Friday, July 18, 2008

No a los roqueros

No a los roqueros

Leonel Alberto Pérez Belette

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) – Un operativo policial se
llevó a cabo hace unos días con el propósito de dispersar a los jóvenes
amantes del rock que habitualmente se congregan en el parque de la
Avenida de los Presidentes en el Vedado. El gobierno, salvo una u otra
excepción suele reprimir a los roqueros, por considerarlos
"políticamente desviados". Este último acto represivo contrasta con la
política de tolerancia hacia los homosexuales, hostigados durante décadas.

Un grupo conformado por miembros de la Policía Nacional Revolucionaria y
la Seguridad del Estado acordonaron el cruce de la avenida con la calle
23 y desplazaron a los jóvenes del lugar, mientras demandaban documentos
de identificación, y amenazaban golpearlos con bastones de goma. Varios
autos patrulleros y algunos vecinos de la zona apoyaron la acción.

El hecho es una violación de los derechos ciudadanos plasmados en la
Constitución, y una interpretación arbitraria de la ley, pues ningún
artículo del Código Penal prohíbe que un grupo de jóvenes se reúna a
tocar guitarra o a conversar en un parque o avenida de la Isla. No se
trata de delincuentes ni opositores al gobierno. Por lo tanto, no hay
pretexto que justifique los hechos.

Erisander, un adolescente entrevistado por este reportero, expresó: "Tal
vez lo que no les gusta es que reflexionemos por nosotros mismos, o que
seamos tan rebeldes como ellos en su época. Si fuéramos marginales y
estuviéramos menos aglutinados ni nos molestarían, pues seríamos
manipulables".

Todo indica que la intención de las autoridades es desplazar a los
roqueros hacia el área del malecón; allí se ha abierto una feria donde
se venden productos en divisa y moneda nacional. En las pasadas
vacaciones estas fiestas se suspendieron debido al grado de violencia
que se desarrolló.

Baste mencionar que los trabajadores del hotel Meliá Cohíba, las fuerzas
del orden público y los taxistas tuvieron que organizar un cordón para
proteger al centro turístico de la guerra de piedras, palos y botellas
que protagonizaron grupos marginales. Aún así, varios vidrios del hotel
resultaron rotos y la cantidad de lesionados registrados en los cuerpos
de guardia de los hospitales cercanos fue alto. El número de atracos se
incrementó en las áreas aledañas a la feria.

En el parque también se pueden encontrar amantes de la trova, el rap, la
salsa, o grupos pertenecientes a diferentes denominaciones cristianas.
Las diferencias se anulan en este medio. A la avenida acuden
regularmente universitarios, estudiantes de oficios y de otros niveles
de enseñanza, trabajadores, desempleados, artistas plásticos, músicos,
literatos, y adeptos a diferentes religiones.

Los roqueros fueron desplazados en el año 2005 de una destartalada sala
de concierto denominada El patio de María, en las proximidades de la
Plaza de la Revolución. También fue cerrado el local La Madriguera, con
el pretexto de que iba a ser reparado. En la ciudad de Santa Clara
ocurrió algo parecido con El Mejunje.

Sin otras opciones, los jóvenes se establecieron espontáneamente en la
avenida G y desde entonces han sido víctimas de una escalada de
atropellos por parte de las autoridades. Recientemente el Estado, para
cubrir el bache y las apariencias, creó la Empresa Cubana del Rock, como
organismo rector del género en el país, pero los amantes de esta música
siguen indefensos ante los desmanes de las autoridades.

http://www.cubanet.org/CNews/y08/julio08/18cronica5.html

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