Aleaga Pesant
LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) - La desaparición del joven
cantante Elvis Manuel en aguas del Estrecho de Florida a principios de
año, cuando pretendía emigrar de manera ilegal, lo convirtieron en otra
luz visible sobre el drama, en momentos en que medios de inteligencia y
académicos del área esperaban este verano una ola de emigrantes cubanos.
La segura muerte del cantante es la tragedia de decenas de miles de
jóvenes cubanos. El colega Luis Cino ha escrito: "Prefieren que se los
coman los tiburones a que la policía política les toque la puerta".
Las llamadas al gobierno a legalizar y liberalizar los mecanismos
migratorios para evitar este flujo mortal, caen en saco roto. El
resultado inmediato es el aumento de los grupos de inmigrante ilegales.
Pero como plantea la dialéctica marxista, cada época tiene una solución
y la sangría de jóvenes y adultos se encausa a las más fluidas.
Las emigraciones masivas de 1966 y 1980 se hicieron sobre la plataforma
del viaje de barcos norteamericanos para recoger familiares y amigos.
La crisis de 1994 se sostuvo sobre cualquier cosa que flotara. A
diferencia de esas tres crisis, marcadas por el traumatismo periódico,
el actual "camino del Estrecho" se hace de manera silenciosa.
Los estimados para presumir la nueva ola migratoria se basan en la
periodización de las crisis (cada 14 años), el aumento de los conflictos
sociales agravados con la salida de Fidel Castro, y en la extensión del
número de emigrantes llegados a los Estados Unidos. Según fuentes bien
informadas, entre enero y marzo de este año llegaron 11 mil personas,
aproximadamente el total de 2007.
Según varios académicos de universidades norteamericanas, hay un
incremento del número de inmigrantes, aunque éstos no llegan en balsa o
botes, debido a que en Cuba ya no quedan embarcaciones que sirvan para
navegar hasta USA.
En las calles de La Habana se comenta que la actual emigración se da a
partir de lanchas que salen de Florida a buscar emigrantes en la isla, a
10 mil dólares por persona. Con tan lucrativo negocio no es difícil
comprender las denuncias de robo de lanchas atracadas en Miami.
Como esa travesía rápida se muestra como la más letal, por el número de
accidentes, hay un aumento considerable de emigrantes por la llamada
Ruta del Sur, que comunica al Caribe isleño con territorios
centroamericanos y mexicano, siendo las islas de Robatan y Guanaja, en
el Atlántico hondureño, las que indican un mayor índice de llegadas.
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