Ofensa inmerecida a la Dra. Christine Chanet
Miriam Leiva / Periodista Independiente
Bitácora Cubana, 10 de octubre de 2006 - La Habana
La Dra. Christine Chanet, representante personal de la Alta Comisionada
de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, presentó su informe sobre
Cuba, en el que se destacan las 10 recomendaciones al gobierno cubano,
el pasado 26 de septiembre.
La prestigiosa jurista cumplimentó el mandato, recibido anualmente desde
el 2003, ante el Consejo de Derechos Humanos, heredero de la Comisión.
Las autoridades cubanas han comunicado al Alto Comisionado que no
reconocen a su Representante Personal, por lo que no responde sus
propuestas para entablar un diálogo ni sus preguntas.
El análisis del Informe de la Dra. Chanet evidencia objetividad e
imparcialidad, y una amplia recopilación de información actualizada.
Incluso, señala ¨aspectos positivos en materia de derechos económicos,
sociales y culturales, en particular en las esferas de la educación y la
salud, a los cuales las autoridades cubanas están dedicando esfuerzos
notables, especialmente de carácter presupuestario.¨ Además, en lo
relativo al embargo de Estados Unidos pudiera achacársele otorgar
demasiado peso a sus consecuencias negativas.
En realidad, el embargo es un error porque viola las regulaciones
internacionales y no ha tenido ningún efecto práctico real; brinda
pretexto al gobierno de Cuba para justificar su desempeño ineficiente y
voluntarioso; y sirve de coartada para perseguir a los opositores
pacíficos, acusándolos de ser mercenarios del enemigo externo, así como
para reprimir a todo el pueblo cubano. Coincidimos con la jurista en que
las medidas adicionadas en 2004 para la restricción a la libre
circulación de personas y bienes, en particular que los
cubanos-americanos sólo pueden viajar a Cuba cada tres años, son
absolutamente erradas.
Entre los motivos de preocupación en el informe se reitera la detención
arbitraria en marzo y abril de 2003, avalado ese criterio por el Grupo
de Detención Arbitraria de la ONU de junio de ese año; la carencia de
garantías de los juicios y las altas penas; así como las nuevas
detenciones y registros efectuados en julio de 2005, sobre lo que no se
ha contestado su inmediata solicitud de información y se mantienen
detenidas 9 personas. También se refiere a las muy adversas condiciones
de prisión, y a la expulsión de periodistas y parlamentarios europeos en
mayo de 2005.
Las 10 recomendaciones del Informe parecen haber enfurecido a las
autoridades de la Isla, las cuales son que: cesen los procesos de
ciudadanos que ejercen los derechos contenidos en los artículos 18, 19,
20, 21 y 22 de la Declaración Universal; se ponga en libertad a las
personas detenidas que no hayan cometido ninguna violencia contra
personas y bienes; se revisen las leyes que tipifican como delito el
ejercicio de las libertades de expresión, de manifestación, de reunión y
de asociación, en particular la Ley 88 y el artículo 91 del Código
Penal; se mantenga la moratoria a la pena de muerte; se reforme el
procedimiento penal según los artículos 10 y 11 de la Declaración
universal; se creé un órgano permanente independiente que reciba las
denuncias de las personas que aleguen ser víctimas de violaciones de sus
derechos fundamentales; se revisen los reglamentos relativos a la
entrada y salida del territorio, a fin de garantizar la libertad de
circulación definida en el artículo 13 de la Declaración Universal; se
autorice la entrada en Cuba de las ONGs; se promueva el pluralismo en
cuanto a las asociaciones, los sindicatos, los medios de comunicación y
los partidos políticos en el territorio nacional; y se adhiera al pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como a sus Protocolos
Facultativos, y al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales.
En su intervención, el Sr. Juan Antonio Fernández, embajador cubano ante
el Consejo, señaló que ¨como una herencia desastrosa de la defenestrada
y desacreditada Comisión de Derechos Humanos, el Consejo escuchó hoy el
informe de la llamada Representante Especial para Cuba. El libelo no
merecía ningún respeto ni credibilidad. Su delegación lo enviaría al
mismo lugar al que había enviado los informes anteriores: el cesto de
reciclaje. Entre las múltiples ocupaciones de la Representante, este no
había sido precisamente un trabajo honorable. Más temprano que tarde,
nadie se acordaría de su ilegítimo mandato… Fue al Tercer Mundo,
representante de dos tercios de la Humanidad, al que Cuba agradeció el
privilegio de concederle un asiento en el Consejo, a fin de que pudiera
continuar levantando la voz contra las injusticias y la subyugación de
los poderosos.¨
Esas y otras palabras denotan la ausencia de respeto hacia el
organismo de la ONU, y resta credibilidad al gobierno que representa.
Resulta contradictorio que no obstante esa actitud, y que no haya
suscrito los principales Pactos en Derechos Humanos, ostente un puesto
en el Consejo. Al ingresar bajo los nuevos requisitos, las autoridades
aceptaron el escrutinio al que serán sometidos todos los miembros.
Mayor responsabilidad aún tienen al ser Presidente del Movimiento de
Países No Alineados y, por tanto, suponerse que deben ser ejemplo en
asunto tan importante como el respeto de todos los derechos humanos.
Indudablemente, la Dra. Chanet no merece afrontar desagradables
situaciones tan ultrajantes. El representante del gobierno cubano con
su prepotencia demuestra como es subyugado el pueblo y brinda más
evidencias de como se irrespetan los derechos fundamentales.
Esperamos que, a pesar de los conciliábulos de la delegación de Cuba, se
mantenga el mandato de la Dra. Christine Chanet, quien merece el mayor
respeto, y excusas debido a las ofensas recibidas en sus esfuerzos por
hacer justicia a nuestro pueblo.
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=3053
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