Raúl Castro traza líneas maestras de interinato
Por Patricia Grogg
LA HABANA, 26 jul (IPS) - Raúl Castro expuso este jueves una autocrítica
radiografía de Cuba, al reconocer dificultades y carencias en la vida
cotidiana, pero descartó soluciones a corto plazo y advirtió que resulta
imperativo elevar la producción, en especial de alimentos.
El presidente en funciones de Cuba también confirmó la disposición de su
gobierno a dialogar con Estados Unidos para tratar de resolver el añejo
conflicto que separa a ambos países desde hace más de cuatro décadas.
Pero indicó que ello no será con el actual mandatario, George W. Bush,
sino con quien le suceda a partir de enero de 2009.
El nuevo gobierno que surja en Estados Unidos tendrá que decidir "si
mantiene la absurda, ilegal y fracasada política contra Cuba o acepta el
ramo de olivo que tendimos en el 50 aniversario de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias", dijo el dirigente en el acto de Camagüey, distante 534
kilómetros de La Habana, al reiterar el planteo que lanzó el 1 de diciembre.
Castro habló en la celebración oficial del 54 aniversario del asalto a
los cuarteles Moncada de Santiago de Cuba, a 847 kilómetros de La
Habana, y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo, a 730 kilómetros de la
capital del país.
La conmemoración figura entre las más importantes de la era
revolucionaria y debió realizarse en ausencia del principal protagonista
de esa gesta, Fidel Castro, de 80 años y quien el próximo martes cumple
un año alejado de sus funciones, debido a graves problemas de salud.
Fidel Castro delegó sus principales cargos al frente del gobierno, el
Partido Comunista de Cuba (PCC) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias
(FAR), en su hermano Raúl, de 76 años y a quien, sin embargo,
oficialmente se le sigue nombrando por sus funciones propias de Primer
Vicepresidente, Segundo Secretario del PCC y Ministro de las FAR.
Raúl Castro señaló que la enfermedad de su hermano fue un "duro golpe",
pero "para alegría de nuestro pueblo, (Fidel) ya despliega una actividad
cada vez más intensa y sumamente valiosa (….)". "Aunque ni en los
momentos más graves dejó de aportar su sabiduría y experiencia ante cada
problema y decisión cardinal", indicó.
Sin embargo, admitió que los meses que siguieron a la enfermedad del
gobernante fueron "muy difíciles", sólo que con un efecto
"diametralmente opuesto al que esperaban sus enemigos, que soñaban (…)
con que el socialismo cubano terminaría por desplomarse".
"Pese al profundo dolor que nos embargaba, no se detuvo ninguna tarea,
en el país hay orden y mucho trabajo, funcionan cotidianamente los
órganos de dirección del Partido y el gobierno en la búsqueda colectiva
y más efectiva posible de cada problema", dijo, con lo cual ratificó el
estilo colegiado que según analistas lo caracteriza.
Sus palabras eran esperadas con especial interés por coincidir con su
año de "interinato provisional" y cómo "brújula" de lo que se espera en
los tiempos que vienen. "Su discurso me dio esperanzas de que las cosas
pueden mejorar", dijo a IPS Luz Marina González, profesora de enseñanza
primaria.
Según confesó González, uno de los principales problemas para su
familia, integradas por tres adultos y dos jóvenes estudiantes, es la
alimentación. "Tenemos vivienda, mi esposo tiene una moto y me lleva al
trabajo y la escuela de los muchachos está cerca. Mi vía crucis es
cocinar cada día. El dinero no alcanza para cubrir todos los gastos de
la casa", se quejó.
"Somos conscientes (…) de que en medio de las dificultades objetivas que
enfrentamos, el salario aún es claramente insuficiente para satisfacer
todas las necesidades", dijo Raúl Castro, quien advirtió más adelante
que cualquier incremento salarial o disminución de los precios, "para
que sea real" requiere "producir más".
En ese punto consideró imperativo hacer producir más la tierra,
generalizar experiencias de productores destacados del sector campesino
y estimular convenientemente el trabajo que realizan.
"Para lograr este objetivo habrá que introducir los cambios
estructurales y de conceptos que resulten necesarios", añadió.
En 2006, pese al buen régimen de lluvias, la producción agrícola
decreció 7,3 por ciento, respecto del periodo anterior, y fue motivo de
fuertes debates, promovidos por las críticas de Raúl Castro, en las
sesiones de diciembre de año de la Asamblea Nacional del Poder Popular
(parlamento).
En esa ocasión, se detectó que una de las causas radicaba en el
desestímulo de los campesinos por las enormes deudas del Estado con ese
sector. En las sesiones parlamentarias de mediados de este año, se
confirmó que esos adeudos fueron liquidados y se crearon mecanismos para
el pago inmediato de las cosechas.
Según datos estadísticos, la superficie agrícola de esta isla caribeña
es de poco más de 6,5 millones de hectáreas, sin embargo las áreas
cultivadas sólo alcanzan 3,6 millones de hectáreas y, de ellas, 18 por
ciento es de cultivos temporales, es decir alimentos como arroz,
tubérculos y raíces, plátanos, granos, hortalizas y otros.
Unos 100.000 productores privados y cooperativistas agropecuarios
producen más de 50 por ciento de los alimentos del país, aunque sólo
poseen 32 por ciento de las tierras de labor.
Especialistas han advertido que, en caso de no aumentar los rendimientos
de las ramas agrícolas y pecuarias, el país se verá abocado a aumentar
sus gastos en la importación de alimentos de origen vegetal y animal,
que en los dos últimos años creció 35 por ciento, según datos oficiales.
Según los estimados de Raúl Castro, sólo el alza del precio de la leche
en el mercado internacional significará para Cuba en 2008 un gasto de
340 millones de dólares, más de tres veces lo gastado en 2004.
Para el sociólogo Aurelio Alonso, es importante que el mandatario
interino haya identificado los principales problemas que responden a
preocupaciones de la gente, como el de la alimentación, los salarios o
la baja productividad y la producción agrícola y de bienes.
"La sensación que queda después de escuchar a Raúl es que hay una
proyección futura, un reacomodo frente a circunstancias externas y
también internas. No hizo promesas, pero creo que sembró esperanzas",
señaló Daniel Bittencourt, un profesor latinoamericano con más de tres
décadas de residencia en Cuba.
El presidente interino dijo que también se requiere aumentar la
producción industrial, se estudia el posible aumento de la inversión
extranjera que aporte capital, tecnología o mercado para el desarrollo
del país, y que se fortalecerá la cooperación sobre la base del respeto
al camino escogido por cada país.
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