Camila y Yoani, vidas no tan paralelas
Claudia Peiró
Buenos Aires 06-04-2012 - 6:29 pm.
A Yoani Sánchez le niegan el derecho a viajar, a Camila Vallejo la
reciben. Ambas tienen versiones muy distintas de la sociedad cubana.
En un artículo titulado "Mis razones para viajar a Cuba", la joven
chilena Camila Vallejo, que ganó fama mundial por encabezar las
protestas contra el costo de la educación en su país, informó con
quiénes se reuniría en su visita de cinco días —todas asociaciones
oficiales controladas por el partido único de Cuba, el comunista— y
respondió por anticipado a las críticas, comparándose con Benedicto XVI:
"Los mismos sectores que no han criticado al Papa por su viaje a la
Isla, juntarse con Fidel y declinar reunirse con la disidencia, rasgan
vestiduras por la visita que jóvenes comunistas haremos a la Isla".
Vallejo señala a quienes critican "con tanta rabia" a Cuba y no hacen lo
mismo respecto a "las guerras, el hambre, la explotación, la violación a
los derechos humanos y un sin fin de concecuencias [sic] de la
deshumanización que ha producido y sigue produciendo el sistema
capitalista y determinados agentes del imperialismo estadounidense".
Estas afirmaciones están impregnadas del supuesto de que cualquiera que
critique a la dictadura cubana es un defensor de la injusticia social,
el colonialismo y la dependencia; y que todas éstas son lacras
exclusivas del capitalismo. Evidentemente Vallejo ignora que el régimen
que defiende fue servil a un imperialismo (el soviético) mientras
denostaba a otro (el norteamericano) y que las condiciones que Moscú le
impuso a la Isla, sumadas a una planificación estatal omnipresente y
probadamente ineficaz son las verdaderas causas del atraso y la pobreza
cubanos.
La dirigente estudiantil chilena aseguró también que quienes protestan o
disienten la pasan peor en Chile que en Cuba: "Se habla mucho de la
represión que sufre el pueblo cubano, y yo quedé muy impresionada de lo
contradictorio que es ese discurso si comparamos la práctica policial
cubana con la chilena. No vi en ningún momento [...] gases lacrimógenos,
vi a la policía circulando por las ciudades sólo con su uniforme, sin
cascos ni armas de ningún tipo. Ese nivel de cultura cívica, tanto del
Estado como del conjunto de la sociedad, está a años luz de la represión
que vivió el movimiento estudiantil el año pasado".
Llamativa es también su conclusión: "Ese tipo de prácticas simplemente
serían inaceptables en la Isla, ya que sin lugar a dudas, un pueblo que
ha hecho gala frente al mundo de rebeldía e insubordinación a la
injusticia difícilmente se dejaría acallar con instrumentos represivos".
Por motivos generacionales, quizá Vallejo no conoce la variedad de
instrumentos de una represión dictatorial. La Revolución Cubana tuvo en
sus inicios un amplio consenso que se fue diluyendo, primero, por el
rumbo ideológico que tomó y, más adelante, porque el fracaso del régimen
diluyó los logros sociales inciales. En la misma medida en que iba
perdiendo adhesiones, el castrismo aumentaba el control político y
social para prevenir toda insubordinación. Pero desde el comienzo no
tuvo pruritos para encarcelar a disidentes ni "purgar" a los que querían
cambiar algo, aunque más no fuese por equivocarse en los tiempos. Ya que
muchas de las propuestas de algunos infelices que cayeron en desgracia
son hoy aplicadas por Raúl y Fidel Castro, como la autorización a cierta
iniciativa privada en el marco de una tibia apertura económica.
Los comentarios de Vallejo sobre la represión provocaron la reacción de
Yoani Sánchez, quien dijo que le gustaría hablar personalmente con ella,
algo que será muy difícil, si no imposible, por el cerco que han tendido
las autoridades cubanas en torno a la joven chilena. Una práctica
habitual en la Isla. Al visitante al que se quiere reclutar como
propagandista, se lo entorna, se lo atiende, se lo adula, se lo lleva de
acá para allá; todo, menos permitirle circular libremente y ver a quién
se le dé la gana.
Si Vallejo hablara con otros interlocutores que los que las autoridades
ponen en su camino, sabría que, a diferencia de Chile, en Cuba "no hay
derecho a la huelga y las manifestaciones se permiten sólo si son
organizadas por el propio Estado o sus organizaciones de masas", como lo
denuncia otra bloguera cubana, la abogada Laritza Diversent.
Es cierto que en Cuba casi no vuela una mosca. Pero eso tiene una
explicación. La represión allí no es solo a lo que se hace, sino a lo
que se piensa hacer.
El código penal cubano, además de ser uno de los más duros del mundo
—aplica el doble de pena a cualquier reincidente e incluye la sentencia
capital—, castiga la peligrosidad social predelictiva, copiada de la
franquista Ley de Peligrosidad Social. En concreto, para el "derecho"
cubano, la presunción no es de inocencia, sino de culpabilidad. "Se
considera estado peligroso la especial proclividad en que se halla una
persona para cometer delitos, demostrada por la conducta que observa en
contradicción manifiesta con las normas de la moral socialista", reza el
código penal cubano.
Cualquiera puede percibir de inmediato que la única "peligrosidad"
visible es la que reside en esta ley, que permite condenar sin pruebas y
habilita a las autoridades a encarcelar por anticipado a los disidentes,
como lo hicieron en vísperas de la visita de Benedicto XVI
Camila Vallejo viaja, escribe y opina porque su país le garantiza el
goce de derechos que a los cubanos —como si fuesen menores de edad que
deben ser tutelados— les son negados desde hace más de medio siglo.
En una entrevista con CubaDebate, posterior a la reunión con Fidel, la
joven chilena persistió en la apología al sistema cubano y las críticas
a su país: "Nuestra organización convive en un modelo absolutamente
neoliberal y todo es un mercado con intereses privados y no hay nada en
el ámbito social, económico o político que esté respondiendo a los
intereses de la gran mayoría. En Cuba, a pesar de las dificultades, todo
está pensado [...] para beneficiar al pueblo".
"En Cuba hay errores que tenemos derecho a criticar (pero) cuando uno lo
hace se siente solitario", dijo hace un tiempo el exjuglar de la
Revolución Pablo Milanés, quien parece no creer, como Vallejo, que
algunos logros sociales de su país ameriten el sacrificio de la libertad
de los cubanos. "Hay miedo y tensión y es absurdo, porque no se puede
seguir siendo revolucionario y teniendo ideas estalinistas de presiones
sobre el pensamiento y la libertad. A Fidel le critico la falta de
libertad de expresión, porque hay tantas cosas bonitas aseguradas por la
revolución que, cuando ves que es capaz de encarcelar a una gente
durante 20 años porque habló dos o tres mierdas, no lo concibes", dijo
también Milanés.
En la entrevista antes citada, CubaDebate le pregunta con cinismo a
Camila Vallejo por la importancia de las redes sociales, que los cubanos
casi no pueden usar: está prohibido Internet en las casas, salvo expresa
autorización del Estado, y en los pocos sitios donde se puede acceder a
la red, hay que empeñar el sueldo por una hora de conexión. Aun así,
Camila responde: "Usamos muchísimo las redes sociales". Habla de Chile,
claro. "A pesar de que es una herramienta del capitalismo [sic], nos
hemos apropiado de esos espacios", agrega. "Los grandes medios de
comunicación de nuestro país responden a un 'duo-polio': son dos grandes
familias, golpistas, que responden a los intereses de la derecha y del
gran empresariado", dice la joven, olvidando que esos medios chilenos
que denuncia son los que la lanzaron al estrellato y que está en Cuba,
donde los medios responden a un monopolio. En este caso, estatal.
Muchos opositores o simplemente críticos al régimen castrista no tienen
acceso a los pocos medios oficiales y tienen muchas dificultades para
acceder a las redes sociales. Además, lo que divulgan a través de éstas
no les llega a sus compatriotas, sino que se difunde en el exterior. Los
disidentes cubanos no pueden tomar un megafóno como hace Camila Vallejo
para arengar a las masas, dirigir una marcha, presidir una asamblea
estudiantil o denostar al modelo "absolutamente liberal" en el cual vive
y que le permite expresarse libremente.
http://www.diariodecuba.com/cuba/10498-camila-y-yoani-vidas-no-tan-paralelas
No comments:
Post a Comment