Guillermo Llanos Ricardo
Bitácora Cubana, 30 de diciembre de 2006 - Holguín, Cuba
Carlos del Toro es un padre banense que tiene dos niñas de cinco y siete
años de edad que, por obra de la naturaleza, comparten el mismo día de
cumpleaños.
Carlos recorrió todas las tiendas buscando obsequios para sus hijas,
pues les había prometido que para este cumpleaños les regalaría una
muñeca a cada una, mas todo fue en vano.
Del Toro se asombró cuando vio que el regalo que había prometido a las
menores sólo existía en las tiendas recaudadoras de divisas y los
precios eran exorbitantes: ¡La más barata costaba algo más de 10 pesos
convertibles! La tristeza se apoderó de Castro del Toro, ya que es un
obrero cañero y con su salario sólo podía comprar una muñeca.
La historia de Carlos es la de muchos padres cubanos que apenas pueden
comprarles un juguete a sus hijos. La falta de juguetes es una de las
grandes dificultades que afronta la infancia cubana, ya que el estado
sólo los vende en pesos convertibles; una moneda a la que sólo una
minoría tiene acceso.
Este tema es de gran preocupación para muchas familias dentro del país,
más cuando especialistas aseguran que el juego estimula la creatividad y
potencia las facultades mentales y emocionales del niño, así como su
capacidad de relación con los demás. Los menores que no disfruten del
juego tendrán problemas de estrés e inestabilidades que repercutirán en
su vida de adultos.
Aunque el sistema cubano muestre en los medios de difusión una infancia
feliz, la triste realidad de los que vivimos en este país, es ver a
nuestros niños sin juguetes.
Agencia de prensa Jóvenes sin censura (El gobierno cubano le niega a
esta agencia su reconocimiento legal
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=3668
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