SOCIEDAD
Los celulares tampoco son para los cubanos
Aimée Cabrera
LA HABANA, Cuba - Agosto (www.cubanet.org) - En Cuba es un dilema tener
un teléfono. Largas colas pueden verse en los barrios seleccionados para
instalar los teléfonos. Los ciudadanos seleccionados para recibir el ser
vicio deben soportar numerosas incomodidades. Aún quedan zonas
residenciales en las que apenas hay un teléfono para cientos de
habitantes, y muchas veces no funcionan.
Un joven matrimonio residente en un reparto con esas características
lleva esperando tanto tiempo por un teléfono que decidieron comprar un
celular. Por supuesto, no acudieron a las dependencias autorizadas para
comprarlo, sino que se dirigieron a una persona que les vendió uno, con
la condición de que, en caso de presentarse algún problema, deben ir con
el verdadero dueño para solucionar el contratiempo.
Las dependencias encargadas de la venta de celulares son TELCEL y SECOM.
Ambas brindan servicios a los extranjeros, residentes permanentes,
temporales o turistas, pero se lo niegan a los cubanos, a no ser que
éstos trabajen en entidades foráneas o instituciones autorizadas.
Los jóvenes afirman que no es fácil pagar cincuenta centavos de dólar
por un minuto y vivir con la angustia de perder el dinero invertido -un
celular en el mercado negro cuesta entre 150 y 200 chavitos- si se
interrumpe la línea por algún motivo.
Ellos opinan que todo está cada vez más caro y difícil de conseguir,
desde alquilar una habitación en una instalación turística si la persona
tiene la cantidad estipulada, o adquirir bienes tan necesarios para la
vida moderna como un automóvil o un teléfono celular.
No todos los portadores de celulares tienen un amigo o pariente
extranjero que pueda financiar los pagos de las altas tarifas. Es otra
lucha para el cubano que persevera en su empeño de vivir con el decoro
que merece.
http://www.cubanet.org/CNews/y06/ago06/14a9.htm
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