!Que vivan los no alineados!
Miriam Leiva
Periodista Independiente
Bitácora Cubana, 19 de agosto de 2006 - La Habana
Ese es el clamor de La Habana, desliñada y golpeada por todas partes.
Según el refrán: Quien tuvo y retuvo, guardó para la vejez. Nuestra
capital, carcomida hoy, retiene su voluptuoso cuerpo y linda faz que,
en cuanto acicalados un poco, nuevamente se yerguen y resplandecen.
Pero son tantos sus achaques y tanta la indolencia de los supuestos
cuidadores, que ¨ni el médico chino¨ la podría recomponer en su
totalidad prontamente. Tampoco aparece ese médico que tenga el interés
suficiente ni destine los inmensos recursos financieros que requiere ya.
La desidia de casi cinco décadas ha logrado destruir gran parte de las
magníficas obras arquitectónicas e ingenieras acumuladas desde la
fundación en 1519 de la ciudad que ¨ha ido extendiéndose y
transformándose hasta constituir una de las más bellas urbes
americanas¨, según el diccionario Pequeño Larouse Ilustrado, edición de
los años 1960. El esplendor del puerto de obligada escala entre las
colonias de América y la metrópoli España, y su pujante erupción en el
Siglo XX, fue declinando, mientras las supuestas carencias impuestas por
las dificultades económicas justificaban la destrucción.
Barrios muy populosos, como Centro Habana y Habana Vieja carentes de
agua potable; con edificios ruinosos atestados de personas en reducidos
cuartos o pisos intermedios mal edificados, las llamadas Barbacoas,
clamando espacio para el nuevo matrimonio adicionado a los padres y los
nietos recién llegados, y hasta tíos, primos, abuelos procedentes de las
provincias, fundamentalmente orientales; los desperdicios desparramados
por las esquinas, fuera de los contenedores, que no recoge el camión
posiblemente inexistente de Servicios Comunales; el calor sofocante, las
discusiones de vecinos alterados por las muchas dificultades diarias, y
la estrepitosa música como para quebrar aún más los nervios.
Pero eso se encuentra en cualquier otro municipio habanero, según se
transita por las ahuecadas calles, aunque en muchos lugares ya no
existen, y se camina por las aceras con peligro de recibir un pedazo de
balcón en la cabeza. ¡Cuánto se puede aprender de las dificultades de
los cubanos al lograr subir a una camello, perdón un ómnibus-camión, con
más de 250 personas en sus jorobas; una ¨guagua¨, nuestro ómnibus; o un
¨almendrón¨, auto de los años 1930-50 convertidos en taxis apretados
para la mayoría que no puede pagar al gobierno uno en peso convertible,
o sea divisa!
Recientemente pude abordar una repleta guagua 69; esa ruta que sólo
tiene un carro para ir desde Luyanó hasta Playa, un5ta Avenida - La
Habana larguísimo recorrido, especialmente tormentoso en el verano
playero. Unos jovencitos de 16 a 18 años comentaban: ¡Se ve que vienen
los No Alineados! ¡Mira como arreglan estas calles! ¡Qué pena que los
delegados no lleguen a Luyanó o Lawton! Yo miré con mucha dificultad,
entre la gente, por la ventanilla. Unos nuevos equipos levantaban el
pavimento, detrás seguían otros vertiendo asfalto. Sí, ese es uno de
los trayectos usuales para los delegados invitados a eventos en La Habana.
El Municipio Playa es el mejor conservado de nuestra ciudad, sobre todo
las zonas de Miramar y Cubanacán. La Quinta Avenida es la única vía que
se ha mantenido sin baches, con sus paseos de árboles podados, flores y
el césped segado. Era la zona de los ricos burgueses, sustituidos por
los dirigentes, las embajadas, las empresas para el exterior, las casas
de protocolo. Acercándose al Vedado ya decae algo, pero ambos se
conservan menos destruidos que los demás barrios, quizás porque las
construcciones no son tan añejas, su arquitectura es más moderna, y
seguramente debido a que se pinta un poco los edificios y se reparan
algo las calles, que frecuentan los extranjeros.
Mención aparte para el ¨casco histórico¨ de la ciudad, declarado
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, gracias a lo cual desde
entonces se reconstruye, para disfrute de los turistas que visitan las
edificaciones coloniales, los restaurantes Floridita y La Bodeguita y el
Hotel Ambos Mundos refugios de Ernest Heminway, o se alojan en sus
hostales.
Pero, ¿desde cuándo no había un congreso del Partido Comunista o una
conferencia de altos vuelos? Años ha, diría mi abuelita. Por tanto,
por todas partes se aprecia la decadencia, atribuida por los dirigentes
a los problemas económicos del Período Especial en Tiempos de Paz, que
no tienen relación con los salideros en las conductoras de agua potable
o albañales y el tendido de cables perdiendo electricidad, todo gracias
a que en los últimos 47 años no se han reparado ni cambiado.
Como no todo en la vía de los huéspedes puede ser remozado, se ha
puesto en práctica la imaginación cubana. Por ejemplo, en la concurrida
esquina de las avenidas 41 y 42 en Playa, por donde los dignatarios
inevitablemente pasarán, se ha levantado una valla alrededor del otrora
supermercado Ekloh, joya del año 1953 construida por la cadena
holandesa, que no se ha destruido más por los buenos materiales
empleados, y que fue cerrado a los consumidores de los alimentos
vendidos por el racionamiento desde hace unos 4 años debido a que, por
falta de mantenimiento e interés, los empleados no tenían ni baño y al
llover el agua se depositaba para deleite de los mosquitos eventuales
trasmisores del dengue.
Inicialmente corrieron rumores entre los dolidos vecinos de que su
antes cómoda y hermosa bodega, sería reparada para trasladar una
¨shopping¨o tienda de venta en divisas. Quitaron todos los cristales,
dejaron el edificio desnudo y para que no dañe los ojos de las
eminencias, una muralla de aluminio la cubre. Ya nadie duda que pasada
la Cumbre de los NOAL ni Ekloh, ni bodega, ni ná.
Mas La Habana estará muy bella. Ya se colocan macetas con plantas en
las vías principales, se pintan sus bordes y edificios, se cortan
árboles y césped, y los túneles que conectan sectores de la ciudad son
reparados a toda velocidad. Eso es muy importante, pues siempre que
llueve o pasa un ciclón se inundan y, con ellos, todas las casas a su
alrededor. La VI Cumbre del NOAL, efectuada en 1979, también acogió
serias crecidas que obligaron a trasladar realezas y jefes de Estado y
Gobierno en medio de gran alboroto. Como todas esas conferencias
usualmente se realizan en septiembre, no es improbable que algún molesto
huracán quiera agasajarlos.
Ciertamente, durante la quincena posterior al 31 de julio, los trabajos
para los declinantes No Alineados decayeron. Ahora se acometen con brío
por la proximidad del gran cónclave. Ojalá que cuando se haya acabado
el jolgorio, continúen las obras para bien de los residentes y de la
enferma abuelita La Habana.
La Habana, 18 de agosto de 2006
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=2747
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