Posted on Fri, Nov. 18, 2005
Castro ataca el mercado negro cubano y quiere poner la casa en orden
ANDREA RODRIGUEZ
Associated Press
LA HABANA - Dispuesto a retomar el control estatal propio de una
economía comunista, el presidente Fidel Castro anunció una drástica
campaña contra los que llamó los "nuevos ricos", para eliminar el
mercado negro, la corrupción y racionalizar los subsidios.
Con sus 79 años, vestido de uniforme verde olivo, Castro se presentó en
la Universidad de La Habana, donde habló de pie durante casi seis horas
hasta la madrugada del viernes y se burló de un informe de la CIA sobre
el supuesto Mal de Parkinson que lo afecta.
"O derrotamos estas desviaciones...o morimos", dijo el mandatario ante
un auditorio repleto de jóvenes en referencia al poderoso mercado
informal local.
Robo de gasolina y materiales de construcción, ventas ilegales en los
agromercados, trabajadores independientes que usan la electricidad
subsidiada y desvíos de divisas del turismo fueron algunas de las
ilegalidades mencionadas por el mandatario.
"No habrá tregua", exclamó un enfurecido Castro para quien "el
imperialismo" no podrá derrotar al comunismo, pero si lo harán los
"vicios" internos por los cuales se crean desigualdades sociales y los
"buscavidas" se enriquecen a costa de los trabajadores honestos.
Un médico tiene un salario de unos 20 dólares mensuales, mientras un
vendedor ambulante cobra un dólar por un litro de leche en polvo.
"Lo que la revolución necesita es el apoyo del pueblo a todas las
medidas", expresó el mandatario. Anunció que 28.000 jóvenes trabajadores
sociales iniciaron una labor anticorrupción.
A ellos se sumarán vecinos de los Comités de Defensa de la Revolución,
sindicatos, agrupaciones de mujeres y organizaciones sociales para
conformar "células" contra las ilegalidades.
El fuerte control estatal de décadas cedió en Cuba ante la crisis
económica de los años 90, cuando la Unión Soviética se desintegró y
Washington arreció sus sanciones a la isla.
Junto con la apertura de ferias agrícolas --de productores privados--,
la autorización de circulación del dólar, los trabajadores
independientes, las inversiones extranjeras y el incremento del turismo,
se disparó un lucrativo mercado informal alimentado por los desvíos de
recursos estatales.
Pero para Castro las reformas fueron siempre "un mal necesario" que
sería revertido en la primera ocasión.
"¿O creen que nos hemos vuelto neoliberales?", preguntó con ironía.
Indicó también que se incrementarán las tarifas eléctricas a los grandes
consumidores para evitar subsidiar a quienes usan la energía para
realizar actividades privadas como artesanos o dueños de restaurantes.
El mandatario sugirió además elevar los precios del transporte público
(y prometió mejorarlo), así como quitar la libreta de racionamiento de
alimentos, para que cada cual pueda comprar lo que desee con su salario.
"Los que trabajen y produzcan recibirán más", manifestó.
A mediados de 2004 las autoridades retomaron el camino de la
estatización mediante una serie de medidas contra los trabajadores
independientes. Paralelamente se aumentó la oferta de empleos estatales
y se visitaron a los jóvenes "desvinculados del trabajo o el estudio"
para incorporarlos.
Asimismo, el gobierno reemplazó a los despachadores de las gasolineras
en la capital por trabajadores sociales y la semana pasada se confiscó
mercancías y camiones a productores por incumplir la norma de entregar
primero una cuota estatal.
Además, el gobierno acompañó esta labor hace unos meses con un paquete
de medidas macrofinancieras como la devaluación del dólar e impuso la
circulación obligatoria del peso convertible.
http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/world/cuba/13203534.htm
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