Diario Las Americas
Publicado el 12-02-2006
Cuba en ruinas
Por Armando Pérez Roura
Si alguna muerte se ha anunciado demasiado es la de Castro. Como no hay
libertad para expresarlo tenemos que basarnos en las especulaciones de
algo que se espera, para comenzar a cambiarlo todo en una Cuba que no
mereció un sistema impuesto por una plaga de mal nacidos. Más allá de lo
destructivo del comunismo, esos elementos que llevan en el poder casi
medio siglo, son peores que el comején, que puede terminar con cualquier
edificio en menos de lo que pensamos.
Tengo en mis manos una revista con fotografías en colores de La Habana.
Da escalofríos ver lo que han hecho estos criminales, que vienen de un
origen que es mucho más malo de lo que se pensaba. El padre era un
bandido que se robaba las tierras en Birán al Oriente del país.
Simplemente corriendo de madrugada los linderos de la propiedad. No ha
existido cuatrero mayor en toda esa comarca oriental. Pero los hijos han
resultado peores. Hicieron una finca de toda la Isla.
El capataz, que agoniza, asesinando y encarcelando. Se robó una
república rica, que producía cientos de millones de dólares en beneficio
del pueblo, para convertirla en algo que definitivamente no se puede
describir. ¡Espantoso! Esa maldita familia se las trae. Cuba parece hoy
ser un país bombardeado como aquellos pueblos que durante la Segunda
Guerra Mundial habían sufrido ataques aéreos ordenados por el
esquizofrénico Adolfo Hitler.
Si usted viera la revista “Quien” del mes de octubre, se diera cuenta de
la maldita plaga castrista que ha sufrido nuestro pueblo. Los hijos del
Calígula oriental con Dalia Soto del Valle, disfrutan de privilegios que
no están al alcance de los cubanos que han nacido en la tierra de José
Martí, en los largos 48 años de comunismo castrista.
No existe castigo suficientemente justo, para evitar que esta situación
se repita en Cuba o en cualquier otro lugar. Sobran los canallas
internacionales que visitarán nuevamente La Habana, para celebrar el
cumpleaños del moribundo tirano virando la cara para no ver los montones
de escombros, en un país que como el nuestro descolló en todos los
sentidos, hasta que llegó la peste que se mantiene por la fuerza en el
poder.
Nos preguntamos constantemente dónde se meterán estos gansters cuando el
régimen se desplome. ¿Dónde le darán cabida y cómo esconderán los
cientos de millones de dólares robados a nuestro pueblo? Dicen que se
irán a Galicia. Dicen que la esposa del tirano Dalia Soto del Valle,
estará encargada de esconder la fortuna en las tierras que compra en
España, Argentina o Chile. Resulta que todos estos cuatreros se han
robado a todo el país. Destruyeron sus riquezas. Han hecho los negocios
sucios más grandes concebidos solamente por sus cerebros de rateros de
la peor calaña. Todo lo que digamos, no retrata lo que se ve en una
imagen en colores de aquella Habana que era orgullo de los cubanos.
Han sabido construir un aparato represivo para enmudecer a un pueblo que
anteriormente protestaba por cualquier decisión política que afectara a
su población. La luz se percibe al final del túnel. Si quieren pensar
los comunistas que somos intransigentes, que lo piensen. La justicia.
Una verdadera justicia, servirá para que jamás se repita una situación
parecida.
El último párrafo del artículo publicado en la revista “Quien” dice lo
siguiente:
EL FINAL SE ACERCA YA
De Fidel se sabe que es un hombre que no duerme más de cinco horas
diarias, que es amante de la comida italiana y al que le gusta jugar
ajedrez. Aunque más que jugar, lo que realmente le encanta es ganar. Lo
mismo le sucede en la política.
No obstante, el pasado mes de julio el destino le propinó una jugada
inesperada: fue víctima de un derrame intestinal. A punto de cumplir 80
años, Castro se sometió a una cirugía del intestino. Pero antes de
entrar al quirófano, el 31 de julio para ser más exactos, delegó el
poder de manera temporal a su hermano menor Raúl, ante la sorpresa de
todo el mundo.
Los medios de comunicación estuvieron a la expectativa las 72 horas que
Fidel estuvo hospitalizado. En ese tiempo, sus hijos junto con sus
familias estuvieron acuartelados. No podían salir de la Finca ni
siquiera para ir a ver a su padre. En cuanto el mandatario fue dado de
alta, se reunió en casa con los suyos donde -con 18 kilos menos- se
encuentra en recuperación.
Durante el tiempo en el que el revolucionario se debatía entre la vida y
la muerte, retomó fuerza el rumor sobre el plan de salvación de la
familia Castro: supuestamente se tiene contemplado que cuando el
Comandante fallezca, el gobierno no dará la noticia inmediatamente, con
el fin de dar tiempo a su esposa, hijos, nueras y nietos para abandonar
la isla.
La idea es que se instalen en países diferentes, donde puedan estar
seguros, probablemente con otra identidad. De ahí el celoso resguardo de
las imágenes de los descendientes de Fidel, quienes a lo lejos verán si
a su padre, realmente, la historia lo absolverá.
http://www.diariolasamericas.com/news.php?nid=18036
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