SOCIEDAD
Coches para turistas y camellos para cubanos
Lucas Garve, Fundación por la Libertad de Expresión
LA HABANA, Cuba- Agosto (www.cubanet.org) - Una de las opciones para
recorrer La Habana es la de moverse en coches de caballos. Estos
pertenecen a la Agencia Fénix, de la empresa Habaguanex que administra
todo lo que se mueve comercialmente en la famosa Habana Vieja.
El valor del recorrido se paga en divisas constantes y sonantes. El
cochero más un guía conducen a los paseantes foráneos por las zonas más
pintorescas del casco antiguo de la capital cubana.
Hay piqueras de coches situados en puntos céntricos: al pie de la
escalinata del Capitolio, junto al Parque Central, en la Avenida del
Puerto, en las cercanías de las Plazas de la Catedral y también en la
iglesia de San Francisco.
Para los turistas, acostumbrados a la velocidad de metros, autos y
trenes modernos, pasear en coche bajo el sol tropical constituye un
pasatiempo curioso. Durante el trayecto, cámaras de fotos y vídeo
capturan cuanto les interesa del panorama urbano habanero.
Mientras, Juana, Pepe y Caridad se "aterrillan" en la cola del camello
más de 30 minutos en muchas ocasiones para trasladarse de un punto a
otro de la geografía capitalina. "Cubanos de a pie" se ha convertido en
una expresión tan frecuente que ha perdido bastante de su connotación.
La mayoría anda a pie o está de pie a la caza de un transporte en esta
Habana 2006.
La situación del transporte en la ciudad más importante del país es tal
que en la propia media radial han osado reconocer el desastre increíble
del servicio en cuestión. Junto a la calidad del pan y el estado
deplorable de las viviendas, el asunto del transporte en La Habana no
hay quien lo arregle sin una reorganización seria y responsable.
Sin embargo, por las calles y avenidas citadinas circulan una buena
cantidad de ómnibus pertenecientes a empresas importantes que con sus
ganancias en divisas pagan el traslado de sus empleados al trabajo, y
muchas veces circulan vacíos, sin que a nadie le importe el gasto de
combustible.
Desde hace un buen tiempo las autoridades prometen que la falta de
transporte público sería historia después de la incorporación de nuevo
material rodante. Incluso, hemos escuchado especulaciones acerca del
aumento del precio del pasaje. De todas formas, los escasos ómnibus que
recogen pasaje y no pertenecen a los Ómnibus Metropolitanos cobran un
peso por el viaje.
Un chofer jubilado consultado sobre el asunto me explicó que el nudo del
problema está en las terminales de ómnibus, donde el mal trabajo con los
equipos, la falta de control y el robo de combustible son males
endémicos. Por otra parte, destacó que la vida útil de los equipos
automotores se acorta por causa del mal estado de las vías, el maltrato
de los chóferes y la sobrecarga de pasajeros. La falta de piezas es un
mal menor, aunque esto último provoca el robo de piezas de un equipo
reparar el carro de algún socio.
En conclusión, es necesario tener diez pesos para pagar el viaje en un
taxi privado, si no dispóngase a invertir buenas decenas de minutos de
su vida en esperar el transporte. ¡Y la vida será bella, pero es corta!
http://www.cubanet.org/CNews/y06/ago06/23a6.htm
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