¿Problemas con la obesidad?
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, junio (www.cubanet.org) - Estados Unidos ha aportado un
cuarenta por ciento de su población general pasadita de peso corporal.
El por ciento en España de personas que tienen un poquito más de tejido
adiposo que el recomendable es aún mayor que en la tierra de las
hamburguesas.
Es muy probable, aunque en la isla no hemos escuchado decir nada al
respecto, que existan otros países donde se está afrontando el problema
de la obesidad.
En Cuba tenemos recetas para resolver las cuestiones más disímiles, no
importa lo gordas que sean.
Recientemente hemos hecho una revolución energética. Fue fácil porque lo
básico era cambiar las bombillas existentes por otras llamadas
ahorradoras. Todo fue brillante porque esa "revolución" la hicimos
nosotros, no los que crearon la bombilla ahorradora de energía eléctrica.
Esto ha sido tan revolucionario que enviamos brigadas de jóvenes a
Venezuela a cambiar bombillas. Los venezolanos no sabían cambiarlas.
Hubo que demostrarles que cuando se da vuelta a la izquierda hay
oscuridad, y cuando la bombilla se gira a la derecha hay luz.
Aunque ellos no se van a percatar bien de eso hasta que no construyan su
socialismo. Los cubanos sabemos perfectamente que el socialismo no
construye nada; al contrario, acaba con lo que existe.
Cuando las autoridades políticas de Cuba se percaten de que hay un
problema de obesidad en algunos países, de inmediato se va a crear la
"revolución flaca", aunque eso no suena muy glorioso. Así que mejor
sería la "revolución de la estética corporal". Habrá discursos al
respecto, los medios se encargarán de hablar del asunto y se publicarán
enjundiosas reflexiones sobre el tema.
Pero en verdad no hace falta esperar o publicitar esa "revolución". En
Cuba casi no hay gordos. Pero eso no es secreto. ¿Salió alguien gordo de
los campos de concentración terminada la segunda guerra mundial?
En Corea del Norte tampoco parece haber problemas con la obesidad, y
resulta evidente que esa no es una preocupación en las naciones
africanas donde la lluvia no mantiene ciclos estables.
No obstante, no se puede negar que en Cuba existe una vasta experiencia
en la formación -ahora también los hacemos más bajitos- de flacos, o
como se decía en mis tiempos de muchacho, de delgados, para que no
parezca una gran familia con el mismo apellido.
Aunque cualquier cubano común, que es lo mismo que decir de caldero
vacío, es conocedor del "secreto" para combatir la obesidad, sugiero que
los interesados en aplicar la fórmula en otros países, sobre todo en
España, que es donde el problema parece ser más agudo, se lleven no la
receta, sino a los que aquí dan receta para todo y no se la aplican
ellos mismos, porque los cubanos queremos comer. ¡Rediez!
fornarisjo@yahoo.com
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