La "Venezolanización" de Cuba
Milos Alcalay
Viernes, 1 de septiembre de 2006
Con el fin del Socialismo Soviético, los países comunistas de Europa del
Este se derrumbaron como un castillo de naipes. China y Vietnam, si bien
continuaron manteniendo sus estructuras de dominación partidista, no
pudieron resistir la explosión popular por alcanzar una irreversible
apertura al capitalismo económico que le permitió a millones de
ciudadanos alcanzar una mejor calidad de vida.
En la intimidad de los hogares Cubanos, se murmuraba la idea de que
después de la desaparición del Líder Máximo se iniciaría una "Glasnost a
la Cubana" inspirada en los logros de la China de Hu , las
transformaciones de la Rusia de Gorbachov, y la efectividad de la
Alemania unificada.
En ese momento, Cuba despertaría del letargo como en el cuento de hadas
de la Bella Durmiente, dejando atrás su pasado marcado por la conducción
nacionalista, comunista y carismática de Fidel Castro abandonando medio
siglo revolucionario, los afiches del Che, las banderas rojas, las
marchas impuestas y la desconfianza cautelosa de sus habitantes.
En la década de los años 90 muchos soñaban con poder llegar a ver un
nuevo rostro de una Habana rejuvenecida, llena de anuncios de neón
iluminando los cielos de la hermosa perla del Caribe con sus titilantes
signos publicitarios anunciando productos como Coca Cola, Polar,
Volkswagen, Ron Bacardi, Sony, Adidas, Avianca.
Otros acariciaban poseer un pasaporte para sentirse libres y poder
viajar por el mundo con sus familiares sin limitaciones, sentarse en el
Malecón en una Mc Donald, comprar todos los productos deseados en un
Makro repleto de mercancias nacionales e importadas, apoyar a los ex
prisioneros políticos anunciando sus propuestas de futuro y de presente,
mirar las noticias del mundo en DIRECTV en las versiones de la BBC, CNN,
Telesur, o Al Jazira, o Globovision. En otras palabras, siendo los
actores de su propio destino.
Pero con la llegada del Nuevo Milenio, gracias al apoyo y financiamiento
de Venezuela cambió radicalmente esa tendencia natural y se prolonga la
longevidad de la tiranía.. Hoy surgen múltiples interrogantes sobre la
visión prospectiva de la isla antillana. ¿Habrá un Fidelismo sin Fidel?
¿Los jóvenes de la "troika" impuestos en la Proclama de Fidel son los
que asegurarán la continuidad gracias a los ingresos de la "revolución
petrolera"?, ¿Continuará la exportación de médicos, maestros y
profesionales Cubanos gracias a las Misiones Barrio Adentro, Robinsón o
Milagro? ¿O habrá un Castrismo sin Castro con Raúl?
Una encrucijada se presenta en este momento ya que el clamor que apuntan
a una transición democrática, está siendo frenada por una Venezuela que
encuentra su sustento revolucionario en mantener tanto la Cubanización
de Venezuela que asegure la la permanencia en el poder del Socialismo
del Siglo XX, y una Venezolanización de Cuba, que logre financiar la
sobrevivencia del "status quo"
Pero la esperanza de una democratización de Cuba tendría una fuerte
influencia en una transición democrática para Venezuela.
Esperemos que la encrucijada nos lleve a ambos países Venezuela y Cuba a
enrrumbar nuestros pasos en democracia, libertad, desarrollo,y plena
vigencia de los derechos humanos. Esa si sería una Cubanización sana
para Venezuela, y una Venezolanizacion democrática para Cuba.
milosalcalay@yahoo.com
http://www.analitica.com/va/internacionales/opinion/3577359.asp
No comments:
Post a Comment