Venezuela no será Cuba, ni Chávez será Fidel
escrito por Rafael Lara Guzmán
jueves, 07 de septiembre de 2006
Nos acercamos al llegadero, la responsabilidad de cada uno de los
venezolanos es mayúscula, diciembre será fundamental en cuanto a lo que
ocurrirá en los próximos diez años, período en el cual rescatamos la
democracia o nos sumimos en la peor crisis política, social, económica,
militar y moral que haya conocido el país.
El escenario está polarizado, un sector del país representado por el
proyecto revolucionario liderado por Chávez ofrece como alternativa el
socialismo a la cubana, qué significa, les recuerdo: cero libertades
políticas y de prensa, un solo hombre detenta todo el poder del Estado,
y en absoluto tenemos instituciones independientes. La economía
estatizada es un caos caracterizado por una gran pobreza en la
generalidad de la población, pero los funcionarios del gobierno mediante
la corrupción amasan grandes riquezas y disfrutan de todos los
privilegios, el pueblo no piensa puesto que un iluminado decide todo por
nosotros, como si fuésemos anormales, eunucos o simplemente seres
inhabilitados en el ejercicio de nuestros derechos soberanos.
Esta situación se obtiene mediante el ejercicio de un terrorismo de
Estado dirigido por el alto gobierno y aplicado sin contemplación a todo
aquel ciudadano que se oponga a los dislates y atropellos gubernamentales.
El otro sector lo representan todos aquellos venezolanos que tenemos
conciencia de país, que no queremos ser sometidos por persona alguna,
que rechazamos cualquier proyecto político que pretenda o se oriente a
eternizarse en el poder, eliminando la alternabilidad en la conducción
de los destinos de los venezolanos. Que no somos cómplices del saqueo de
los dineros públicos, que exigimos que se respete el orden legal
vigente, que rechazamos que funcionarios corruptos nos digan que cuando
almuerzan o están descansando, dejan de ser alcaldes, gobernadores o
presidentes para violar flagrantemente la Ley contra la Corrupción al
apoyar a candidatos y perjudicar a otros; haciendo campañas políticas
con dineros públicos.
Que no queremos ver a los jueces gritar uh ah Chávez no se va, que no
aceptamos a un defensor del pueblo plegado a una parcialidad política, a
un fiscal general que no responde a las exigencias del pueblo para que
no haya impunidad o denegación de justicia, a un Banco Central sin
independencia, a una Contraloría que voltea la cara ante los desmanes
administrativos del gobierno, una Asamblea que no representa a nadie, y
que parece una convención de partidos, sin autonomía alguna; a
gobernadores falta de respeto con el pueblo y sin legitimidad alguna.
Venezuela no será Cuba, ni Chávez será Fidel.
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