Cubanismos
Roberto Santana Rodríguez
LA HABANA, julio (www.cubanet.org) - Si algún extranjero está pensando
visitar a Cuba como turista, me permito ofrecerle algunas sugerencias
que serán muy útiles a la hora de comunicarse con los cubanos, porque en
el último medio siglo el castellano que se habla en la Isla ha recibido
"aportes", según los entendidos en la materia.
Algo muy importante para establecer la comunicación es el saludo. Podrá
utilizar la formalidad de buenos días, mucho gusto en conocerle, etc.,
además de los aportes: ¿Qué bolá? o "¿Qué pasa loco?
Puede encontrarse, amigo turista, con un intrépido vendedor, cuya
pincha, pega, lucha, trabajo, es vender tabacos de contrabando.
Seguramente le preguntará:
-Ey fren, mister, ¿yu lai cigar?
Y sepa que las palabras puro y temba significan persona madura, entrada
en años.
Importante es que conozca los términos utilizados para el dinero: una
cabilla, monja, pesca, peseta, media raya, tabla. Significan: 1, 5, 10,
20, 50 y 100 pesos o dólares, que se traducen en chavitos.
Si camina por una calle del Vedado, Centro Habana o la Habana Vieja y
escucha gritos de mujeres, hombres, ancianos que corren despavoridos
vociferando:
-¡Agua, la meta, la fiana!
No se sorprenda, no se asuste. No se trata de un incendio ni de una
carrera popular, es que están huyendo de la policía que los persigue por
"luchar", que quiere decir vender toda clase de baratijas para sobrevivir.
Con respecto a la comida, también llamada papa, jama, condumio, que no
será ningún problema para usted, pues la tendrá garantizada en cantidad
y calidad en los hoteles y otros establecimientos, le puedo dar dos
sugerencias de platos fuertes si decide comer en otro lugar.
Usted deberá pedir "carne de la buena" si quiere consumir carne de res.
O "come y calla", en el caso que prefiera comer langosta.
Los cubanos desayunan, si pueden, un jarro de milordo o suero, agua con
azúcar; y un chepo, pan. Y almuerzan o cenan arroz con frijoles o
chícharos, picadillo de soja, entre otros platos tradicionales y no tan
tradicionales como la pizza y el espagueti. Pero no ven pasar por sus
narices "la buena" o el "come y calla" que usted tuvo el privilegio de
consumir.
Si quiere viajar como viajan los cubanos, le será imposible, porque
simplemente, no existe el transporte público, en el sentido exacto de
los términos. Otras posibilidades son los "almendrones" o "¡dale
Pancho!", autos americanos muy viejos dedicados al servicio público y
operados por sus dueños.
Pero ya tendrá tiempo de aprender en vivo si decide viajar a Cuba el
mundo de los "cubanismos", si quiere, si choca con "la concreta". El
pueblo de la Isla, a pesar de las dificultades en que vive, y que tal
vez usted no pueda o no le interese conocer, es hospitalario,
emprendedor, ansioso de conocer otros aires, de respirar libertad y
alcanzar bienestar y prosperidad.
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