evita la posibilidad de pistas alternas para la aviación de combate o
de suministros por vía aérea de cualquier tipo?
Pero, además ¿qué contención de tipo moral queda para los atacantes si
los propios defensores han convertido las ciudades en campo de batalla?
En un teatro de operaciones con esas características, nuestras ciudades
dejarían de existir si el hipotético y muchas veces anunciado
enfrentamiento llegara a ocurrir, porque seríamos blanco de los golpes
de la aviación más poderosa del mundo, y de las armas más modernas y
letales.
Durante casi medio siglo hemos vivido en una especie de locura
colectiva. El momento es bueno para que los países europeos y otras
naciones -Estados Unidos ya lo hizo- manifiesten su decisión de ayudar a
Cuba si emprende el camino hacia la democracia.
La oposición pacífica, tanto interna como externa debería, también
públicamente, dar a conocer su disposición a cooperar con, o a integrar
un gobierno de transición.
El momento está demostrando lo que ya se sabía: que los líderes
mesiánicos son absolutamente innecesarios. En Cuba nada ha mejorado,
pero tampoco nada ha empeorado. La democracia es buena para todos, pero
esa verdad es necesario decirla abiertamente. Y también abiertamente
reafirmar el apoyo y el respeto a ella.
Con democracia, con paz interna, las evacuaciones serían las
estrictamente naturales.
http://www.cubanet.org/CNews/y06/ago06/16a6.htm
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