Opositores no ven mejoras en los derechos
Agence France Presse
LA HABANA
Expectante hace un año cuando estalló la crisis de salud de Fidel
Castro, la oposición mira con pesimismo el futuro de Cuba y acusa a Raúl
Castro de mantener la ''represión'', pese a que el número de presos
políticos ha disminuido bajo su gobierno provisional.
''En estos regímenes totalitarios los cambios no son por la muerte
natural del líder o por su enfermedad, eso no es lo que impulsa los
cambios'', dijo contundente a la AFP el opositor Vladimiro Roca.
Acusados por el gobierno de ''mercenarios'' de Washington, los
disidentes quedaron sorprendidos el 31 de julio del 2006 cuando Fidel
cedió el poder a su hermano Raúl, debido a su crisis de salud.
La Habana los acusa de ser parte de la estrategia de Washington para
acelerar una ''transición'' política en la isla, y recuerda que el Plan
para una Cuba Libre del presidente George W. Bush aprobó fondos
adicionales por $20 millones al año para la oposición.
Tras un repliegue inicial, los disidentes retomaron sus denuncias, unos
con posiciones duras y otros moderadas, pero desaprovecharon la
oportunidad de unirse, sin capacidad de influir en la evolución de este
periodo histórico en la revolución cubana.
''Todo sigue igual y realmente no veo hasta el momento cambio alguno'',
opinó el economista Oscar Espinosa, uno de los 75 disidentes condenados
en el 2003 y excarcelados por problemas de salud.
Para Elizardo Sánchez, presidente de la ilegal pero tolerada Comisión
Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, ''persiste la
violación sistemática e institucionalizada'' de las libertades.
Según Sánchez, el número de presos políticos bajó en el último semestre
de 286 a 243, pero la situación de derechos humanos sigue siendo
``marcadamente desfavorable''.
''Hay cambios de forma, pero no de contenido. Ha disminuido un poco la
represión masiva, pero se ha incrementado la selectiva contra
opositores; el contenido represión continúa igual'', estimó Roca.
A juicio de Martha Beatriz Roque, única mujer del grupo de los 75 y
también excarcelada en el 2004, ''ha sido un año de mucho
hostigamiento'', sobre todo contra los opositores encarcelados.
En contraste, el opositor moderado Manuel Cuesta consideró que antes del
31 de julio del 2006 ''se respiraba una atmósfera absolutamente
negativa'' y hoy ''hay signos alentadores'', pues ''algunos sectores del
poder'' creen que ``Cuba tiene que aprender a vivir con la diversidad y
la diferencia''.
Este año se registraron varias excarcelaciones, entre ellas la de Héctor
Palacios por razones de salud, pero la oposición no las interpretó como
un gesto del gobierno.
''La situación de los derechos humanos es muy mala, han excarcelado
prisioneros, pero casi todos son personas que han cumplido sus condenas,
son cifras engañosas'', dijo Miriam Leyva, activista de las Damas de
Blanco, esposas de presos políticos.
El grupo demanda la inmediata liberación de todos los presos políticos,
en particular de 59 del grupo de los 75 aún en prisión.
Este año la oposición redobló llamados para que el gobierno acepte un
diálogo y promueva cambios, pero se polarizó frente a los resultados del
primer encuentro, en mayo, sobre derechos humanos entre Cuba y España,
al considerar que no ha tenido ``resultados prácticos''.
''Raúl debería responder a las ofertas de diálogo'' de la oposición,
señaló Cuesta, quien al igual que otros disidentes consideró positivo el
ramo de olivo que tendió el gobernante interino por tercera vez a EEUU,
en su último discurso.
''Si el gobierno cubano quiere negociar y quiere dialogar, pues puede ir
ensayando ... con los cubanos antes del gran diálogo'', acotó.
Pero, en opinión de Espinosa, Raúl ``aún no puede hacer los cambios que
quisiera, está como en un corselete''.
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