El Papa entrega el palio al nuevo arzobispo metropolitano de Santiago de
Cuba
Monseñor Dionisio García Ibáñez recibió el símbolo, junto a otros
arzobispos del mundo, en una ceremonia en el Vaticano.
Redacción EER
viernes 29 de junio de 2007 17:09:00
Dionisio García
Benedicto XVI entregó este viernes el palio al nuevo arzobispo de
Santiago de Cuba, monseñor Dionisio García Ibáñez, a quien en febrero
pasado había nombrado titular de esa arquidiócesis en sustitución de
Pedro Meurice.
En la ceremonia, celebrada en el Vaticano el día de los apóstoles San
Pedro y San Pablo, el Papa impuso el símbolo a 46 nuevos arzobispos, de
ellos 17 iberoamericanos.
"A los queridos Hermanos Metropolitanos renuevo mi saludo más cordial,
invitando a todos a rezar por ellos y por las comunidades confiadas a su
cuidado pastoral", afirmó el Papa en la Basílica de San Pedro, informó AP.
Ante más de cinco mil fieles provenientes de todo el mundo, el Pontífice
bendijo los palios y se los entregó a cada uno de los prelados.
"Este palio sea para ustedes símbolo de unidad y signo de comunión con
la Sede Apostólica, sea vínculo de caridad y estímulo de fortaleza para
que en el día de la venida y de la revelación del gran Dios podáis
obtener las vestiduras de la inmortalidad", dijo Benedicto XVI.
Uno a uno, los arzobispos fueron pasando frente al obispo de Roma, quien
les impuso la indumentaria litúrgica y los saludó con la frase "la paz
sea contigo".
El palio es una faja de lana blanca, de entre cuatro y seis centímetros
de ancho, con seis cruces de seda negra bordadas longitudinalmente.
Actualmente lo reciben todos los arzobispos de la Iglesia Católica.
La dignidad arzobispal, que en Cuba ostentan tres prelados (Jaime Ortega
y Alamino, en La Habana; Juan Rodríguez, en Camagüey, y Dionisio García
Ibáñez, en Santiago de Cuba), conlleva la presidencia de las denominadas
provincias eclesiales. La arquidiócesis de García Ibáñez tiene como
sufragáneas a las diócesis de Holguín, Bayamo-Manzanillo y
Guantánamo-Baracoa.
El ahora obispo primado de Cuba, García Ibáñez, había llegado el
miércoles a Roma, acompañado por su antecesor, monseñor Meurice Estiú.
Ambos estuvieron antes en Madrid, donde se entrevistaron con religiosos
cubanos y españoles, entre otras personalidades.
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