Un voto abrumador e histórico, otorgó una victoria diplomática al
régimen comunista cubano en la Asamblea General de la ONU, el 30 de
octubre, en materia de exigir a Estados Unidos que suspenda su embargo
económico y financiero a Cuba. Esto se ha repetido durante los últimos
16 años. Sin embargo, la Asamblea General insiste en no tomar en cuenta
el más ignorado de los embargos que pesa sobre los habitantes de la
pequeña isla caribeña desde hace casi medio siglo.
En primer lugar, es ya muy común escuchar que el embargo norteamericano
a la dictadura de los hermanos Fidel y Raúl Castro no ha surtido el
efecto deseado, de promover una apertura democrática en Cuba. Esto es
absolutamente cierto, pero también es cierto que la política de brazos
abiertos de aproximadamente 180 gobiernos que tienen plenas relaciones
con La Habana, tampoco ha surtido efecto alguno en esa dirección.
En segundo lugar, el régimen cubano acusa a Estados Unidos de ser el
causante de la miseria en que viven los cubanos, a pesar de que Cuba
puede comprar alimentos y medicinas a compañías estadounidenses sin
prohibiciones de ningún tipo, aun con el embargo en vigor. Quien mejor
definió esta parte del debate fue el ex presidente norteamericano Jimmy
Carter, durante su viaje a Cuba en 2002 y delante del propio Fidel
Castro, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana. Carter dijo que
se oponía al embargo porque producía "resentimientos entre los dos
países", pero no creía, agregó, que el embargo era la causa de las
privaciones que sufren los cubanos porque Cuba "tiene relaciones con
otras 180 naciones de todo el mundo, en las cuales puede comprar lo que
necesita inclusive a precios más bajos que en Estados Unidos".
Después de tomar nota de todo lo anterior, en tercer lugar, tenemos otro
embargo, más duro y escalofriante: una dictadura que desde hace casi
medio siglo mantiene suspendidas todas las libertades y derechos
universalmente aceptados, y que durante todo ese tiempo ha sido la
propietaria única y exclusiva de todos los medios de producción y
servicios de Cuba. A diferencia de la eficacia indiscutible de otras
dictaduras igualmente cuestionables, como la de Augusto Pinochet en
Chile y la de Francisco Franco en España, la dictadura cubana ha sido
asombrosamente ineficaz en materia de garantizar a su pueblo las
necesidades más elementales como la comida y la ropa, la vivienda, el
transporte y otros servicios básicos.
El propio Raúl Castro dijo recientemente que era comprensible que en
Cuba no hubiese comida, porque "hace meses que no le pagamos a quienes
la producen, que son los campesinos".
Los muy discutibles "logros de la revolución" en cuanto a educación y
salud públicas, son hoy un descomunal desastre. El cubano de a pie debe
llevar almohadas, toallas y sábanas a los hospitales en los que va a
ingresar, y pedir desesperadamente a sus familiares en Estados Unidos y
otros países, los medicamentos que necesita. Los jóvenes que pretenden
matricularse en las instituciones de educación superior, deben vender su
alma al diablo jurando fidelidad al régimen, firmando documentos de
apoyo a la represión y repitiendo de manera audible las consignas
políticas que la dictadura proclama ante el mundo. En Finlandia y
Canadá, en España y Chile, también hay sistemas gratuitos de salud y
educación, y no ha sido necesario para ello establecer regímenes
dictatoriales, ejecuciones en paredones de fusilamiento ni largas penas
de cárcel para opositores pacíficos. Tampoco hambrunas espectaculares
derivadas de un sistema económico fracasado.
En cuanto a este tema, se podrá tomar en serio a la Asamblea General de
la ONU cuando demande con suficiente energía el fin del embargo de la
dictadura cubana contra su propio pueblo. La asamblea ha tenido 48 años
para tomar esa decisión. Nunca lo ha hecho.
(Hernández Cuéllar es director y editor de Contacto Magazine, revista
que fundó en julio de 1994 en Los Angeles, California. Ha sido además
redactor de la agencia EFE en La Habana, Cuba, San José, Costa Rica, y
Los Angeles, California, así como editor metropolitano del diario La
Opinión de Los Angeles e instructor de periodismo de la Universidad de
California en Los Angeles, UCLA --- Biografía).
http://www.contactomagazine.com/cafeimpresso/cubaembargo1007.htm
No comments:
Post a Comment