Sunday, July 20, 2008

Cuba se va a desplomar en los próximos años

carlos franqui / escritor, periodista y disidente cubano- De Sierra
Maestra, en 1959, al exilio, en
«Cuba se va a desplomar en los próximos años»

Hace unos días paseaba por Madrid, antes de dar una conferencia en la
Casa de América, con chaqueta y sombrero blanco. Parecía salido del
Caribe. Necesita el aire tropical, confiesa, una pequeña libertad que
los hermanos Castro no le han arrebatado. Ahora vive en Puerto Rico,
cerca de Cuba, porque sabe que es el principio del fin, pero que no
regalarán la democracia y que sólo desde los disidentes del interior
puede llegar el cambio. Su visión es tan realista que se ahorra las
grandes frases. Cuando dice «la ruina de la isla es tan grande...»
resuena un desaliento familiar y un augurio: «La transición en Cuba no
será fácil». En 1996 fundó «Carta desde Cuba», escrita por una red de
periodistas a los que envía cien dólares por cabeza para vivir: «Ellos
tienen que apañárselas para retransmitir electrónicamente las noticas
usando la corrupción oficial».

por MANUEL CALDERÓN

-¿Le quedan amigos dentro de la isla?
-Entre las muchas cosas que desaparecieron con la revolución, una de
ellas es la amistad. No se puede tener amigos y, ni mucho menos, si
tienes una posición crítica. Tengo muchas relaciones con personas que
físicamente no conozco, como los periodistas independientes que trabajan
para «Carta desde Cuba»; ellos escriben y nosotros les editamos en
Puerto Rico. Una de las cosas más graves de esta revolución ya no es la
destrucción material, es la destrucción cultural, espiritual, familiar.
-¿Vive en Puerto Rico por cercanía a su tierra?
-Tengo 86 años y hace diez me cansé de pasar frío en Europa, en París y
en Italia. Soy un prisionero de la naturaleza tropical. En Europa tenía
algo que es muy importante en mi vida, la cultura, pero al final de mi
vida necesitaba ir hacia un lugar parecido a Cuba, porque intuía lo que
empezaba a pasar y pensé que había que ayudar a que los protagonistas de
la lucha contra Castro fuesen de la isla. Al principio costó, pero todo
el exilio comprende ahora que el primer frente está allí.
-¿Qué le cuentan de la isla para saber que la revolución ha llegado a su
final?
-Le cuento una noticia. Si Raúl Castro dice que el cincuenta por ciento
de las tierras de Cuba son impenetrables porque están llenas de
marabuzales, que es un arbusto de tres a cuatro metros lleno de espinas
que crece más para abajo que para arriba, que cuando se extiende no
entran ni los animales y que toda la llanura camaguayana está llena de
marabuzales porque él los ve cuando va en coche..., no hay que hacer
ninguna interpretación. Se puede pensar por qué lo dice, pero cuando el
responsable de agricultura del comité central asegura que el treinta por
ciento de las tierras en mano del Estado son improductivas y cuando
Carlos Lage, que era el tercer vice y ahora es el quinto, afirma que el
setenta por ciento de la vivienda se derrumba... No hay que interpretar
nada.
-Usted niega hasta el mito de que la Cuba de Batista fuera un país
pobre, incluso se refiere a que no era el «prostíbulo de Estados Unidos».
-Es pura propaganda. Si se coge el discurso de Fidel Castro del 2 de
enero en Santigo de Cuba dijo que, por primera vez, hemos hecho una
revolución sin el ejército y contra el ejército y sin crisis económica.
Cuba era el tercer país de América, había que hacer reformas profundas,
pero el nivel de vida era más alto de lo que se ha contado, y no fue
negado en los primeros momentos de la revolución.
-Sin embargo, el papel de Estados Unidos ha sido clave para lo que luego
ha sucecido.
-Es muy simple. El 29 de junio de 1958, yo vivía en la Sierra Maestra en
un ranchito con Celia Sánchez y Fidel Castro y los aviones de Batista
tiraron unos cohetes que cayeron cerca y que procedían de la base de
Guantánamo. Castro escribió algo que está considerado su testamento: que
la guerra contra los Estados Unidos iba a ser su gran tarea. Pero Castro
quería una dictadura más total que la de Batista y convertirse en un
protagonista mundial y para eso necesitaba ir contra Estados Unidos y
tener el apoyo soviético. Hasta en la Televisión Española, en los años
70, le preguntaron a Castro: «¿Cuba es comunista por culpa de Estados
Unidos?» y reponde: «No, Cuba es comunista por un acto de mi voluntad,
de la que Estados Unidos sólo pone una parte».
-¿Cómo se imagina el escenario de la transición democrática en Cuba?
-Imaginar siempre es fácil. Yo parto de datos: Cuba se va a desplomar en
los próximos años. En una encuesta que hicieron a jóvenes y que publicó
«Juventud Rebelde» preguntaban cómo querían que fuera Cuba en 2020. La
respuesta fue libertad total y cambios profundos. La gente que está en
la cúpula tienen ochenta años, están próximos a terminar su vida, y hay
otra generación anterior, que es la de Lage, que reconoce abiertamente
el fracaso y la necesidad de cambios. Como en todos los sistemas
totalitarios, nada cambia hasta que no hay un sector de arriba que lo
promueve.
-¿Cómo interpreta el reciente anuncio de Raúl Castro del fin del
igualitarismo?
-En la práctica, Raúl Castro reconoce que no tiene soluciones y lo
cierto es que hace tiempo que está en conversaciones con Estados Unidos,
que el año pasado le vendió a Cuba mil quinientos millones de dólares de
alimentos, a pesar del embargo. Todo lo que habló sobre el fin del
igualitarismo no tiene mucha importancia porque en Cuba nunca ha habido
igualitarismo, siempre ha habido grandes diferencias entre los de arriba
y los de abajo, ahora y antes. Cuba no se va a convertir como China en
un país que trabaja doce horas diarias porque no tiene medios para
hacerlo. ¿Se va a permitir una represión total con libertad económica?
No será tan fácil. Lo que sí que va a intentar es restablecer relaciones
con Estados Unidos: tiene los presos políticos como rehenes y, para dar
la impresión de apertura, tarde o temprano los va a liberar.
-¿Cree que Obama pueda cambiar las relaciones con Cuba?
-Cuando Obama dijo que quería entrevistarse con Raúl Castro, «Granma»
publicó la declaración y luego salió Fidel Castro metiéndose
abiertamente con Obama. ¿Por qué? Porque, aunque está viejo y moribundo,
todavía le queda la astucia y piensa que la mayoría de la población de
Cuba es negra y qué pasaría el día que llegue allí Obama y los negros,
como ya sucedió en África, lo vean, siendo tan discriminados como son
todavía hoy. Puede pasar cualquier cosa.
-¿Quiénes cree que van a dirigir el proceso de cambio?
-Es evidente que la juventud comunista, pero esa generación, si quiere
hacer cambios, deberá negociar. Es la gente menos contaminada. La ruina
es tal, que están obligados todos a resolver los problemas reales. En el
momento que haya un cambio, la gente que pasa hambre, la que no tiene
nada, a la que se le cae todo, va a empezar a reclamar y saldrán a la
calle. La transición en Cuba no será fácil, ahora sólo hay sucesión.
-En Cuba hay partido, pero ¿hay Estado?
-En Cuba hay un gobierno que manda pero no funciona como Estado. Lo que
exite en Cuba es una clase, hoy en manos de Raúl Castro, de militares
que controlan el ejército, la seguridad, más veinte personajes de su
familia en los puestos claves, y eso es el poder.
-¿Vive en Puerto Rico por cercanía a su tierra?
-Tengo 86 años. Hace diez años me cansé de pasar frío en Europa, en
París y en Italia, de vivir lejos de un paisaje que no era el mío. Soy
un prisionero de la naturaleza tropical, de sus árboles, de su luz. En
Europa yo tenía algo que es muy importante en mi vida que es la cultura,
la poesía, la pintura, ero necesitaba ir hacia el final hacia un sitio
un poco parecido a Cuba, e intuía lo que empezaba a pasar y pensé que
había que ayudar a que los protagonistas de la lucha contra Castro
fuesen de la isla y por eso inventamos Carta de Cuba. Costó al
principio, pero todo el exilio comprende que el primer frente está allí.

http://www.larazon.es/55685/noticia/Espa%C3%B1a/%ABCuba_se_va_a_desplomar_en_los_pr%F3ximos_a%F1os%BB

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