POLITICA
Quien dice mal de mujer
Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba - Noviembre (www.cubanet.org) - Creo que es una suerte
que nuestro José Martí no haya estado aquí, que no haya sido él quien
abriera la puerta de mi casa para recibir el periódico habanero Juventud
Rebelde el pasado 25 de octubre del año en curso.
Me alegro de haber sido yo y no él quien se tropezara con el
desafortunado y nefasto artículo periodístico escrito en Miami por el
cubano-americano Andrés Gómez, director de Areitodigital.
El disgusto fue mío, pero más hubiera sido de nuestro Apóstol.
El señor Gómez, castrista a carta cabal, pero que no vive casualmente
bajo el régimen castrista, sino en las cómodas y organizadas entrañas
del monstruo norteamericano, pataleó (perdón, escribió) sobre los
resultados de la pasada Cumbre de Salamanca donde, según él, ganó Cuba.
¿Cuba, señor Gómez? Cuba se compone de cubanos, y son precisamente los
cubanos (en este caso de la Isla) los que nunca ganan. Están perdiendo
desde el 1 de enero de 1959, sobre todo si nos referimos a esa palabra
clave que pertenece al progreso y que llamamos LIBERTAD.
Lo más lamentable de su artículo no fue su retórica dogmática,
condicional al gobierno de Fidel Castro, sino llamar buitres a las ex
presas políticas cubanas que se presentaron ante la Cumbre para
denunciar lo que llevan décadas denunciando, lo que no sólo ellas, sino
miles de patriotas desde dentro y fuera de Cuba hacen desde que surgió
en nuestro país el movimiento de derechos humanos.
Esa mujeres, que conocieron durante largos años los calabozos castristas
(no olvide que en los regímenes anteriores casi nunca las mujeres
cubanas fueron condenadas a prisión por razones políticas), que hoy
sufren un destierro como ocurre con alrededor de dos millones de
cubanos, usted las llama buitres y a su misión de desenmascarar a un
régimen tiránico, un "costoso circo de espejismos y engaños".
Si Martí leyera lo que usted ha escrito, ¡¿qué le respondería?! Él que
también conoció la prisión política y el destierro.
¡Qué léxico más vulgar y ramplón tiene usted, amigo mío. Si las hembras
cubanas (así dice) ululan más fuerte que los machos en ese país de
libertad, ¿a qué bando usted pertenece, que aúlla desde Miami tan fuerte
que los ecos pasan las noventa millas?
No lo juzgo. Simplemente defiendo, no sólo a la mujer, sino a cualquier
víctima del totalitarismo que vivimos en Cuba. No lo comparo a usted con
ningún animal. Amo demasiado a los animales, incluso a los más serviles,
como el perro.
Es Martí quien lo juzga con aquel verso que dice: "…no empañes tu vida,/
diciendo mal de mujer". Usted ha empañado su vida, y yo siento pena por
usted. Tanta, que no le deseo sea confundido alguna vez con una carroña
en la famosa calle 8, en ese país donde no le dicen a nadie lo que tiene
que comer cada mes del año.
http://www.cubanet.org/CNews/y05/nov05/02a8.htm
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