POLITICA
¡Aterrorizados!
Juan González Febles
LA HABANA, Cuba - Agosto (www.cubanet.org) - El trabajo lo firma Lourdes
Pérez Navarro. Aparece publicado en el rotativo Granma en su edición del
miércoles 9 de agosto del año en curso. Su título: "Piratería de señales
satelitales". Confieso que me quedé en una pieza. No se trata de que
alguna vez haya encontrado límites para la conducta incivil del gobierno
de Fidel Castro. Se trata solamente de pudor y escrúpulos.
En Cuba hay sólo dos periódicos de circulación nacional. Uno de ellos es
Juventud Rebelde y el otro, su hermano mayor, Granma. Lo que publica
Granma es sagrado para el dogma castrista. Hay quien afirma que algunos
de sus editoriales, piezas paradigmáticas del más rancio anti
periodismo, fueron escritos de puño y letra por el mismísimo Fidel Castro.
El trabajo de Pérez Navarro se concentra en amenazar y tratar de
aterrorizar al pueblo de Cuba. Pretende que desista de abrirle grietas
al bloqueo informativo que mantiene la dictadura militar castrista. Las
multas son del orden de los 30 mil pesos. No quieren antenas
satelitales. No quieren consumo de programas transmitidos por antenas
satelitales y cables fuera del control de la censura oficial.
La invasión más temida por el gobierno de Fidel Castro no sería la
militar, organizada y dirigida por Donald Rumsfeld. Se teme a las
aguerridas huestes de Cristina Saralegui, Laura y de Don Francisco. A
los misiles de exterminio ideológico, Sábado Gigante, show de Cristina y
show de Laura. A los Fonomemecos y a los bacteriológicos y altamente
tóxicos chistes de Guillermo Álvarez Guedes.
De esta forma, el gobierno de Fidel Castro reconoce haber perdido la
"Batalla de Ideas". Fue derrotado por el esfuerzo conjunto de las
televisoras comerciales del sur de Florida y el pueblo de Cuba.
En su trabajo, Pérez Navarro llega a afirmar: "Pero más grave y
peligrosa es la intervención de señales televisivas satelitales que no
se brindan en el país, que tienen un contenido ¿enajenante? y responden
a la política de la administración Bush, abiertamente encaminada a
lograr la destrucción de la revolución cubana". Sin comentarios.
No se trata de frustrar la acción de tenebrosos espías o de opositores
declarados al gobierno de Fidel Castro. Tampoco son periodistas
independientes. Es una guerra contra el cubano de a pie que es a fin de
cuentas quien inventa y coloca los dispositivos para salirse de la
agobiante propaganda gubernamental. En otras palabras: Están en guerra
contra todo el pueblo.
Uno se pregunta: ¿Dónde quedó aquello de "no le decimos al pueblo cree,
le decimos lee?" Resulta evidente que la dictadura de Fidel Castro se
preocupó en enseñar a leer a los pocos analfabetos que encontró en 1959,
sólo para no dejarles leer con libertad. Quizás éste sea el
superobjetivo en Venezuela, Bolivia y el resto de América Latina.
Por lo pronto, la dictadura, aterrorizada y en pleno ensayo de sucesión
anti democrática, se emplea a fondo contra su propio pueblo. Al igual
que los esfuerzos baldíos por terminar con los balseros, las grietas
satelitales y de todo tipo, continúan. Nada lograrán con multas, cárcel
y represión. En las vísperas del final, lo que define mejor a la élite
de poder castrista es el terror. Un terror que se vuelve contra ellos.
Aterrorizados, ven amanecer la libertad en cada pantalla de televisión,
en cada hogar. No importa si por videos, satélites o por mensajes
enmascarados desde la propia televisión oficial.
http://www.cubanet.org/CNews/y06/ago06/21a6.htm
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