Seudocultura, racismo y política

Seudocultura, racismo y política
julio 8, 2015 10:45 am·

Cuba actualidad, Guanajay, Artemisa, (PD) La búsqueda de respuestas a
las crecientes desigualdades en Cuba, puede ser la justificación de la
existencia de los grupos opositores al régimen.

Es muy difícil atreverse a soltar contestaciones cuando realmente se
requiere de una discusión que no existe ni importa al estado.

Prácticas y manifestaciones racistas continúan como hechos cotidianos en
la sociedad cubana. Ya no se dice negrito, ahora se dice negrón. Se
manifiesta de forma bromista o peyorativa, según convenga, y en
dependencia del grado mayor o menor de racismo del emisor.

El racismo sutil, que tiende a expandirse en todas las manifestaciones
socioculturales y políticas, está trayendo consecuencias inquietantes.

El actual contexto de crisis va más allá de lo puramente económico, de
lo cual se puede salir si existiera la voluntad de hacerlo y si no
hubiera tantas trabas para los de abajo, que son la mayoría de la
población. Se trata de una crisis de valores y de falta de confianza en
nosotros mismos, que nos impide emprender nuevos derroteros.

La democracia, aunque no siempre sea lo suficientemente justa, es el
único camino para alcanzar la justicia.

No todo lo impuesto o manifestado a través de la cultura refleja
necesariamente los sentimientos y ansias más intimas del ser humano.

Los cubanos hemos estado por décadas privados de la verdadera
manifestación de la personalidad individual a través de imposiciones y
acondicionamientos ideológicos.

La exclusión por el color de la piel está presente en una seudo-cultura
de la que hasta hoy no ha podido sacudirse la nación cubana.

El racismo es visto como un problema netamente cultural, cuando
realmente es un hecho estructural, político, bien elaborado. Hay
múltiples razones para confirmarlo, solo se necesita la voluntad de hacerlo.

El auge que han tenido los diversos foros y debates en torno al problema
racial y las manifestaciones racistas, ha vuelto a poner sobre la mesa
la verdad de lo que realmente sucede en Cuba: un régimen cuyo sostén es
la represión y que solo beneficia a una elite, niega a la mayoría
derechos que deben ser sagrados para cualquier pueblo y respetados por
cualquier sistema.

Un gobierno debe mandar obedeciendo a los únicos que le debe su
permanencia en el poder: los ciudadanos. Pero eso es cuando ese gobierno
surge de una democracia y no de un sistema que ha tenido que recurrir a
la violencia, los fusilamientos, los encarcelamientos y las
deportaciones para poder mantenerse en el poder.

Nada que sea a la fuerza puede beneficiar a un pueblo. La población
afro-descendiente, a la larga, ha pagado las consecuencias de depositar
totalmente la confianza en lo que nunca resultó ser confiable.
Para Cuba actualidad: mal26755@gmail.com

Source: Seudocultura, racismo y política, | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/seudocultura-racismo-y-politica/