Santiago de Cuba: Tras las clases, playa, carnaval y borrachera
LOURDES GÓMEZ | Santiago de Cuba | 10 Jul 2015 - 8:15 am.
La llegada del verano es el inicio de otra odisea para las familias. Con
pocas posibilidades de viajar al exterior y por la difícil
transportación en el interior, los cubanos están obligados a quedarse en
sus casas y aprovechar las ofertas veraniegas de sus ciudades, sean
cuales sean.
El pasado 27 de junio, el MINTUR (Ministerio del Turismo), dio comienzo
oficial al verano en el Café Palmares de Santiago de Cuba, bajo el
slogan "Razones para disfrutar", según información del semanario oficial
Sierra Maestra. Se prometían "diferentes propuestas recreativas con la
participación popular" y, como no se especificaba cuales, las
expectativas de los veraneantes serán las de siempre: en julio los
carnavales y en agosto las playas.
Julio arrancó con el tradicional Festival del Caribe, preludio de los
carnavales y que este año no ha tenido ni la masividad ni la promoción
de los anteriores. Esta vez, además, su espacio estuvo limitado por las
construcciones que proliferan en la ciudad con motivo de la celebración
de su medio milenio.
No obstante, los habitantes de Santiago pudieron disfrutar de conciertos
como el de Johnny Ventura y su invitada Maridalia Hernández, y de
algunas exposiciones.
Para los santiagueros en busca de diversión lo más atractivo habrían
sido las noches caribeñas en la zona de René Ramos, con cerveza, música
y algún espectáculo.
El Carnaval a punto de llegar (del 20 al 27 de julio) es la fiesta más
esperada del año, sobre todo por las tradicionales, amadas y temidas
congas. Estas constituyen un gran medio de catarsis popular. Arrollar
durante kilómetros cantando estribillos de doble sentido y bebiendo ron
a pico de canecas, bajo el tórrido calor santiaguero, es uno de las
esparcimientos populares aglutinadores, a pesar del constante asedio
policial que rodea estos eventos, escogido por algunos como ocasión para
resolver disputas.
Aunque el Gobierno anuncie y promueva otras actividades, la realidad es
que muchas ofertas se vuelven difíciles de alcanzar, ya sea por los
precios o porque no son suficientes para una población de medio millón
de habitantes.
Hasta ahora lo único novedoso es la remodelación del abandonado parque
de diversiones, ahora de los "sueños", cuyos aparatos han sido solo
visitados por el óxido durante los años que pasó sin repararse.
Una de las modalidades de entretenimiento son las áreas recreativas
ofertadas por el INDER (Instituto Nacional del deporte, Educación Física
y Recreación), disponibles en los barrios. En un esfuerzo por justificar
los sueldos de los profesores en estos meses, las autoridades los
convierten en guardianes de dichas áreas, que languidecen ante la
indiferencia de adolescentes y niños, más que nada por las confecciones
deficientes de los juegos presentados.
Las piscinas de los hoteles están disponibles para todo el público, pero
a precios inalcanzables para la mayoría de los santiagueros, entre 10 y
20 pesos convertivles (CUC). La de los complejos deportivos y centros
recreativos de la ciudad, que se encuentran en mal estado, son las
únicas con precios populares, entre 1.00 y 5.00 pesos moneda nacional.
En las dos en servicio, bañarse es un serio riesgo para la salud debido
a que no se mantienen los requisitos químicos y de higiene del agua,
además de recibir más personal del que realmente pueden permitirse.
El agua en esas piscinas suele convertirse en un menjunje color café. Su
aspecto turbio es una advertencia sobre posibles enfermedades
contagiosas, ya de por sí latentes en la ciudad.
Las playas, la otra gran fuente de recreo, padecen del mal de las
transportaciones, el menguado parque estatal de guaguas no puede
satisfacer la demanda popular.
Visitar una de ellas conlleva lidiar con camiones abarrotados y colas
kilométricas, además de cargar jabas de comidas para no afrontar los
desorbitantes precios de los vendedores particulares.
Los jóvenes conocen estas opciones, es lo que hay. No hace falta hacer
planes elaborados para pasar el verano. Se contentan con poco: bailar
reguetón y beber ron, las mismas formas de diversión que practican todo
el año, solo que en los meses estivales tienen licencia para emborracharse.
Source: Santiago de Cuba: Tras las clases, playa, carnaval y borrachera
| Diario de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1436465946_15603.html
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