El nuevo galán de telenovela turca se apellida Castro
Nuestros caciques se 'abren de patas' ante los grandes proyectos para
millonarios extranjeros, mientras reprimen y asfixian a la pequeña y
mediana empresa en manos de cubanos
jueves, julio 9, 2015 | José Hugo Fernández
LA HABANA, Cuba. -Muchos entre los pocos que se enteraron en La Habana
del affaire turco de Antonio Castro, el benjamín de Fidel Castro, se
muestran escandalizados por la escasa repercusión noticiosa que ha
tenido el caso de este sujeto, que reservó cinco suites en el más caro
hotel del exclusivo centro turístico de Bodrum, en Turquía. Hasta allí
había llegado en un yate de lujo desde la isla griega de Mykonos, para
disfrutar de unas vacaciones cuyo alcance económico se sitúa a años luz
de las posibilidades de su salario como funcionario del gobierno en Cuba.
Lo cierto es que más allá de nuestro posible interés como cubanos, el
suceso debió tener poca sustancia para la prensa del mundo. Que un
millonario o un mafioso o un político corrupto dilapiden el dinero mal
habido, es algo que forma parte del común cotidiano, al punto que por sí
solo ya no constituye noticia. En todo caso, importaría (para según
quién) lo que hay detrás de esa actitud delictiva.
Y es en este aparte donde encajan las motivaciones de quienes se
escandalizaron en La Habana. Más aún en el momento en que circulan aquí
-gracias al Paquete- varias telenovelas turcas, caracterizadas todas por
una cierta exageración a la hora de exhibir lujos, riquezas y caras
fruslerías. Entonces, se da la curiosa circunstancia de que al imaginar
al hijo de Fidel Castro tomándose unas vacaciones en el mismo medio de
fastuosidad y derroche que les muestran las telenovelas, los habaneros
se inquietan más que al observar en vivo su vida diaria llena de
privilegios y opulencias y oprobioso caciquismo.
¿De dónde sacará el dinero?, preguntan todos, como si no lo supieran. En
tanto, la prensa oficial de la Isla no dice ni media palabra. Ello no
impedirá que en algún momento, como el que no quiere la cosa, nos dejen
caer que el pequeño príncipe fue a Turquía en viaje de negocios,
invitado por algún poderoso empresario para cerrar acuerdos en materia
de turismo deportivo, o algo así.
Se trataría de una tomadura de pelo bastante ingenua. Habida cuenta que
en cualquier país real (es decir, no virtual como es Cuba) el tráfico de
influencia entre políticos es un delito tan repudiado y castigado como
la malversación y el robo. Por menos que esto en lo que ha incurrido el
sobrino del presidente de Cuba (y funcionario de su gobierno por demás),
se vio obligado a renunciar a su cargo el presidente alemán Christian
Wulff, hombre de confianza de Angela Merkel.
No obstante, como les consta nuestra ignorancia en materia de leyes y en
todo lo que se relaciona con la existencia real, bien podría ocurrir que
un día de estos nos disparen que el tipo fue a Turquía al frente de una
delegación oficial, vinculada, por ejemplo, con la construcción en la
Isla de campos de golf para extranjeros ricos, actividad dirigida por
Antonio Castro, y con la que sin duda se convertirá en un millonario
como el de las telenovelas, pero delante de nuestras narices.
Las propias fuentes oficiales han anunciado que para el próximo año el
régimen recibirá unos 822 millones de dólares en inversiones para campos
de golf, mediante dos proyectos, de Gran Bretaña y China,
respectivamente. Sólo el proyecto británico incluye una marina, un hotel
de 100 habitaciones y más de mil condominios frente a una playa de
propiedad privada. Y por favor, que nadie se escandalice por la
existencia de playas privadas para extranjeros ricos en Cuba. La verdad
es que han existido siempre, a lo largo de toda la historia del gobierno
revolucionario, tanto para extranjeros ricos (cúmbilas del régimen) como
para los jefes y su parentela. De hecho, Antonio Castro, nuestro nuevo
galán de telenovela turca, debe haberse bañado desde niño sólo en playas
privadas.
Así es que realmente, si de escandalosas novedades se trata, ni las
playas privadas ni la dulce vida de Antonio Castro lo son, puesto que
nada tienen de nuevo. En todo caso, mucho más novedoso, y hasta quizá
más materia de escándalo, resulta que nuestros caciques se 'abran de
patas' ante los grandes proyectos para millonarios extranjeros, mientras
reprime, bloquea y asfixia el surgimiento de la pequeña y mediana
empresa en manos de cubanos, a pesar de la enorme importancia que
tendrían éstas como generadoras de empleos y como movilizadoras de la
economía interna. Y todo ello sin dejar de aventar a cada instante su
desparpajado discurso y su pose como salvadores de la patria y del
socialismo.
Source: El nuevo galán de telenovela turca se apellida Castro | Cubanet
-
http://www.cubanet.org/opiniones/el-nuevo-galan-de-telenovela-turca-se-apellida-castro/
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