Posted on Wed, Sep. 13, 2006
La conspiración del silencio
NICOLAS PEREZ
Tengo aquí en casa una hoja con el color amarillo del tiempo, con el
artículo Del ayuno y otras epopeyas. Así comencé mi humilde aporte al
periodismo de este pueblo, en la sección Palestra del desaparecido Miami
Herald en español. Ha llovido desde entonces. Y mis colaboraciones, sin
cobrar un centavo, siempre fueron continuas y profusas. Con ellas,
aprendí a amar este diario. Por ello, cuando se creó la crisis, me creí
en el deber de enviarle una carta privada al director de El Nuevo
Herald, Humberto Castelló, y quedé satisfecho con su respuesta, también
privada. Ahora, tengo que reanudar mis colaboraciones y su contenido no
puede ser otro que éste, porque todo se perdona en la guerra y la
política, menos comprar miedos.
El periodista es alguien que da noticias. La búsqueda de una noticia
debe guiarse por principios inamovibles. Cuando en esa búsqueda se
substituye la parte por el todo, se agiganta lo insustancial y se oculta
lo importante, no se da una visión de conjunto de lo que se está
reportando; aparte de violar la ética, se le está faltando el respeto a
los lectores porque en esta disciplina ocultar una parte de la verdad es
peor que mentir.
En días pasados en los Heralds, se publicó la información de que varios
periodistas de Miami por violar normas éticas habían sido despedidos a
caja destemplada de sus empleos. Han pasado días y nadie en estos
diarios explica por qué la mano del gobierno de Cuba aparece, con
argumentos más allá de cualquier duda razonable, claramente, detrás de
estos despidos, y esto ni siquiera en nombre de la ''objetividad
periodística'' se ha dado como noticia. Nadie ha dicho: ''Nos
equivocamos, nos engañaron, pecamos de ingenuos''. ¿Cómo es posible que
todos vean al rey en paños menores y nadie grite que está desnudo? ¿Por
qué esta conspiración del silencio en este diario?
¿Cómo no se publica en los Heralds, en un reportaje especial, al igual
que los 5 o 6 que editan dominicalmente en Séptimo Día, el episodio de
Juan Manuel Cao en Argentina, y las declaraciones de Fidel a la prensa
sobre el dinero que se pagaba, según él, a los periodistas de Miami por
el gobierno norteamericano? ¿Cómo no se publica que en una Mesa Redonda
de hace unos días, el vocero castrista Reinaldo Taladrid sin la bata de
Walter Mercado, con el perdón de Walter, advirtió que iba a comenzar una
cacería de brujas contra periodistas de Miami? ¿Cómo no se publica que
Radio y Televisión Martí tiene la obligación de pagar porque lo ordenan
sus estatutos internos --no estamos en Cuba comunista-- un estipendio en
la gran mayoría de los casos insustancial, por las intervenciones de los
periodistas invitados a sus programas? ¿Por qué no aclaran de dónde y
cuándo surgió la idea de comenzar una investigación sobre el tema?
¿Quién dio la orden? Es decir, resulta inexplicable que en un affair
válido, pero fuera de proporción, para depurar responsabilidades éticas
se inicie una hecatombe de padre y muy señor mío, con vestiduras
rasgadas y cenizas en la cabeza, y ahora no exista la voluntad para
depurar otras responsabilidades éticas trascendentales para aclarar
quién es quién en el más devastador ataque a la causa cubana, por
periódicos norteamericanos, en 48 años de comunismo en la isla. Que
digan ¿qué vela carga en este entierro Carlos Alberto Montaner y quién,
en un gesto de prestidigitador, lo metió de cabeza en este grupo,
mezclando peras con manzanas, a ver si la imprecisión maligna pasaba
inadvertida, me digo? ¿No son estas un exceso exasperante de preguntas
que han quedado sin respuestas?
Y pasan los días y El Nuevo Herald sigue derrumbándose y nadie abre la
boca. Los directores norteamericanos de estas empresas, que desconocen
totalmente la idiosincrasia y el alma cubana, siguen en un estado
catatónico, sin reaccionar, esperando la muerte en la habitación del
hotel como aquel boxeador del cuento de Ernest Hemingway Los asesinos. Y
esto me duele porque, en discrepancia con muchos exiliados cubanos de
Miami, pienso que El Nuevo Herald es un excelente periódico.
nicop32000@yahoo.com
http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/world/cuba/15502875.htm
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