Wednesday, October 18, 2006

El Rebote del Embajador y la Ministra

El Rebote del Embajador y la Ministra
2006-10-17
Oswaldo Yañez, Periodista Independiente

Ciudad de La Habana. Una cosa es saberlo y otra muy distinta verlo.
Carlos Alonso de Zaldivar estaba sobre aviso. El nivel de la
representación del Gobierno Cubano asistente a la fiesta de la
Hispanidad, para los españoles, de la Raza, para los iberoamericanos,
iba a ser de rango más bajo que el del año anterior, pero el fiasco fue
de órdago.

De dos ministros, un ministro interino, un militar de alto rango y
varios viceministros en el 2005 se pasó a dos viceministros y el
presidente de la Casa de América, en el 2006. Este último por aquello de
restregarle al embajador que la Casa de España no volverá a tener el
mismo nombre y uso con la revolución.

El papelón fue de impresión, a pesar de no haber invitado a los
disidentes, que ya estaban sobre aviso, se esperaba más, mucho más.
Prueba de ello era la asistencia a la recepción de la ministra española
de Sanidad y Consumo, Dª Elena Salgado que esperaba pedir el apoyo para
su candidatura a la Organización Mundial de la Salud del ministro
homólogo cubano, que no homónimo pues hablar de consumo en Cuba es un
mal chiste.

D. Carlos es un hombre tranquilo y ágil de mente, rápidamente hizo la
valoración de daños y pensó en la mejor estrategia para evitar males
mayores.

Lo primero que hizo fue filtrar que la visita de la ministra española
era debida a una escala técnica, así se podía dar justificación que ante
la ausencia de representantes de su mismo nivel solo estuviera una hora
en la residencia del embajador, no se sabe si enfadada por no poder
hacer campaña al nivel esperado o escandalizada ante tanto fumador
cubano y extranjero, su intolerancia con los fumadores es legendaria en
España.

Lo segundo era aleccionar al corresponsal de Europa Press en la isla que
debía contar en el artículo y mandar un mensaje al gobierno cubano y
otro a la disidencia. No lo hizo en persona, para eso están los altos
funcionarios del ministerio.

En la crónica se debía recordar al gobierno cubano que la situación no
era normal pues Castro está enfermo, enfrentándose así al mensaje de
normalidad que intenta difundir el triunvirato provisional, para que se
enteren que estos desplantes se pagan caros.

También había que reseñar que España había decidido reforzar "los
contactos políticos con miembros del gobierno cubano y los principales
miembros de la oposición en la Isla", recordándole a Castro que la
oposición existe y es reconocida en el exterior, aunque sea ignorada y
reprimida al capricho de los Castro en su isla.

"Hay que reforzar la interlocución con distintos actores cubanos,
tanto del gobierno como de la disidencia", insistió la fuente y calificó
de "privilegiada" la posición que tiene España en este sentido. Así le
explicaba al gobierno que su pretensión de que el pueblo cubano exprese
su voz por los órganos del partido comunista de Cuba es una posición que
no será aceptada internacionalmente en los tiempos que se avecinan y que
a falta de su cooperación la ayuda a la disidencia se puede aumentar a
voluntad.

Lo que ocurre es que en Cuba funciona muy bien "radio bemba" y ligeros
los cubanos se dieron cuenta de que les iban a batear la bola que aunque
lenta no dejaba de estar envenenada. ¿Quien ocupó las bases y anotó?, de
momento nadie.

Constituyen estas declaraciones una muestra más del lenguaje diplomático
que es poco entendible para la mayoría y que servirán para dar cobertura
a cualquier posición en firme que el Gobierno Español quiera adoptar en
un futuro.

El asunto es susceptible de rectificar cuando convenga en un sentido o
en otro, así, ni el gobierno cubano estará contento, y la disidencia
menos y el pueblo cubano seguirá en la misma postura de siempre,
apoyados en el quicio y mirando al cielo en espera de un maná que parece
que nunca llegará.

Mientras los actuales gobernantes no vean una salida airosa a su actual
posición, la posibilidad de una transición pacífica para Cuba no será
siquiera contemplada y seguirán mirando al que cite esa coyuntura con la
condescendencia del doctor que mira a un enfermo que desconoce lo que le
ocurre pero se siente mal.

Debo reseñar que aunque en el extranjero todos creen inminente un
proceso de transición a la muerte de Castro los gobernantes cubanos a
través de los poderosos instrumentos de su aparato político y de sus
panfletos adoctrinadores intentan que los cubanos no esperen ningún
cambio a la actual situación del país excepto alguna mejora puntual a
través de los acostumbrados planes, que siempre resultan fallidos, pero
nunca un cambio de régimen y recuerdan todos los días su jaculatoria,
revolución o muerte.

Pero a pesar de todo en el silencio se respira una fragancia añorada
largamente, los periodistas independientes, los disidentes pacíficos,
los presos en menor medida, los exiliados, los jóvenes, los viejos, los
niños comienzan a intuir un aroma inconfundible por desconocido, pronto
se darán cuenta de que es el olor a Libertad.

A diecisiete de Octubre del año de la inminente Libertad para los Cubanos.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=7362

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