jueves, 24 mayo 2007
El famoso grupo británico estuvo vetado en la isla durante los años 60
por problemas ideológicos.
Apenas en la actualidad gran cantidad de cubanos conoce a los Beatles
John Lennon es venerado en una plaza de La Habana que inauguró Fidel
Castro; en Santiago de Cuba preservan la silla de Paul McCartney; y
ahora en Holguín un centenar de fanáticos escucha diariamente a Los
Beatles en "La Caverna", una réplica de la famosa taberna de Liverpool.
En una céntrica esquina de esta ciudad de 329.000 habitantes del
noreste cubano, el caminante se sorprende con un cartel lumínico: "The
Beatles, La Caverna". Después notará las cuatro siluetas de los músicos
en los vidrios azogados y las letras de dos memorables canciones:
Imagine y Yesterday.
Como una reacción tardía, los cubanos de todas las generaciones han
empezado a rendir tributo a los famosos cuatro de Liverpool, que en los
años 60 estuvieron vetados en la radio y televisión de la isla, pues
algunos funcionarios los identificaron como "problemas ideológicos"
La taberna es "una idea del primer Secretario del Partido (Comunista
de Cuba) en la provincia, Miguel Díaz Canel (miembro del Buró Político),
que vio en internet la original y propuso que se hiciera esta réplica,
una idea que gustó mucho", dijo Xiomara Escalona, administradora del lugar.
En la sala, de unos 80 m2, las estatuas de los cuatro están en torno a
una mesa como parroquianos más; el escenario es copia "al carbón" de la
taberna original y en sus paredes estampan sus firmas los visitantes
ilustres.
Los otros pueden hacerlo en columnas y paredes de ladrillos rojos,
entre fotos y afiches.
En enero de 2000 Paul McCartney realizó una visita relámpago a
Santiago de Cuba (sudeste), adonde llegó en su avión privado con sus hijos.
"14/1/00 Gracias. Paul McCartney, muy bueno", dice la placa ubicada en
el espaldar del taburete, que ocupó el ex Beatle en su almuerzo en un
restaurante de la antigua fortaleza colonial San Pedro de la Roca (Morro).
En diciembre de ese año, el presidente Fidel Castro inauguró con el
cantautor Silvio Rodríguez una estatua de John Lennon en una plaza de La
Habana, venerada desde entonces por jóvenes y adultos que depositan
flores y se toman fotos.
No todo el fanatismo acumulado es sano. El escultor ha tenido que
reponer al menos dos veces las gafas a la estatua.
"Lamento mucho no haberle conocido antes", dijo Castro en la
develación de la estatua.
George Martin, el llamado "quinto Beatle", acudió a verla en octubre
de 2002: "Es una obra preciosa. Fue muy conmovedor el ver que las
personas lo quieren y lo recuerdan", expresó.
Antes de inaugurar "La Caverna" el 31 de diciembre de 2004, los
holguineros habían colocado una estatua de Lennon en el balneario
"Guardalavaca", más informal que la de La Habana, pero sólo para turistas.
La taberna, donde suena música de Los Beatles y de la llamada década
prodigiosa de 1970, es para gente común, pues se paga en moneda nacional
(no en divisas) y se entra tras hacer fila, sobre todo los fines de
semana. "Es asequible a todo el mundo", dice Escalona.
"La mayoría de los que vienen son de edad media, entran por pareja y
desde su inauguración deben haber pasado por aquí unas 70.000 personas",
añade.
Entre los visitantes ilustres está Silvio Rodríguez, el pianista Frank
Fernández, y el recién fallecido nonagenario Faustino Oramas, "el
Guayabero", el juglar local que aportó su picaresca a la música cubana.
"Debieran hacer más lugares como este", dijeron algunos parroquianos,
de los que cuatro décadas atrás conocieron esa música por placas
metálicas copia de los ausentes acetatos, que pasaban de mano en mano
con aire de clandestinidad. (AFP)
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