SOCIEDAD
Se fue Fidel de Cuba
Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba - Enero (www.cubanet.org) - Se nos fue Fidel. Nos hemos quedado más muertos que vivos, como si nos hubiera pasado una aplanadora por encima. Como si esa misteriosa y última puerta cuyo nombre desconocemos quisiera permanecer cerrada para siempre. Se fue el que nos quería de verdad, el que lo daba todo por un amigo, el que llegaba sonriente cuando más lo necesitábamos.
Ahora extrañamos su torrente de voz, su sinceridad a prueba de balas. Nos dejó como en un campo sin árboles, dentro de una casa cerrada a cal y canto. Se fue quien no tenía que hacerlo.
Fundador del Círculo de Veteranos Libres de Cuba, Fidel Lorenzo ingresó muy temprano en el movimiento de derechos humanos. Luego se hizo de una cámara fotográfica y enviaba fotos a CubaNet. Todo lo que le dolía en su corazón de cubano y veía por las calles de su Habana: un niño sin zapatos, abandonado y enfermo, un perro.
Fidel Lorenzo García Mena pertenece al signo zodiacal de la honestidad. Natural y franco como ningún otro. El típico buena gente que jamás se abriría paso en la vida a codazos, como hacen tantos. Es un hombre que tiene fe en la humanidad, con un optimismo tan proverbial que contagia a quienes lo rodean. Sin darse cuenta, irradia una luz propia que nos llegaba con una llamada telefónica o con una visita.
Pero nuestro amigo entrañable, como todos los seres humanos, tiene sus defectos. El de Fidelito es creer todo lo que le dicen. Como no da golpes bajos, tampoco los espera.
En los Estados Unidos vive la mujer que ama: Mariana Vázquez, a quien un nutrido grupo de periodistas independientes le agradece tantas buenas acciones. Mariana es una joven cubano-americana que se crió sin padre en Miami porque fue fusilado en los inicios de la revolución cubana, cuando se mostró inconforme con el comunismo.
Guardamos con verdadero cariño un vídeo donde Mariana nos cuenta la historia de su padre, un joven apasionado que luchó por la democracia en las montañas cubanas.
Como regalo de año nuevo ha recibido a su esposo, nuestro hermano, para que sea feliz. Allá le llegó nuestro Fidel, un volcán siempre en erupción de amor. Un hombre que ama tanto la libertad que jamás olvidará a los que quedamos aquí, sus amigos de siempre: Juan González Febles, Luis Cino, Gladys Linares, Humberto Monés, José Antonio Fornaris, Ernesto Roque, Ana Veitía, Carlos Ríos, Shelyn Rojas, la autora de esta crónica, y muchos otros que le desean también buena suerte viviendo en paz y libertad.
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