Sunday, September 03, 2006

Nueva coyuntura en Cuba podria afectar politica de EE.UU.

Posted on Fri, Sep. 01, 2006

Nueva coyuntura en Cuba podría afectar política de EE.UU.
VANESSA ARRINGTON
Associated Press

LA HABANA - A simple vista, reina la normalidad en Cuba un mes después
de que Fidel Castro cedió el poder por primera vez en 47 años. Pero
entre bastidores, parece estar surgiendo una nueva dirección compartida,
capaz de impulsar reformas, que podría provocar un cambio en la política
estadounidense hacia la isla.

Raúl Castro, presidente interino mientras su hermano Fidel se recupera
de una operación intestinal, está ejerciendo un poder efectivo y también
parece crecer la figura de Carlos Lage, otro miembro de la dirección
colectiva, que aparece con frecuencia en la prensa estatal.

En el pasado, ambos se han mostrado un poco más proclives que Castro a
ensayar reformas económicas.

Raúl, quien tiene 75 años, cinco menos que Fidel, causó cierta conmoción
recientemente al decir que apoya una normalización de relaciones con
Estados Unidos, aunque sólo si los estadounidenses desisten en sus
esfuerzos por influir en los asuntos de Cuba.

Raúl Castro parece firmemente en control de la situación y uno de los
grandes interrogantes que surgen ahora es si Estados Unidos modificará
su vieja política de derrocar al gobierno.

"Si Raúl Castro opta por hacer algunos cambios profundos en Cuba, eso le
quitaría sustento a la actual política de Estados Unidos", opinó Mark
Falcoff, profesor honorífico de la fundación conservadora de Washington
American Enterprise Institute.

Las leyes actuales estipulan que no se puede alterar el embargo que
impuso Estados Unidos a Cuba hace años mientras alguno de los Castro
siga en el poder.

Si bien en Cuba aumentan las presiones para que se tomen medidas que
alivien las penurias económicas de la población, la impresión
generalizada es que muchos cubanos están dispuestos a darle a Raúl
Castro una oportunidad de mejorar las cosas.

Incluso algunos disidentes, como Oscar Espinosa Chepe y Martha Beatriz
Roque, dicen que Raúl Castro podría prestar más atención a las
generaciones más jóvenes y dar mayor cabida a la iniciativa privada.
Agregan que cualquier apertura, por modesta que sea, seguramente
conllevaría mayores libertades políticas.

Raúl Castro expresó interés en la versión china de socialismo con libre
empresa durante una visita que hizo a China en 1997 para estudiar su
economía.

Y fue Raúl quien anunció en 1994 que Cuba había aprobado el
funcionamiento de mercados de productos agrícolas privados, en los que
los agricultores podían vender sus productos al precio que dictase el
mercado.

Lage impulsó otras reformas limitadas en esa época para ayudar a Cuba a
salir de la crisis económica en que se vio sumergida tras la
desaparición de la Unión Soviética. Esas reformas abrieron las puertas
al uso del dólar en las transacciones comerciales y a la inversión
extranjera. También dieron lugar a la formación de cooperativas
agrícolas y a la legalización de cientos de pequeñas empresas.

Posteriormente, sin embargo, Fidel Castro anuló muchas de esas reformas.

Ese retroceso no cayó bien, pero es poco previsible que los cubanos se
rebelen en busca de reformas profundas rápidas. En el país reina la
calma desde que Fidel le entregó el poder a Raúl a título provisional el
31 de julio.

No se cumplieron los pronósticos según los cuales habría una explosión
social y el régimen se derrumbaría si Fidel Castro dejaba el poder, y
las autoridades estadounidenses moderaron su retórica.

Wayne Smith, el diplomático de más alto rango que tuvo Estados Unidos en
Cuba entre 1979 y 1982, dijo que se demostró que estaba errada "la
noción de que con un empujoncito el régimen cubano desaparecería".

"Ninguno de esos pronósticos se cumplió", señaló.

Para Falcoff, autor del libro "Cuba, The Morning After: Confronting
Castro's Legacy" (Cuba al día siguiente: Enfrentando el legado de
Castro), hay una gran contradicción en la política estadounidense hacia
Cuba.

"Por un lado, decimos que queremos un cambio de gobierno, que queremos
que Cuba se transforme de la noche a la mañana en Costa Rica", señaló
Falcoff. "Pero más que eso, queremos que no haya desmanes, que no haya
violencia".

Agregó que el gobierno estadounidense teme que si estalla el caos en
Cuba, se produzca una emigración masiva de cubanos a la Florida.

Washington renovó recientemente su ofrecimiento de levantar el embargo
si los cubanos se embarcan en un proceso democrático.

Si bien nadie espera que Washington se entusiasme con el nuevo gobierno
cubano, algunos observadores dicen que los estadounidenses estarían más
dispuestos a hablar con Raúl Castro que con su hermano.

"Fidel Castro es considerado por muchos funcionarios estadounidenses
como una figura indómita que los desafió y ridiculizó por años. Raúl no
tiene esa imagen", expresó Smith, quien dirige ahora el programa sobre
Cuba del Centro para Política Internacional, con sede en Washington.

http://www.miami.com/mld/elnuevo/15419063.htm

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