ECONOMIA
Señales de alarma
Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, Cuba - Diciembre (www.cubanet.org) - Dos bancos suizos, el
UBS y Credit Suisse, referencias financieras internacionales por su
seriedad y profesionalismo, cesaron todas las transacciones con Cuba,
según informaron el pasado 12 de noviembre.
Para la economía de la mayor de las Antillas esto significa un duro
golpe a su credibilidad bancaria y, sin duda alguna, afectará la
confiabilidad crediticia, aumentando negativamente la categoría
riesgo-país, todo lo cual lesionará las condiciones para futuros
préstamos. Sobre esta noticia, el Banco Central de Cuba (BCC) sacó una
nota de prensa el l7 de noviembre donde, como era de esperarse, culpa a
la banca suiza de plegarse ante las presiones norteamericanas.
Ciertamente, la posición estadounidense sobre el uso de su moneda por la
banca cubana, en la actual situación de enfrentamiento, puede haber
influido en la decisión tomada por el UBS y el Credit Suisse,
considerando las firmes relaciones de estos bancos con las instituciones
financieras de un país que genera prácticamente la cuarta parte del PBI
planetario.
Sin embargo, la actuación de la banca y de la economía cubana en su
conjunto desde hace años, seguramente también ha tenido un papel
determinante en la decisión adoptada por las entidades suizas. El Banco
Central de Cuba desde hace tiempo no publica informes sobre el estado de
la economía y en particular de las finanzas de Cuba. Las reservas
monetarias son desconocidas y la balanza de pagos reflejada en el
Anuario Estadístico del 2005 es del 2001. A ello se agrega la
manipulación caprichosa del peso convertible cubano frente a otras
monedas, asignándosele tasas de cambio irreales, divorciadas de la más
mínima racionalidad económica.
Asimismo, los datos estadísticos que aparecen en los anuarios cubanos
carecen de confiabilidad. Como consecuencia, órganos especializados de
Naciones Unidas, como CEPAL y el PNUD, ya no los toman en cuenta. En el
caso de este último, en su Informe sobre el Índice de Desarrollo Humano
del 2006 los datos sobre el PIB y otros están ausentes. Además, es
conocida la falta de sustentamiento económico de la isla, evidente en
que por cada dólar de exportación, importa casi cuatro, a pesar de la
favorable coyuntura de los precios del níquel.
La economía cubana hoy está a expensas de la ayuda de Venezuela, un país
poco fiable por depender esencialmente de un solo producto: el petróleo,
y con un gobierno caracterizado por altos niveles de ineptitud,
situación que pudiera desembocar en cualquier momento en un proceso de
inestabilidad, que por transferencia traería el caos a Cuba. .
En la nota de prensa del BCC se menciona, sin venir al caso, las enormes
reservas financieras de China y su creciente papel en las finanzas
internacionales, con el objetivo de minimizar absurdamente el peso de la
economía más poderosa del mundo, la norteamericana. Sería oportuno que
las autoridades cubanas también dijeran que los indudables avances de
China y también de Viet Nam, se deben a una radical apertura de sus
economías al mercado y a la liberalización de sus fuerzas productivas,
actuación absolutamente contraria a lo acontecido en Cuba.
Como si fueran pocas las vicisitudes bancarias cubanas, otra importante
organización financiera internacional, el asegurador a la exportación
francesa COFACE, está reclamando 170 millones de dólares al BCC en
repagos, tras años de casi inútiles negociaciones, según ha informado
Reuters.
La deuda externa de Cuba se estima por los especialistas en más de 14.0
miles de millones de dólares, de aproximadamente 11.0 miles de millones
a fines del 2001, un crecimiento que podría responder fundamentalmente a
nuevos créditos otorgados en 2005 y 2006 por China y Venezuela. Esta
cantidad no incluye la antigua deuda creada en tiempos de la URSS y
otros países del Este de Europa. El incremento de la nueva deuda
externa, al que se une el rompimiento de las relaciones bancarias con
los importantes socios suizos agravará aún más la situación financiera
cubana, en un momento cuando el autosostenimiento económico nacional es
más frágil que nunca, lo cual augura perspectivas nada favorables para
el futuro del país.
Las nuevas autoridades al mando del estado cubano desde agosto deberían
tomar nota con premura de estas señales de alarma, y hacer las radicales
correcciones que desde hace tiempo requiere con urgencia la economía. La
gravedad de la crisis no admite dilaciones.
http://www.cubanet.org/CNews/y06/dec06/04a7.htm
No comments:
Post a Comment