Niña Acosada por la Seguridad del Estado
2006-12-01
Juan Carlos Linares Balmaseda, Periodista Independiente
"Cuando quise saber de mi padre tuve que preguntar a los agentes de la
Contrainteligencia que a mí me atienden", le profirió Julia Lourdes a su
padre. Julia Lourdes Leygonier Martínez tiene 13 años. Es la hija de
Jaime Leygonier Fernández, un licenciado en historia, que desempeña el
periodismo independiente desde 1997.
"Mi hija está manifestando características típicas de un niño abusado
psicológicamente", aduce Jaime, de 52 años de edad, y quien ejerció el
magisterio en la enseñanza media para adolescente y para adultos hasta
que lo expulsaron del Ministerio de Educación en 1990 porque sus
concepciones políticas diferían con las del Gobierno.
"Ella me confesó que había sido visitada por el agente Moisés. También
mencionó a unos funcionarios de la oficina de atención a menores, que
pertenece al Ministerio del Interior, y quienes se interesan por menores
de edad con mala conducta social, con problemas familiares, con
inasistencia escolar o con antecedente delictivo", expone Jaime y
prosigue describiendo el panorama de su hija Julia Lourdes:
"Presenta exacerbaciones emotivas, rechaza la escuela, bajó su
rendimiento académico, manifiesta rebeldía, impugna la autoridad paterna
y otras aptitudes propias de la preadolescencia, pero excedidas en ella.
Recientemente en una conversación que tuvimos mi hija y yo noté una
circunstancia de coacción, cuando advertí que me caracterizaba usando
términos y argumentos muy similares a los empleados por la policía
política en interrogatorios a que he estado sometido"
"Cuando ella me reveló lo de la entrevista con la seguridad del estado,
se mostró temerosa y después arrepentida de habérmelo revelado. Me pidió
que no se lo dijera a su madre. Su nerviosismo llegó al extremo de temer
que en ese instante alguien afuera la estuviese escuchando detrás de la
puerta, y la abrió para confirmar"
Julia Lourdes fue concebida en matrimonio. Ahora vive bajo la custodia
materna, pues sus padres están divorciados. Cursa el 8vo. en la escuela
José María Heredia.
Sobre este particular Jaime escribió una carta abierta dirigida al
fiscal general Juan Escalona Regueira, con copia a la UNICEF y a todas
las organizaciones internacionales defensoras de la infancia, en la que
expuso: "Conoce UD de sobra el pisoteo de las leyes vigentes y la falta
de freno moral de la policía, particularmente con la represión a los
disidentes"
A párrafo seguido se puede leer: "En otros tiempos, los sicarios de los
dictadores Gerardo Machado o Fulgencio Batista me habrían matado, pero
la mayoría de ellos se habrían negado a una bajeza tan indigna de su
hombría, a dañar psicológicamente a una niña. ¿Eso queda para los
revolucionarios?"
Jaime vuelve a preguntarse: "¿Qué es lo próximo?" "¿Chantajearme con mi
hija para que deje mi función de periodista independiente?" "¿Inducirla
a algún delito o inmoralidad para forzarla a que espíe a su padre?" "Ó,
¿presentarla en uno de esos actos públicos, en que se abusa de la
infancia, para que haga un discurso condenándome como 'mercenario del
imperio"?
Y finaliza la carta advirtiendo al fiscal general: "Puede pasarle esto
mismo a los hijos de cualquier cubano, incluido los de UD."
Jaime afirma haber aconsejado a la madre de su hija, de cómo proceder en
el caso de que la policía política operase fuerte sobre la familia, para
prevenir que la hija en común fuese afectada lo menos posible. "La madre
de la niña dijo estar preparada, al parecer no lo estaba", opina Jaime.
"Una vez la madre me afirmó ser víctima de hostigamiento y en otra
ocasión lo negó"
"En el pasado mes de mayo la seguridad del estado me citó a una unidad
de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en el municipio de Marianao.
De ahí me llevaron en un supuesto auto particular hacia una casa en las
afuera de la capital. Allí me ofrecieron comida y bebida. No la acepté.
Querían hacerme creer que era un ambiente de confraternidad. Entre las
amenazas de costumbre y sus sutilezas, mencionaron a mi hija. Me
conminaron a disfrutar de la familia y que me alejara del periodismo
independiente. Fui interrogado con una cortesía "ambigua" por Moisés, y
dos agentes más llamados Iván y Mario. Insistieron en que me fuera del
país, para ellos evitarse meterme en la cárcel. Salió a relucir mis
ancianos padres. Yo soy hijo único y no puedo abandonarlos. Hasta la
vida de mis padres está en juego, y la salud mental de mi hija. Mi padre
de 79 años lo interrogaron por causa mía hace un tiempo atrás"
"Recuerdo que en décadas pasada supe de un niño llevado a una consulta
de psicología porque presentaba trastornos emocionales", rememora Jaime
un recuerdo de cuando era educador, "al indicar el psicólogo que aquel
niño estaba siendo sometido a una presión superior que la que podía
soportar, la madre del niño, que se encontraba presente, le reprochó al
padre: ¡Te lo dije, que eso iba a traerle problemas! Resultó ser, que el
padre del niño era oficial del Ministerio del Interior, y había dado
autorización a su ministerio para que su hijo fuera reclutado como parte
de un plan experimental en las escuelas, puesto en practica en aquellos
años."
"Precisamente", sostiene Jaime, "si algo me motiva a seguir en el
periodismo independiente es que a mi hija no le sea inculcada una
filosofía de esclavización. Nos han convertido de ciudadanos en súbditos
del poder absoluto."
Jaime Leygonier Fernández escribe sobre temas sociales, es Maestro Masón
y catequista en la parroquia Jesús del Monte. Vive en la barriada
capitalina de Santos Suárez.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=7976
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