Wednesday, May 02, 2007

La emergencia de la reventa

ECONOMIA
La emergencia de la reventa

Lucas Garve, Fundación por la Libertad de le Expresión

LA HABANA, Cuba - Mayo (www.cubanet.org) - Nada me llevó a descubrir que
la irrupción de la menuda visitante tendría otra razón que la de saludar
a la anfitriona. Ella y yo nos equivocamos rotundamente. La niña, una
morenita de nueve años, no cambió la cándida expresión de sus ojos al
abrir la jaba y comunicar el mensaje verbal que su madre enviaba.

Acompañando con la acción sus palabras, mostró unos cuadritos, unos
pantys y dos pares de medias deportivas. Y además el mensaje: "Dice mi
mamá si quiere comprar algo de esto". La respuesta de la dueña de casa
fue negativa, aunque cariñosa. De inmediato la pequeña vendedora puerta
a puerta se marchó. Seguramente continuaría con su oferta en otras casas
del barrio.

Los objetos que ofertaba no eran de buena calidad. Los cuadritos con
flores se venden en las shoppings en los departamentos de precios fijos,
conocidos como "Todo por un dólar". Igualmente las medias y los pantys
los venden en departamentos de ofertas en rebaja, generalmente a menos
de un peso convertible. Lo que propicia que los revendedores los vendan
en moneda nacional al doble de su equivalente en pesos.

Para mediar en este proceso se ha creado una red de avisadores de
ofertas en las tiendas, coleros y vendedores en las calles que encarecen
los artículos como relojes digitales de plástico, peines, cepillos de
diente, fosforeras, caramelos, galletitas de crema, platos para adorno
de paredes, cuadros con ilustraciones de flores, relojes de pared y un
largo etcétera de lo que en Cuba siempre se denominó como
"quincallería", objetos de metal o plásticos de gusto dudoso y de poco
valor. Ellos identifican un producto como rentable si al revenderlos
obtienen un 50 % por encima del precio en que lo compraron.

Sucede en este caso que en el valor está la diferencia. Porque un
pañuelo tipo bandana que cuesta $ 1, 65 en moneda convertible en una
tienda, los revendedores incrementan su valor en un 60% en moneda
nacional. Y en el caso de ciertos artículos, se torna imprescindible
comprarlos a los revendedores, pues simplemente acaparan las ventas,
quizás en complicidad con algunos trabajadores de la propia tienda donde
son puestos en venta.

Así resulta con numerosos artículos como los tubitos de cola de pegar,
las mini baterías tan necesarias para relojes despertadores, mandos de
televisión, bolígrafos, libretas, slip de hombres y calzoncillos modelo
bóxer, etc.

La reventa de artículos se ha convertido para muchos en un trabajo a
tiempo completo en la economía sumergida de los cubanos. Un conocido que
encontré a la puerta de una tienda, me respondió que compró tres pomos
de gel de baño en el "Todo por uno" porque visitaría el fin de semana a
unos parientes en el campo y que los llevaría para revenderlos por allá.
Con el producto de la reventa podría adquirir algunos otros del campo.
En otros casos, las compras de cualquier artículo no implican el uso o
el consumo inmediato, sino que lo guardan para revenderlo en caso de
quedarse sin dinero.

No es extraño entonces que menores de edad aparezcan en la puerta de su
casa con alguna que otra oferta. Seguramente, detrás de la gestión está
el ánimo de un familiar mayor. Los niños son también empujados por la
emergencia de la mala situación económica a contribuir de una manera
directa con la gestión de financiar las necesidades del fin de mes.

El episodio de la aparición de la pequeña vendedora condujo la
conversación hacia el tema de las acciones emergentes en la vida
cotidiana, y la conocida reventa de artículos comprados a bajo precio.

http://www.cubanet.org/CNews/y07/may07/02a5.htm

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