2008-01-16.
Heriberto Portales Rodríguez, Corresponsal en la isla de Misceláneas de Cuba
Llama la atención la forma en que las autoridades cubanas asumen la
solución de los problemas presentes en su agenda de gobierno. A la misma
puede aplicarsele el principio de que es la manera más rápida de vestir
a un santo, desvistiendo a otro, y esto normalmente sucede por la
presencia dentro de la facturación de la política, de cierta tendencia a
lo que suele denominarse un "autoritarismo analítico".
O sea, la tendencia que se tiene de restarle importancia a algunos
problemas que la ciudadanía tiene como importantes, pero no lo son para
las autoridades, a lo que se le une la determinación de examinar
problemas que las autoridades consideran importantes pero que no lo son
para la inmensa mayoría de la ciudadanía. Parece un trabalenguas ¿no es así?
Un ejemplo claro de lo expuesto se pudo leer en un artículo que meses
atrás el colega Juan González Febles publicó en la revista Cubanet sobre
el cómo y el cuándo las posadas de La Habana dejaron de funcionar como
tal, para transformarse en receptoras de damnificados que quedaron sin
vivienda por derrumbes, declaración de inhabitabilidad, o sea, albergues
de tránsito; y el problema que esto trajo para las parejas de
enamorados, que tenían estos lugares como refugio de sus lances
amorosos, por lo que como es un tema tratado, y muy bien planteado por
cierto, no es mi interés retomarlo de nuevo sino referirme al lado
político social que posee el mismo.
Es humanamente aceptable que al desvalido se le conceda abrigo y mucho
más, cuando esta invalides llega a convertirse en un problema social,
pero es práctico ¿resolver una situación, creando otras que no existían?
La lógica nos indica que no.
Es esta decisión tomada por los tecnócratas como vía de solución es lo
que se define como autoritarismo analítico. El Gobierno le dio
importancia a la solución de un problema que afectaba solo a cierto
número de miembros de la comunidad y para dar una respuesta a esta
situación, intervino de la manera más expedita posible.
Sustituir las posadas en albergues, propició que un número de personas,
más numerosos que los damnificados, fueran perjudicados por dicha medida
creando así un nuevo problema que provocó un desencadenamiento de otros
problemas por efecto domino, como es: la destrucción de las luminarias
de algunos parques para poder utilizar a estos como refugios amorosos,
un incremento de la actividad económica ilícita por la disposición
lucrativa de propietarios de casa, y hasta de trabajadores de parqueos,
almacenes, etc., que trastocan enseguida el local en una casa de cita y
un resquebrajamiento de la moral pública.
Ya que algunas parejas, como los animales, han optando por hacer el amor
en cuanto lugar sea posible, no importa que se trate del hueco de una
escalera, una azotea, el baño de un cine o un bar, una parada de ómnibus
y no me detengo más en esto porque la lista de los posibles lugares que
se escogen para solazarse sería interminable.
Esto solo es un ejemplo de toda una cadena de problemas que surgen a
partir de la solución de uno, que legal y humanamente había que darle
solución pero no de esa forma. Total que ya va para más de 15 años el
haberse convertido las posadas en albergues, pero los albergados siguen
sin techo propio y las que las utilizaban, ya se adaptaron a utilizar
otros lugares como alternativa. ¡Así son las cosas!
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=13523
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