Wednesday, August 23, 2006

Comienza la sucesion con retorica militarista

POLITICA
Comienza la sucesión con retórica militarista

Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba - Agosto (www.cubanet.org) - Dieciocho días después de
haber sido nombrado y asumir oficialmente la sucesión dinástica para
mantener la dictadura del proletariado en Cuba, el General de Ejercito
Raúl Castro compareció por primera vez ante la prensa con un sonado
discurso de tono militarista: jefe, puesto de combate, enemigo, derrota,
fusiles, tropas, milicianos, reservistas, guardia, firmeza.

En entrevista exclusiva al director del periódico Granma, Lázaro Barredo
Molina, el sucesor envió una señal clara de lo que parece será una de
las formas de gobernar, al autorizar la audiencia, como señala el
periodista, desde su despacho de ministro de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias, enfatizando que no acostumbra a comparecer en público:
"Esa es mi forma de ser, y de paso aclaro que pienso seguir así".

Para confirmar su método de gobernar, desprecio sobre la opinión pública
y los medios de comunicación, Raúl Castro se refirió a las
preocupaciones y especulaciones que se desplegaron sobre su ausencia
ante los medios de comunicación, luego de la enfermedad de su hermano:
"Me tienen sin cuidado", dijo.

Con dos fotografías, una en primera plana, otra en la página tres, y una
definición del doctor Castro sobre la revolución en la página cinco,
como forma de animar visualmente el texto, la entrevista gira sobre
movilizaciones de reservistas y la disposición del actual gobierno de
priorizar los conceptos militares sobre cualquier otro tema. Sin
embargo, llama la atención que en el texto REVOLUCIÓN, en la página
cinco, la segunda oración afirma: "Es cambiar todo lo que debe ser
cambiado".

En las fotografías publicadas en el Granma, Raúl Castro aparece con
hojas de papel en las manos, como si fueran documentos. Lo que pudiera
interpretarse como "el guión ya está escrito, yo sólo soy el encargado
de filmarlo".

No perdió la oportunidad el provisional jefe de los Consejos de Estado y
de Ministros para atacar a los grupos democráticos dentro del país, a
los que tildó de anexionistas asalariados, que van a recibir las migajas
de los 80 millones de dólares para la subversión.

De esta manera respondió a las señales del gobierno norteamericano con
arrogancia, prepotencia y poco tacto político.

En dos acciones separadas, y como forma de suavizar tensiones, el
gobierno estadounidense había señalado a los congresistas republicanos
de Miami que detuvieran la agitación entre los exiliados a raíz de la
enfermedad de Castro, y ofreció al sucesor una ''válvula de escape'' con
un estudiado cambio en las leyes que regulan la inmigración de cubanos a
Estados Unidos en caso de que el traspaso de poder provocara algún tipo
de agitación social.

El presidente Bush advirtió que ''el pueblo cubano necesita decidir el
futuro de su país'', en una de sus recientes alocuciones sobre el tema
Cuba; pero en realidad la advertencia al exilio fue para algunos líderes
republicanos que tomaron las cámaras y micrófonos de Miami en la noche
del 31 de julio para anunciar (otra vez) que los días del castrismo
estaban contados.

Muchos cubanos aspiran a que el jefe provisional del Estado dirija sus
próximas intervenciones públicas hacia temas económicos, de liberación
de presos políticos y tolerancia social. Esto le permitiría buscar
apoyos internacionales y crear consensos internos para producir nuevos
escenarios.

Su discurso primario es inteligible, pero no justificable dentro del
ánimo político ultra conservador. Basado en un diseño inmovilista y de
sucesión dinástica, para tratar de mantener cierta cohesión dentro de la
isla, ante el peligro real y eminente de desmoronamiento del Estado.

La posibilidad de la implosión del Estado cubano se fundamenta en su
debilidad. Debido, ante todo, al extremo grado de pobreza de la
población, la violencia política y social; y el descrédito de las
instituciones publicas que tributan ante él.

La entrevista sólo fue publicada por el periódico Granma.

http://www.cubanet.org/CNews/y06/ago06/23a5.htm

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