Monday, April 25, 2011 | Por Laritza Diversent
LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) – El tribunal de Camagüey, en
su sentencia número 57 de 30 de marzo de 2007, condenó a Delvis David
Peña Mainer a 40 años de cárcel, por el asesinato de un joven de 23 años
y su esposa de 17. Peña, de 44 años, se declaró inocente, pero el
juzgado camagüeyano lo encontró culpable por el "cúmulo de pruebas
existentes en su contra".
Según el órgano de justicia, David, el 27 de enero de 2005, esperó a su
vecino detrás de un algarrobo, y le propinó varios machetazos hasta
matarlo. La esposa del joven escuchó los gritos de auxilio y salió a
socorrerlo, pero al ver al marido muerto regresó corriendo. Peña Mainer
la persiguió y también la asesinó a machetazos.
En el barrio se rumoraba que el joven sostuvo relaciones sexuales con la
hija de su vecino David, y se las entendía también con su esposa, por lo
que "Peña Mainer decidió limpiar el ultraje a que estaba siendo
sometido, eliminándolo físicamente", confirmó el tribunal en su sentencia.
David fue sometido a tres operaciones en la columna, tras un accidente
en 1999. En 2000 lo incapacitaron para el trabajo permanentemente. El
tribunal determinó que "no padecía de enfermedad que le impidiera la
marcha", pero no se refirió a la capacidad de Peña para correr detrás de
una joven aterrada y alcanzarla.
El cuerpo del joven estaba a más de 11 metros del algarrobo. "El
instructor actuante sugirió de manera sagaz la toma de muestras de olor
del tronco", consignó el tribunal. David reconoció haber estado allí 15
días antes y 5 después del crimen, pero el tribunal expresó que el
argumento no justificaba "la presencia de su impresión olorosa en dicho
lugar".
Asimismo, los jueces desestimaron pruebas testificales de la defensa,
relacionadas con la "técnica canina aplicada". Según el tribunal, el
instructor confirmó que "el can perdió el rastro" y la prueba no tuvo
trascendencia, sin especificar cuando fue que se realizó esta.
En su sentencia, el tribunal tampoco explicó las medidas que tomaron
para asegurar la escena del crimen contra toda contaminación ambiental o
la curiosidad de las personas. Los hechos "provocaron una gran conmoción
en la población", aseguró el juzgado.
Según el tribunal, las lesiones de ambas víctimas fueron realizadas por
una persona zurda, como Peña Mainer, a quien, además, le ocuparon una
mocha. En la empuñadura del arma se encontró sangre, "aunque no se pudo
determinar a qué tipo correspondía", consignó el tribunal.
Los jueces aceptaron un experimento realizado a 4 mochas, para demostrar
la similitud de la melladura que vio un amolador, vecino de Peña Mainer,
cuando despalmó la ocupada al sospechoso, días después del crimen. El
testigo reconoció una, que fue estropeada contra la cabeza de un cerdo,
por un perito zurdo. En la sentencia no se explica con qué objetos se
mellaron las restantes.
Después de cuatro años en prisión, Delvis David busca nuevos elementos
para demostrar su inocencia. Tenía la esperanza de comparar la muestra
de sangre encontrada en el arma con el ADN de las víctimas, pero los
jueces ordenaron entregar la mocha a la unidad de trabajo correccional
con internamiento de Sabanilla, en Camagüey.
En realidad, Delvis David tiene pocas probabilidades de que un tribunal
superior revise su caso. No, después que el juzgado de Camagüey
ordenara la destrucción de varias prendas de vestir de las víctimas,
algunas con restos de sangre, huellas de sangre del lugar de los hechos,
y dos porta objetos levantados del tronco del algarrobo, donde se quedó
impregnado el olor de Delvis.
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