Saldar una deuda

Saldar una deuda
Héctor Ramón Forés Sánchez
27 de mayo de 2007

Holguín, Cuba – Bitacoracubana - Al iniciar este artículo aclaro, que
está muy alejado de un emplazamiento ideológico o de controversia
política al régimen cubano; su objetivo único es llamar la atención de
las autoridades sobre lo que creo es de elemental justicia.

El que suscribe estuvo durante 29 meses encuadrado en unidades militares
en África (1977 al 1979). Y sin poseer el don de la ubicuidad, ya que
ese don es prerrogativa de Dios, conoce el esfuerzo y los sacrificios
por los que transitaron los hombres que estuvieron en los diferentes
teatros de la guerra.

Como se sabe, el gobierno cubano envió tropas a diferentes países
africanos. A algunos de ellos en menor escala, llamándoles "Grupos
tácticos especiales". No voy a reconstruir aquí ningún hecho épico
porque no es esa la intención.

Pero según cifras del propio gobierno, en 15 años, alrededor de 300,000
cubanos participaron en las guerras africanas, y de ellos, más de 2,000
perdieron la vida, siendo sus restos traídos a Cuba en lo que
denominaron "Operación Tributo".

Como es natural, los que sobrevivieron siguieron diversos destinos,
incluyendo la salida del país, desencantados, hacia tierras extrañas. El
gobierno, al parecer para mantenerlos cohesionados, los agrupa en la
Asociación de Combatientes de la Revolución.

Aquí me detengo para una breve disgreción semántica. Personalmente,
considero que el término apropiado es Veterano de Guerra, ya que en la
actualidad no se encuentran combatiendo, de no ser con las carencias y
penurias en que viven.

Han transcurrido 28 años desde que retorné de África. He viajado por
diferentes lugares de la República y me he encontrado con muchos de
estos veteranos, entre ellos muchos con los que estuve en la guerra. En
conversaciones sostenidas, e independientemente de ideologías, noté la
amargura, el desencanto, la insatisfacción y la frustración por la
desatención por parte de los que lo enviaron a la guerra en África.

La inmensa mayoría tiene una situación económica desastrosa. Algunos
están inválidos, mutilados, con problemas nerviosos y de locura. Otros
con enfermedades de la piel y otros padecimientos, producto de lo que
vivieron.

Creo firmemente que esos hombres deberían tener una mayor atención
material y espiritual y no de política. Debe dárseles una remuneración
en lo que se llama nuestra "divisa convertible" –los conocidos
chavitos–, ya que esta moneda es la que tiene alguna capacidad
adquisitiva frente al pobrísimo peso cubano, en especial en las tiendas
recaudadores de divisas.

En ocasiones la vida es larga y la memoria es corta, por lo que es
obligado señalar que esos hombres soportaron el alejamiento de sus seres
queridos, sometidos a una tensión extrema y a la sensación siempre de la
real y latente posibilidad de perder el don supremo del hombre: la vida.
Tiene que haber una medida que surta un beneficio en sus vidas, y medir
es comparar.

Actualmente al personal de la salud, educación y deportes, entre otros,
se le da una pequeña parte de lo que el gobierno se apropia por el pago
sus actividades en otros países y se le permite traer toda una serie de
artículos, y eso está muy bien y creo que debería ser mayor. Pero, ¿por
qué –y quiero aclarar que no estoy azuzando divisiones–, si se dice
todos los fines de año que la economía crece en el orden de dos dígitos,
no aliviar la carga de estos hombres?

Quiero resaltar que quien suscribe ni quiere ni acepta ningún beneficio
que se derive de su condición de veterano de guerra. Mi único móvil es
que se dirija la vista hacia esa masa de hombres que lucharon y se
sacrificaron y murieron.

Por aquella época había una frase muy en boga, que más o menos decía:
"el internacionalismo es saldar nuestra deuda con la humanidad". Hoy yo
diría a los que mandaron a los cubanos a pelear a las guerras del
África: salden las deudas eternas que tienen con esos hombres que allí
estuvieron, lucharon, se sacrificaron y murieron. Y lo digo sin ínfulas
ni petulancias, sino alzando la voz por los que no tienen voz.

http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=4826