Saturday, December 29, 2007

RÉQUIEM POR UN CHIVATO (II)

RÉQUIEM POR UN CHIVATO (II)
2007-12-28.
Alejandro TellerÍa DÍaz, Corresponsal en Jena, Alemania, de Misceláneas
de Cuba

...se puede haber sido idiota, lo imperdonable es seguir siéndolo... (*)

Esta es una versión reeditada del artículo que con el mismo título fuera
publicado en el 2002. El mismo va dirigido a aquellos que desconocen la
realidad cubana, pero especialmente, a los agentes de los aparatos
represivos (nagües incluidos), funcionarios políticos, diplomáticos, y a
todos aquellos que, de un modo u otro, participan en la represión del
pueblo de Cuba.

Con copias además para:

comandanteguarapo@cubadesastre.com generalvinagrito@whiskysitofan-MINFAR.cu
furry@cuartelgeneraldelostrompetas.cu

*********

La obtención de "migajas" -allí donde reina la miseria- pare una forma
aberrada de meritocracia; la fatídica ocupación de denunciante no hace
distinciones de profesiones, sexo, ni edades. Por principio, en Cuba
suele ser delator el que ocupa un cargo cimero.

Contrariamente a lo que sucede en las naciones con gobiernos sensatos,
en aquella maltratada isla, se asciende más denunciando, que por
competitividad, o reales capacidades. Ello explica en parte la terrible
ineficiencia e ingobernabilidad de diversos sectores dentro de la
nación; el funcionario más que eficiente, debe ser ante todo "leal" al
sistema; en otras palabras, no importa si el jefe es un topo, lo
importante es que tenga alma de policía y que grite –y haga gritar a sus
subordinados- ¡que viva la revolución!

Delata por obligación el operador (escucha) telefónico de llamadas
internacionales, el cibernético a cuyo cargo está el control de los
servidores de e-mail, o de acceso a Internet. Puede ser también un
delator el compañero de clases o de trabajo, un simple vecino, nuestro
cónyuge, el babalawo, el que "tira" las cartas, y hasta un médico de
familia. Es el "Big-Brother" tropical, que aunque tercermundista no es
para nada ineficaz.

La información que ellos proporcionan no se utiliza sólo en contra de
aquellos que se oponen al régimen, sino también contra los mismos
funcionarios de la nomenklatura, contra extranjeros que visiten el país,
contra sujetos que cometen regularmente actividades delictivas vulgares,
o contra los simples cubanos de a pie.

No escapa nadie y vale todo, desde la información acerca de la
enfermedad que usted padece, su círculo de amistades, las opiniones que
usted vierte al aire libre, sus gustos personales y hábitos, el material
que usted lee, su familia y los vínculos afectivos que por orden de
prioridad usted establece con ellos, su religión si la tiene, su
participación o no en las "tareas de apoyo a la revolución", y hasta lo
qué usted tira en la basura.

El objetivo fundamental de este espionaje sub-urbano es determinar sus
puntos débiles. Llegado el momento todo puede ser utilizable para
incriminarle, o extorsionarle. No es extraño que alguien "molesto" o
"peligroso" para el régimen (por la información que posee), deje de
respirar súbitamente un día, debido a un raro "accidente" o como
consecuencia de una misteriosa enfermedad; el fallecimiento del
comandante Piñeiro (Barba Roja), o del general Abrante son dos buenos
ejemplos de estas muertes con causas oscuras.

El entusiasmo revolucionario en Cuba está agotado tras casi medio siglo
de fracasos y frustraciones, los CDR agonizan. Muchos cederistas han
envejecido esperando al -tan anunciado- enemigo que nunca llegó, hoy
-aunque ya muy tarde- han comprendido el rejuego y se sienten estafados.

Debido al desengaño, la apatía y la miseria generalizada, resulta muy
difícil fomentar la cultura de la delación entre las nuevas generaciones
de cubanos; por su parte, el "Palabrero en Jefe" está cada vez más parco
(¡que felicidad!). La situación para el gobierno es crítica, pues cada
vez va a serle más difícil intentar someter a los cubanos a la obediencia.

A estas alturas es evidente que al comandante se le "cayó el techo
encima", y que va a despedirse de este mundo sin haber logrado
materializar su más preciado sueño: acabar con el Imperio del Norte y
con el "Capitalismo Salvaje" (recordar su carta a Celia Sánchez).

Lo único que ha conseguido este señor con un incuestionable éxito, ha
sido: 1) empobrecer a Cuba hasta la miseria, mientras él llenaba sus
alforjas personales, 2) crear una guerra de cubanos contra cubanos, 3)
derramar las lágrimas de millones de familias cubanas y también la
sangre de muchos de sus hijos en contiendas inútiles, y 4) ganarse un
aislamiento -o como mínimo un olvido- internacional casi unánime, entre
otras calamidades. En esta catástrofe nacional que ya dura 48 años,
mucho ha tenido que ver toda esa tropa de denunciantes.

En uno de los evangelios, se narra que, en vísperas de la delación,
Jesús -refiriéndose a Judas Iscariote- señalaba: "Más le valiera no
haber nacido a uno de los doce que estáis comiendo en mi mesa". Pobres
son aquellos que viven, o llevan el pan a su casa, con el salario que
devienen por el daño que le hacen al prójimo al cooperar con ese régimen
de rufianes.

Aún hay tiempo para que muchos enmienden su conducta, no cooperen con
esa dictadura ni repriman a sus hermanos. A los que aún trabajan como
denunciantes de ese gobierno más les vale alejarse de esa profesión,
porque cuando venga el "día después" será mejor admitir, yo pertenecí al
aparato represivo pero me alejé de él, e incluso ayudé a desmantelarlo,
que no decir, yo pertenecí al aparato represivo hasta que me
desmantelaron junto con el régimen.

Los cambios de "casaca" a última hora resultan por lo general
desesperados, ridículos e inefectivos, y la filosofía de "borrón y
cuenta nueva" no es aplicable para todos, especialmente para los que se
han manchado las manos de sangre.

Cooperar con los verdugos genera frecuentemente serios cargos de
conciencia, cargos de conciencia que pueden llevar a un individuo a una
crisis existencial o a suicidarse...........Ideas de suicidio tiene
también Norberto, el padre de Fidelito, él se acuerda especialmente del
caso de "Disidencio Morales". Por su culpa, Disidencio fue expulsado de
su trabajo, Disidencio sufrió golpizas, cárcel, pérdida de un matrimonio
y finalmente destierro, pero hoy en el 2000-X Disidencio vive en Cuba
democrática, y tiene además una nueva familia, su hijo se llama
"Futuro", y Disidencio forma parte del nuevo "Parlamento Cubano", de un
parlamento que no se reúne en un palacio de gobierno, o de las
convenciones, sino en el Capitolio, de un parlamento que escucha las
breves intervenciones del mandatario de turno de la nación, que
contrastan notablemente con los discursos kilométricos de 6 ó 7 horas
que solía dar cierto personajillo apocalíptico y prolíjido, verdeolívico
y verborréico.

Allí está Disidencio, entre Cristiano-Democráticos y Social-Demócratas,
entre Conservadores y Liberales, e incluso entre comunistas reformados.
Allí conviven y discuten -no sin diferencias pero con respeto mutuo-,
todos los pensadores y políticos de las distintas corrientes ideológicas
tratando de dar lo mejor de sí en favor de la sociedad y para lograr una
rápida restauración de la nación, pero lo que sí es seguro es que allí
no hay sitios para Chivatos.

Futurito, por su parte, sí se siente muy feliz con su familia y tiene
muchos amigos en la escuela y en el barrio; le gustan mucho los juegos
de computadoras. Su preferido es uno en el que se ve a un estrafalario
dictador barbudo vistiendo traje verde-olivo, que mantiene al pueblo de
una pequeña isla del caribe secuestrado y oprimido, pero en cierto
momento, el dictador se desquicia, el pueblo se revela, y lo somete, le
colocan una camisa de fuerza y lo internan en un sanatorio de enfermos
mentales de por vida. Futurito se ríe mucho cuando completa el juego y
exclama con júbilo "¡Papi gané otra vez!" Disidencio en cambio, sólo
esboza una tenue sonrisa para luego añadir, "si mijo, la pelea fue larga
y difícil pero ganamos".

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(* ) aproximación a una frase atribuida a uno de los autores del Manual
del Perfecto Idiota Latinoamericano.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=13357

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