Friday, September 15, 2006

Los Virus, la Mafia y El Herald

Los Virus, la Mafia y El Herald
2006-09-14
Wenceslao Cruz Blanco

Madrid 14, 2006

Existen algunos programas dañinos denominados Spywares que afectan a
nuestros ordenadores, lo ralentizan, algo que nos permite saber que algo
no anda bien. El objetivo de estos programas no es otro que obtener
información nuestra, nuestra lista de correos, claves, etc... Realmente
no pretenden que nuestro ordenador vaya como una tortuga, pero no pueden
evitar los efectos colaterales de su incursión ilegal por nuestra intimidad.

Hay algunos de estos programas Spy que ha llamado mi atención, son unos
que se instalan y con frecuencia te avisan (mediante una ventana –
popup) de que no tienes un Anti-Spy instalado y que compres uno
específico, el suyo. En definitiva que el creador de tu nuevo problema
dice que te ayuda a solucionarlo, es evidente que podrá, por lo que
piensas en pagarle para tener cierta seguridad y tranquilidad, e
increíblemente un gran porciento de los usuarios dañados accede a ello
de forma bastante ingenua.

Este procedimiento similar al del matón y delincuente, que promete
proteger tu negocio si le pagas una mensualidad, y que se reconoce como
un comportamiento mafioso, tiene semejanzas también con ciertas formas
de actuar de importantes medios de información a efectos de publicidad,
o sea que venden ellos mismos la solución al problema que te ocasionan,
algo así como decir que: Nosotros somos éticos, si nos compras te
asegurarás de consumir ética. Y de forma perniciosa tratan de moldear la
concepción que tenías de un tema o una cuestión.

Cuando un periódico como El Nuevo Herald alude a una supuesta ética para
despedir a tres prestigiosos periodistas, muy críticos con un régimen
dictatorial que estudia permitirle poner una oficina en La Habana (según
el columnista Ernesto F. Betancourt que renunció a su columna en el
Herald después del despido de sus compañeros), resulta cuanto menos de
un cinismo apabullante tratándose de Cuba, donde sólo se permite ejercer
a los periodistas que se conocen como "oficialistas", o sea, los que
reciben el salario del propio gobierno cubano, y ahí sí que no pueden
apartarse de la línea oficial si no quieren, en el mejor de los casos,
pasar al ostracismo y al paro.

¿Es que acaso puede haber alguna ética en la gerencia de un periódico
que estudia la posibilidad de poner una filial en un país, que tras
China es el que más periodistas tiene encarcelados, donde toda
información que se emita desde Cuba ha de ser mas o menos favorable si
quieren mantenerse dentro de la isla?

Cuando te ofrecen una solución, pero quien te la ofrece es el problema,
y tú aceptas la solución, cedes al chantaje. Cuando un periódico para
ganar suscriptores dice regirse por una ética que ha demostrado no
respeta, cuando despide a los que con una trayectoria profesional
intachable han denunciado a la tiranía por tantos años y ya no les sirve
porque ese régimen ha entrado dentro de los nuevos potenciales
"sponsors" de la publicación, lo ético y correcto es cancelar la
suscripción con ese medio.

Quien compre El Nuevo Herald porque la publicación dice tener ética,
hace igual que quien compra el Anti-Spy que dice eliminar la infección,
un pobre ingenuo. El que tiene problemas de ética no puede instruirte
moralmente y si se lo permites prepárate a seguir bajo su influencia, y
pagar por ello.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=6975

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