La Iglesia y los cubanos

Posted on Fri, Aug. 18, 2006

La Iglesia y los cubanos

Como católico cubano me veo en la necesidad de discrepar con el padre
Eduardo M. Barrios, S.J., en relación a su carta titulada La Iglesia y
Fidel [Correo, 11 de agosto].

Dice el padre Barrios, refiriéndose a los obispos cubanos: ''Sí, pienso
que los obispos se quedaron cortos, pero ellos temen perder el poco
espacio de libertad que tienen para realizar la labor esencial de la
Iglesia, que es la evangelización de los pueblos y la santificación de
los evangelizados''. Creo sinceramente que el precio que ha tenido que
pagar nuestra Iglesia por ese poco espacio de libertad a que se refiere
el padre Barrios ha sido demasiado alto. Podríamos elaborar, pero el
espacio limitado en esta sección no lo permite.

Agrega el padre Barrios refiriéndose a los obispos cubanos que ``ellos
no viven en Miami, donde es fácil vociferar por las calles y hablar
acaloradamente, tacita de café en mano, frente al Versailles u otros
mentideros populares''.

Es injusto el padre Barrios porque entre los que se reúnen a tomar café
en el Versailles hay quienes arriesgaron sus vidas en la Cuba
revolucionaria frente al tirano, como es el caso del director del Diario
de La Marina, José I. Rivero, que le cantó las 40 a Castro en su propia
cara. También en el Versailles y en las barritas de café de Miami se
congregan hombres que combatieron con las armas en Girón, en el
Escambray, en el clandestinaje y en operaciones de infiltración. Toman
también café hombres y mujeres que sufrieron prisión en Cuba como el
embajador Armando Valladares, Roberto Martín Pérez, Angel Cuadra y Cari
Roque, por sólo mencionar a cuatro de los más conocidos.

Los cubanos no le fallaron a su Iglesia como a veces se escucha decir a
algunas personas. Eran católicos cubanos los que murieron en el paredón,
no eran musulmanes. En todo caso la Iglesia les falló a los cubanos. No
hubo un verdadero liderazgo dentro de la jerarquía eclesiástica. Los
fieles quedaron huérfanos ante la timidez o la falta de coraje de
nuestros líderes religiosos.

En la guerra civil española hubo mártires religiosos --sacerdotes y
monjas-- fusilados por los comunistas. En Cuba todos los fusilados
fueron laicos que dieron sus vidas defendiendo precisamente los valores
que nuestra Iglesia predicó durante medio siglo desde que alcanzamos
nuestra independencia.

En nombre de todos los fusilados cubanos que murieron en el paredón
gritando ''Viva Cristo Rey'' no podemos quedarnos callados hoy ante sus
declaraciones.

Oscar Grau-Carbonell

ogcarbonell@aol.com

http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/editorial/letters/15298464.htm