2007-05-29.
Alexis Gainza Solenzal
El pasado 23 de mayo, Svenska Dagbladet (La Hoja del Día), segundo
matutino en importancia de Suecia, publicó un artículo dedicado a la
resolución presentada por el país escandinavo en la 60ta Asamblea de la
Organización Mundial de la Salud (OMS, 14-23 de mayo) con el objetivo de
disminuir el consumo de alcohol en el mundo. Firmado por la periodista
Gunilla von Hall, el escrito de marras deja claro que la representación
del régimen castrista en Ginebra, lugar donde se celebrara el cónclave,
hizo entonces todo lo posible por contrarrestar la propuesta sueca,…
logrando finalmente su cometido.
"Una propuesta sueca sobre una estrategia global contra el alcohol ha
terminado en fiasco en la Asamblea de la Organización Mundial de la
Salud en Ginebra. A pesar del apoyo de muchos países, Suecia no pudo
pasarla debido a la resistencia de países productores de alcohol,
principalmente… Cuba", escribe a modo de introducción la reportera von Hall.
Según la fuente, al principio 40 países (del mundo musulmán, así como
muchos estados africanos y europeos) respaldaban la proposición de
Suecia de que la OMS desarrollara un "plan de medidas global para
disminuir el consumo dañino del alcohol", "pero luego creció la
resistencia de países caribeños como Cuba, República Dominicana y Jamaica".
Para que no quedara dudas sobre de dónde provino la mayor obstinación,
la periodista pasa la palabra a Karin Nilsson-Kelly, secretaria
departamental en la Dirección de Asuntos Sociales de Suecia
(Socialstyrelsen) y testigo de los hechos: "Nosotros tratamos de
complacer a los países que protestaban. Hicimos cambios y extrajimos
formulaciones. Pero Cuba no soltó ni una pulgada. Ellos encontraban todo
el tiempo nuevas objeciones."
Y como el consenso era necesario para que la resolución fuera adoptada,
"todo terminó en que Cuba la echó por tierra". Al menos hasta que se
discuta de nuevo, probablemente en enero del 2008, en la Junta Directiva
de la OMS. No obstante, acorde a la periodista escandinava, Suecia ya
adelantó formalmente ante la OMS su desilusión por lo acontecido.
Tras explicar que los estados caribeños temen a que las restricciones
del alcohol influyan en la producción de azúcar, y que ya con
anterioridad la OMS ha expresado preocupación por el (ab)uso de esta
última y del tabaco, productos también típicos de la región, Svenska
Dagbladet le da la oportunidad a Oscar León González, del Ministerio de
Relaciones Exteriores de Cuba, también presente en Ginebra, a que
explique la posición del régimen: "La industria del ron es importante
para Cuba. Es la quinta fuente de ingresos en importancia después de por
ejemplo el turismo y el níquel. La industria del alcohol da
oportunidades de trabajo y aporta al crecimiento económico."
La representación de los Castro opina igualmente que la propuesta de
Suecia sería "otro papel más de las Naciones Unidas que a nadie le
preocuparía" y que ya existían planes nacionales y regionales cuya
aplicación se debía priorizar antes emprender uno global. Finalmente el
Sr. León González afirmaría: "Muchos países no pueden entender que
Suecia impulse tan fuertemente la cuestión del alcohol, cuando las
personas mueren de SIDA, tuberculosis y malaria en sus países. Para los
países pobres el alcohol no es el mayor problema."
A razón de los temas discutidos, la comunicadora escandinava saca a
relucir preocupantes estadísticas: "Según la OMS, el abuso del alcohol
es el tercer factor de riesgo más importante de enfermedad y muerte
anticipada en el mundo industrial, luego del consumo de tabaco y la
presión alta. El consumo de alcohol está acoplado al 4,4 por ciento de
todas las enfermedades en el mundo. En Occidente casi el 11 por ciento
de todas las muertes de hombres están relacionadas con el alcohol."
Los datos anteriores muestran de manera clarividente la plaga generada
por el abuso en el consumo de alcohol en el mundo. Y que aunque no sea
–por el momento- un flagelo particular de los países subdesarrollados,
merece la atención de toda la comunidad internacional para que no siga
azotando a gran parte de la humanidad.
Seguramente es por ello que la reportera sueca, en miras a desentrañar
las verdaderas razones de la tozudez cubana en la Asamblea Mundial de la
Salud, recurriera al reciente conflicto diplomático entre el régimen
castrista y el Gobierno de Suecia (más conocido como "el arrebato cubano"):
"La resistencia de Cuba puede tener otra explicación. Suecia se
encuentra en conflicto diplomático con Cuba, después que Carl Bildt,
Ministro de Exteriores, criticara el país por violaciones a los derechos
humanos. La riña ha llevado a un virulento intercambio de palabras y a
un mal ambiente entre los países. Algunos analistas presentes en la
reunión de la OMS señalan que la resistencia del alcohol contra la
iniciativa sueca, era la manera de Cuba de 'vengarse'", constata von Hall.
"No, no, en absoluto. Estamos sinceramente tristes de no haber llegado a
un acuerdo con Suecia", asegura León González a Svenska Dagbladet.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=10289
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