Tuesday, June 27, 2006

El Perfil Psicologico de Fidel Castro: Sus Origenes

El Perfil Psicológico de Fidel Castro: Sus Órígenes
2006-06-26
Maritza Beato, PhD

De todos es conocido el terrible perfil psicológico de Fidel Castro, el
tirano que durante casi medio siglo ha logrado, a base del terror, la
represión y métodos brutales, mantenerse en el poder en Cuba. Su
patología se basa, en parte, en una dualidad, consecuencia de un
sustrato de identidad de su nacimiento: un doble nombre, doble familia,
y doble identidad. Estas vivencias primeras determinaron la infancia y
la futura vida del dictador. Para comprender su personalidad
transgresora, hay que remontarse al origen de su nacimiento.
El padre del dictador, el gallego Angel María Castro Argiz, nacido en la
aldea de Láncara, cerca de Lugo, en 1875, era un simple campesino rural
y analfabeto al que un residente de La Coruña pagó para que lo
sustituyera en la guerra de Cuba, donde sirvió como soldado entre 1895 y
1898. En la isla, según reporta Carlos Márquez Sterling en su "Historia
de Cuba", Castro padre formó parte de la columna española, dirigida por
el comandante Cirujeda, que atacó y mortalmente hirió en combate al
Titán de Bronce, general Antonio Maceo, el 7 de Diciembre de 1896. Al
iniciarse la guerra Hispano-Americana en 1898, Castro padre expresó odio
y desprecio por los Estados Unidos de América, país que consideraba
responsible por la pérdida de lo que quedaba entonces del imperio
colonial español.

Aunque fué deportado a España en 1898, después de la conclusión de la
guerra., en 1905 Angel Castro regresó a Cuba, donde intuía grandes
oportunidades de trabajo inexistentes entonces en la metrópoli. Se
estableció en Banes, al norte de la provincia de Oriente, y para salir
de la pobreza típica del inmigrante, ejerció todo tipo de trabajos. Con
la ayuda de un coterráneo canario, Fidel Pino Santos, logró alquilar
parcelas a la local United Fruit Company y comenzó a adquirir más y más
tierras, convirtiéndose a lo largo de varios años en un rico
terrateniente, pero con una reputación de ser implacable y violento en
sus negocios, sobre todo con los humildes trabajadores que importaba de
Haití para las labores agrícolas.

La región de Banes estaba dominada por dos ingenios azucareros, el
"Preston" y el "Boston", de los que era dueño la United Fruit Company,
símbolo emblemático del dominio económico norteamericano en América
Latina. Don Angel, que otrora había manifestado desprecio por los
Estados Unidos, multiplicó su fortuna con contratos con estos dos
ingenios norteamericanos para instalar los carriles del ferrocarril que
transportaba la caña de azúcar a las refinerías de otras partes de la
isla. Como la sede de la United Fruit Company en Cuba, Banes era el
lugar de residencia de los empleados norteamericanos de la compañía, que
vivían y socializaban separadamente de los empleados cubanos. El acceso
a la playa local estaba controlado por una cerca, cuya llave sólo tenían
los empleados norteamericanos. Don Angel se encolerizaba cada vez que
tenía que pedir permiso para poder entrar a la playa.

Ya convertido en un rico miembro de la alta sociedad de Banes, don Angel
contrajo matrimonio con la maestra que lo alfabetizó, María Luisa
Argota. El nuevo matrimonio se instaló en el remoto Birán, en el norte
oriental cerca de Mayarí, en una gran finca de 32,100 acres llamada "Las
Manacas". Angel y María Luisa tuvieron dos hijos, Pedro y Lydia, ya
fallecidos.

Años después llego a Birán una nueva cocinera con su hija analfabeta de
14 años llamada Lina Ruz Gonzalez. Pronto, don Angel estableció una
relación extramarital con ella y tuvieron una primera hija, Angela, que
fué llevada al bohío de la madre de Lina. Nació un segundo hijo, Ramón,
ya ya los rumores de la infidelidad de su marido llegaron a los oídos de
María Luisa Argota, que abandonó la finca de Birán y se mudó a Santiago
de Cuba con sus hijos.

Lina Ruz se instaló entonces como la nueva señora de "Las Manacas" y dió
a luz, el 13 de Agosto de 1926, a un tercer hijo, al que don Angel puso
el nombre de su amigo y socio en los negocios: Fidel. Como María Luisa
Argota ya le había planteado el divorcio y reclamado la mitad de sus
tierras, don Angel simuló estar arruinado y traspasó el título de las
propiedades a su socio Fidel Pino Santos.

Para acallar rumores y ocultar la existencia de los hijos ilegítimos,
decidió enviar a los tres niños a vivir con sus amigos, el cónsul
haitiano en Santiago Hippólite Hibbert, y su esposa Emercianne, que a su
vez los internaron en un campamento infantil haitiano. El pequeño Fidel
tenía entocnes cuatro años. A esa temprana edad, tuvo que adaptarse a
tener dos familias, dos parejas de padres, dos hogares, a lidiar con su
condición ilegítima, creando hondos conflictos psicológicos.

Dos años después, cuando fué enviado al Colegio de la Salle, sus
condiscípulos, en su mayoria procedientes de familias de la clase
aristocratica de la región, lo humillaron repetidamente por su origen
bastardo, por tener como madre a una criada analfabeta, y por no estar
bautizado, llamándolo "judío".

El niño juró que algún día se vengaría de todas estas humillaciones,
germinando el resentimiento que un niño padece cuando aún no alcanza a
comprender los determinismos y reglas sociales. Este trauma originó el
aliciente y la meta que lo ha guiado en toda su vida, con el propósito
de superar su origen bastardo: la búsqueda de la gloria y el poder.
Desde la infancia, su vida se ha orientado hacia una búsqueda frenética,
sin tregua, de compensación psicológica, propiciando un proceso de
verdadera vocación por el poder absoluto. De ahí su megalomanía y su
delirio de grandeza.

Como el niño Fidel se rebelaba ante los insultos y el desprecio de sus
compañeros del Colegio de la Salle, don Angel decidió mudarlo e
internarlo en 1934, cuando contaba ocho años, al Colegio de Dolores de
Santiago de Cuba, conocido por su férrea disciplina. Para aliviar las
burlas a las que había sido sometido, Lina decidió a bautizarlo al fin,
ese mismo año. Teniendo a la pareja haitiana como padrinos, el niño
apareció en el acta oficial de bautismo como Fidel Hipólito Ruz, sin
mención de Angel Castro como su padre.

No fué sino hasta 1940, que don Angel y Lina legalizaron su unión.
Cuatro hijos más nacerían de esta unión: Juana, Raúl, Emma y Agustina.
Tres años después del matrimonio civil de sus padres, el 11 de Diciembre
de 1943, Fidel, ya de 17 años, fué reconocido legalmente como hijo
legítimo de Angel Castro. Fidel Hipólito Ruz al fin podía llamarse
Fidel Alejandro Castro Ruz. Pero las humillaciones sufridas durante los
años formativos de su vida dejarían una huella imborrable, ansiosa de
venganza, en su atormentada mente.

Después de este tardío reconocimiento como hijo legítimo, el adolescente
Fidel Castro al fin pudo abandonar su hogar haitiano e incorporarse de
lleno a su familia. A fines de 1943, se trasladó de Birán a La Habana,
matriculándose en el jesuita Colegio Preparatorio de Belén, uno de los
más prestigiosos de la capital. Allí comenzó a destacarse
académicamente, pero, al mismo tiempo, a mostrar su insaciable ambición
de poder.

Sus profesores jesuitas en el Belén de los años 40's se habían
contagiado con el fascismo del Generalísimo español Francisco Franco y
el antiamericanismo. Le inculcaron a Fidel los valores históricos de la
cultura hispana, en contraste con el materialismo imperante en la
cultura anglosajona. El joven fué impactado por los relatos jesuitas
sobre la Falange, la versión española del fascismo, y su líder José
Antonio Primo de Rivera. Uno de sus profesores, el padre Armando
Llorente, lo recuerda como "motivado, muy orgulloso, y muy diferente de
los otros. Fidel deseaba distinguirse principalmente en los deportes, y
le gustaba ganar, costara lo que costara. No tenía interés en socializar
ni en asistir a fiestas propias de la juventud, y parecía estar ajeno a
la alta sociedad cubana".

Después de graduarse en Belén, Fidel se matriculó en la Escuela de Leyes
de la Universidad de La Habana en 1945, donde rápidamente se involucró
en el activismo estudiantil, haciendo un intenso debut en el panorama
político de la isla. En esa época, la Universidad, protegida por su
autonomía, era un santuario de agitación política, dónde la violencia y
los conflictos entre pandillas estudiantiles rivales eran comunes. Alll
floreció su época de "gatillo alegre", adquiriendo una reputación como
gángster, aventurero violento y matón. Aquí desarrolló por primera vez
su fiera elocuencia oratoria y su desmedida ambición personal, pese a
que nunca logró ser elegido al ansiado puesto de presidente de la
Federación Estudiantil Universitaria (FEU).

Todo esto culminó con su participación el nefasto "Bogotazo" de 1948,
adonde fué supuestamente para asistir a una conferencia
"antimperialista" de esutdiantes, organizada por el dictador argentino
Juan Domingo Perón, para infiltrar los movimeitnos estudiantiles de
América Latina. Este evento concluyó con numerosas revueltas populares
y el incendio de la capital colombiana después del asesinato del líder
del Partido Liberal, Eliecer Gaitán. Castro participó de manera visible
en estas revueltas, siendo fotografiado recorriendo las calles de Bogotá
con una ametralladora en la mano, distribuyendo propaganda
norteamericana. Perseguido por las autoridades colombianas, logró
refugiarse en la embajada cubana en Bogotá y voló de regreso a La
Habana. Pero había quedado impactado con este primer encuentro con
manifestaciones, grandes multitudes, efervecencia revolucionaria y
violencia.

A su regreso de Bogotá, Castro se casó con Mirta Díaz-Balart, estudiante
de filosofía en la Universidad de La Habana, e hija un abogado de la
United Fruit Company de Banes, de familia de la clase media alta, con la
que tuvo un hijo, Fidelito, y de la que posteriormente se divorciaría.

Según cuenta el biógrafo de Castro, el francés Serge Raffy, en su libro
"L'infidel Castro", poco después del regreso de Castro de Bogotá y su
boda con Mirta, fué que se produjo en La Habana el fatídico encuentro
con el agente soviético Fabio Grobart, que determinaría su afiliación
política para siempre. Raffy sostiene que la ideología marxista de
Castro tuvo su origen en ese encuentro. Fabio Grobart, uno de los
fundadores del viejo Partido Comunista de Cuba, era un judío polaco
enviado por el Kremlin a América Latina para reclutar agitadores
"antimperialistas" que, para despistar, simularan ser anti-comunistas y
tuvieran una imagen pública como tal. Y Castro, con su engañosa imagen
de revolucionario humanista, que ocultaba su activismo violento y
métodos brutales, era el candidato perfecto para la tarea, ya que poseía
la camelónica duplicidad requerida.

Esta condición de "agente doble" era terreno conocido para Castro.
Según Raffy, esta duplicidad "no fué por la práctica de la denegación,
traición o virajes, propios del juego político, sino por una verdadera
estructura psicológica derivada de las circunstancias de su origen: la
propensión a ser simultáneamente dos personas; a jugar en dos campos al
mismo tiempo; opuesto a la imagen del personaje íntegro e impetuoso que
representa. Esta estructura de lo doble aparece en todas las acciones
queemprende, ocasionando crisis, pues es una conducta que implica el
"double-bind", que, como se sabe, es el origen de muchas perturbaciones
mentales."

Por eso fué que pudo engañar al pueblo cubano, presentándose desde la
Sierra Maestra como un revolucionario idealista y redentor, ocultando su
verdadera agenda. Por eso tienen importancia absoluta en su régimen los
servicios de inteligencia y de control policial. De ahí proviene la
modalidad de infiltrar agentes bajo la doble fachada de médicos,
maestros, y técnicos deportivos, como sucedió en Chile, en Granada, y
ahora en Venezuela. Su duplicidad y la maleabilidad de su personalidad
patológica impiden ninguna negociación, pues nunca se estará tratando
con él, sino con el OTRO. La ley, según él, será siempre de su voluntad.

http://miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=5906

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