Sobrina de Castro promueve tolerancia sexual en Cuba
Domingo 25 de Junio, 2006 10:24 GMT173
Por Esteban Israel
LA HABANA (Reuters) - Mariela Castro lidera en Cuba una revolución menos
conocida que la de su tío Fidel: una a favor de la tolerancia sexual en
la sociedad machista de la isla.
La sobrina del presidente cubano promovió desde la dirección del Centro
Nacional de Educación Sexual una telenovela sobre la bisexualidad, que
escandalizó este año a muchos cubanos.
Ahora impulsa un proyecto de ley para reconocer los derechos de los
transexuales, que, de aprobarse, convertiría a Cuba en el país más
avanzado de América Latina en cuestiones de género.
Su objetivo, dijo en una reciente entrevista con Reuters, es llevar al
terreno de la sexualidad la revolución que su tío y su padre, el
vicepresidente Raúl Castro, hicieron hace 47 años con el fusil en la mano.
"Es hacer realidad la revolución en estos aspectos de la vida que no se
han tocado por históricos prejuicios y que, poquito a poco, se están
abordando," dijo la sexóloga de 43 años.
"Tratamos de que los principios humanistas (de la revolución) incluyan
estas cosas de las que no se habla y -por lo tanto- no existen," comentó
en el patio de una antigua mansión de La Habana donde tiene sus oficinas
el Centro Nacional de Educación Sexual.
Con ese argumento, Castro dice estar convenciendo poco a poco a la vieja
guardia de la revolución sobre la necesidad de construir una sociedad
más tolerante.
Mucho ha cambiado, asegura, en un país que a fines de la década de lo
'60 enviaba a los homosexuales a campos de trabajo forzado y en los '70
los discriminaba de ciertos empleos por considerar su orientación sexual
una "desviación ideológica."
"Eso se paró. Se resolvió un problema de injusticia, pero no quiere
decir que se haya superado la homofobia," dijo.
Cuba eliminó en 1979 el delito de "sodomía" de su código penal, pero
mantuvo algunas sanciones bajo la figura de "escándalo público." Desde
1987, la ley castiga sólo a quienes fastidien a otros con
"requerimientos homosexuales" u ofendan las buenas costrumbres con
"exhibiciones impúdicas."
ACCESO PRIVILEGIADO
Castro dice que ella no es líder, sino parte del movimiento por la
tolerancia.
"Yo me identifico como una activista social en el campo de la salud
sexual. No me siento líder del proceso, porque no tengo tanto poder. Si
lo tuviera, hubiese hecho muchas cosas," comentó.
Sin embargo, reconoce que su acceso privilegiado a los dos hombres más
importantes del país le ayuda a promover políticas para cambiar la
mentalidad de los cubanos.
La sexóloga dice contar con el apoyo de su padre, un hombre de 75 años
que es ministro de Defensa, vicepresidente del Consejo de Estado, número
dos del gobernante Partido Comunista y sucesor designado de su hermano
Fidel.
"Por supuesto cada vez que puedo, cada vez que encuentro el momento
oportuno, converso con mi papá. El es uno de los que, en el Partido
(Comunista), está apoyando nuestro trabajo. Considera que es útil,
bueno, justo," dijo.
A su tío, cuenta, lo ve menos, pero tampoco deja pasar una oportunidad.
"Fidel es un hombre muy sensible a estas cosas (...) Aunque sea tan
mayor ya, próximo a los 80 años, es un hombre reflexivo y cuando el tema
tiene que ver con la justicia le llama la atención. Pide información,
elementos de análisis para valorar," explicó.
Castro se ve como continuadora del trabajo hecho desde hace 45 años por
su madre, Vilma Espín, al frente de la Federación de Mujeres Cubanas,
una de las mayores organizaciones de masas de la isla a la que pertenece
el 87 por ciento de las mujeres.
Espín, una de las mujeres más influyentes de la revolución cubana, es la
autora de un avanzado Código de la Familia que garantiza desde 1975 los
derechos de la mujer y exige que los hombres compartan el peso de las
tareas domésticas y el cuidado de los hijos.
Cuba es además una sociedad donde el aborto es un derecho constitucional
y el divorcio, un trámite simple.
CULEBRONES Y LEYES
Castro asesoró este año a la televisión cubana en la telenovela "La Cara
Oculta de la Luna," que escandalizó a muchos por abordar frontalmente la
homosexualidad y el drama del sida.
El debate abierto por el culebrón que cuenta, entre otras, la historia
de un obrero de la construcción que abandona a su mujer e hijos para
irse a vivir con el vecino, ha sido comparado con el desatado en 1993
por el filme "Fresa y Chocolate" de Tomás Guitiérrez Alea, el primero en
abordar sin tapujos la homosexualidad en la isla.
Castro continuará dando que hablar. La sexóloga trabaja ahora en un
proyecto de ley para reconocer el cambio de identidad de los
transexuales y ofrecerles operaciones gratuitas de cambio de sexo.
La iniciativa esbozada a fines del 2005 a los miembros del Parlamento
fue bien recibida, sostiene la directora del Centro Nacional de
Educación Sexual.
Si todo sale bien, la ley sería votada en diciembre y Cuba podría
emerger como el país más avanzado de América Latina en cuanto al
reconocimiento de los transexuales.
"El momento es muy oportuno. La telenovela ayudó al debate a todo nivel.
Todo lo que sea mover opinión es útil," dijo Castro.
Pero la gente está asustada y cuando se la cruzan por las calles de La
Habana le preguntan si es verdad que piensa también legalizar los
matrimonios homosexuales.
"No sabemos lo que vamos a proponer. Todo depende de lo que se
identifique como las necesidades principales de los homosexuales y
lesbianas," dijo Castro.
"En Cuba el matrimonio no es tan importante como en otros países con más
influencia católica. En Cuba es mas importante la unión consensual. En
Cuba lo que importa es el amor," dijo.
http://lta.today.reuters.com/news/newsArticle.aspx?type=domesticNews&storyID=2006-06-25T142440Z_01_N25296599_RTRIDST_0_LATINOAMERICA-CUBA-CASTRO-SEXUALIDAD-SOL.XML
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