Con Fidel en cama, el caso Molina iría al freezer
Argentina cree que el tema no forma parte de la agenda de Raúl Castro
Sin excitación y con un tema pendiente, que estima destinado a que Cuba
no resuelva en lo inmediato.
Así se mueve la administración Kirchner en relación al proceso abierto
en Cuba tras el aceleramiento de los achaques de salud que jaquean a
Fidel Castro.
Todavía queda mucha agua por pasar bajo los puentes de la bella Budapest...
La reflexión con que Henry Kissinger solía poner distancia de toda
pregunta referida a cómo y cuándo Richard Nixon sacaría a EE. UU. del
matadero de Vietnam, le sirvió a una importante fuente del ala política
del Palacio San Martín, para definir el temperamento con el que el
gobierno nacional observa el proceso en cuestión.
La fuente, sin embargo, deslizó una inquietud en relación a la
proyección del proceso sobre el gobierno nacional: que no haya pronta
respuesta de La Habana al pedido de Kirchner de que autorice a viajar a
la Argentina, para visitar a un hijo, a la médica cubana Hilda Molina,
opositora al régimen castrista.
Vía una carta personal, durante la reciente Cumbre de Córdoba, Kirchner
le solicitó a Fidel que autorizara a Molina a salir de Cuba para visitar
a un hijo que vive en Argentina.
El mecanismo de la carta personal entre presidentes es usado a modo de
establecer cierto grado de intimidad. Método de contacto generalmente
destinado a establecer un lazo de confianza que distienda situaciones
que están ajenas al tratamiento diplomático directo. O simplemente a
buscar alternativas a cuestiones que no podrían asumirse sin lastimar
vínculos.
La fuente diplomática consultada por "Río Negro"se refirió al "caso
Molina" con el equilibrio en el manejo del discurso que es propio de la
diplomacia cuando se abordan cuestiones que hacen a naciones que
mantienen buen vínculo. Desde ese marco habló de tres razones que, "al
menos hoy", impedirían una pronta respuesta. Ya favorable, ya no.
* El pedido pierde identidad y, momentáneamente puede diluirse ante la
naturaleza del proceso abierto en Cuba con Fidel enfermo.
* Como consecuencia de lo anterior, todo el aparato
burocrático-gubernamental de Cuba reacomoda la importancia de los temas
a tratar.
* La decisión solicitada por Kirchner es tema de Fidel. Difícilmente, y
hasta tanto no se aclare cuál es el futuro de la salud de Fidel, Raúl
Castro defina el "caso Molina".
Estas reflexiones computan sin expresarlo, claro las características
mismas del régimen cubano como factor condicionante para un avance en el
"caso Molina". Férreamente verticalizado al personalismo que signa el
ejercicio del poder por parte de Castro, todo ese sistema de decisión
puede esclerotizarse ante aquello que no es esencial para sus intereses
más decisivos e inmediatos. El "caso Molina", por ejemplo.
La carta de Kirchner no había sido contestada al momento de ser
internado Fidel. Contactos hechos por este medio el viernes, con la
embajada Argentina en La Habana, ratificaron la ausencia de respuesta.
Antes de retornar desde Córdoba a La Habana, el canciller cubano Felipe
Roque Pérez le dijo al canciller argentino Jorge Taiana que la carta
será "leída, revisada y respondida por Fidel" comentó la fuente
diplomática argentina a este medio.
Esa fue la única garantía concreta que tuvo Kirchner sobre el destino de
su carta.
Pero Fidel no tuvo tiempo para mucho. En días, dejó Argentina, delegó el
poder y fue internado de urgencia para someterse a una complicada operación.
http://www.rionegro.com.ar/diario/2006/08/07/imprimir.20068n07f08.php
http://www.rionegro.com.ar/diario/2006/08/07/20068n07f08.php
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