Por Osmani Ricardo Segura García*
28 de junio de 2007
La Habana -bitacoracubana- No es secreto para nadie que aquellos
visitantes foráneos que vienen a Cuba como turistas y se hospedan en
casas de alquiler particulares que poseen o no poseen licencia, buscan
de esta forma satisfacer sus apetitos sexuales.
En el caso de los turistas que buscan chicas cubanas para compartir,
pagan el alquiler en una casa privada donde no existen obstáculos para
sus deseos sexuales y donde no se les prohíbe, como sí sucede en las
instalaciones hoteleras de Cuba, el poder llevar a la cama a una o
varias criollas.
Por supuesto, dichos turistas tienen que pagar un precio en divisas por
cada chica, que oscila entre 50 y 200 pesos convertibles cubanos. Un
gran negocio para estas chicas que en cuestión de minutos salen a la
calle, después de haber tenido sexo con los extranjeros, con sus bolsos
llenos de dinero y sin invertir un solo centavo, solamente entregar su
cuerpo al que paga. Ya en pocos meses, el nivel de vida de estas
jineteras, nombre que se les da en Cuba a las prostitutas, naturalmente
se elevará.
Recientemente me encontraba visitando a un amigo que alquila su casa
legalmente a extranjeros y pude conocer a cuatro chicas que en ese
momento se encontraban compartiendo su suerte con la misma cantidad de
turistas. Las edades de estas jóvenes muchachas oscilaban entre los 18 y
los 21 años.
Aunque las chicas me hablaron muy poco sobre ellas, pude percatarme de
que poseían una conducta refinada, a diferencia de otras jineteras
vulgares que he conocido.
Para mi mayor asombro pude comprobar más tarde, gracias al chico cubano
que las acompañaba como intermediario entre ellas y los extranjeros, que
estas criollas estaban estudiando la carrera de medicina en la
universidad y era por eso que mantenían bastante en secreto su identidad
y apenas hablaban con los demás, sólo se dedicaban a su trabajo. Para
colmo, una de estas refinadas jineteras se cuidaba más que las demás,
pues su padre es un alto oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Cuba (FAR).
Algo que he podido conocer a través de mis conversaciones con muchas de
estas jineteras es que no sólo son asediadas en la calle por miembros de
la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), sino que también estos últimos
las chantajean para que les dejen alguna propina en divisa y así no
tengan ellas problemas con las autoridades.
Aunque para muchos la prostitución es el negocio más antiguo de la
humanidad, lo cierto es que el gobierno de mi país oculta y niega que en
Cuba haya turismo sexual.
La verdad es que sí existe tal turismo de sexo en nuestra sociedad y
llega a cualquier capa social donde no escapa también la alta
oficialidad cubana, quienes usan el sexo como regalo a visitantes
extranjeros.
Sean educadas o no las prostitutas cubanas, es verídico el hecho de que
buscan todas estas jóvenes criollas alcanzar aquellos sueños perdidos y
aquellas pasiones juveniles que la dictadura de Fidel Castro les
aniquila constantemente.
El sistema político, económico y social de Cuba, que el régimen de La
Habana obliga a aceptar a los cubanos es incapaz de eliminar los males
sociales que hoy corroen la sociedad cubana. La juventud en mi país cada
vez más deja de ser eso que dicen de ella: divino tesoro.
*Osmani Ricardo Segura García, Corresponsal centro informativo "La
Estrella Solitaria".
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=5052
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